Había una vez:
Una historia de tres chicas, la hijastra humillada, la huérfana mortal y la hija no deseada. Metidas en su propio mundo alejadas de los demás, pasan los años, pero su mundo de soledad no parece desaparecer jamás.
¿Qué puede ser peor q...
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-Y con esas palabras, doy por inaugurada la fiesta de compromiso de Dallis Adanson y Tahiel Edevane.
Blake suspiró viendo como Izel le pasaba el micrófono a su hermana, si antes se había sentido observada por estar con su novia, ahora se sentía miles de veces más observada solo por el simple hecho de ser una presunta terrícola, como si todo el mundo la estuviera juzgando solo por ser de una raza diferente.
Bueno, no era algo que fuera nuevo para ella precisamente, podía lidiar con el racismo de Remanentes así como podía lidiar con el racismo de lunares a los que con seguridad nunca volvería a ver una vez regresara a su hogar.
-¿Estás bien? -Yang colocó una mano en el hombro de Blake la cual regresó a ver a su novia, en concreto a esos ojos morados que le encantaba observar-. Se que esto del racismo es algo que te afecta bastante.
Blake se encogió de hombros y llevó a su novia a la mesa donde tomaron asiento.
-Me afecta, pero por la misma razón, sé que lo mejor es ignorarlo, no tenemos nada que ver con este planeta -Blake apretó la mano de su novia con fuerza y una sonrisa-. Mientras tú y nuestras amigas no caigan en ello, es suficiente.
-Lamento si mi hermana les llegó a ofender -se disculpó Tahiel con un suspiro-. Pueden llegar a ser muy especiales de vez en cuando, y no en el buen sentido de la palabra.
-Ya, no te preocupes -Ruby hizo un ademán para restarle importancia y tomó asiento en el medio de Weiss y Winter-. Es algo que nos da igual en este punto.
-De todas formas eso estuvo fuera de lugar -Dallis se sentó en la mesa a un lado de la que estaba Winter, quedando justo en el centro, su prometido y amigos no tardaron en secundarla-. Pero no todos sentimos aversión hacia los terrícolas, por ejemplo, a mí me resultan fascinantes.
Las cazadoras asintieron dando por terminada la conversación cuando el micrófono volvió a sonar con fuerza, Blake dirigió su mirada hacia Jailly que era la que había tomado la batuta de la situación.
-Primero, nos queremos disculpar en nombre de nuestros padres por no estar presentes en esta fiesta. -Jailly sonrió mostrando todos sus perfectos dientes-. Hay algunos... inconvenientes que se han presentado, pero mandan sus saludos y felicitaciones a la pareja.
-¿Por qué no vino mi suegra? -susurró Moon a Dallis ya que estaba sentada a su lado derecho, la mirada de la prometida perdió su brillo durante breves instantes y sus manos se dirigieron a los guantes que portaba.
-Padre no la dejó venir, dijo que no era bienvenida en nada relacionado a mí después de lo que hizo -Dallis se mordió el labio fuertemente y bajó la mirada hacia el piso con un suspiro de tristeza, su novio le colocó la mano en el hombro para comfortarla-. Y mi papá se quedó ahí para vigilar que no se le ocurra venir a escondidas.
