Capítulo 49: Sin poder celebrar

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El viaje en la nave policial resultó ser mucho más largo y tedioso de lo que era ir en deslizador

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El viaje en la nave policial resultó ser mucho más largo y tedioso de lo que era ir en deslizador. Todo el camino Cinder se mantuvo en silencio (tampoco era como que tuviera alguien con quien hablar), maldiciendo a Adri por lo bajo y con el corazón en un puño.

No estaba contribuyendo que su mente divagara en las posibilidades más alocadas de porque la loca había mandado a que la arrestaran, claro, la androide había dicho que se trataba de la ley de la protección de los cyborgs, pero pedir que arresten a una cyborg era más fácil que pedir que arresten a una lunar, además de que su reputación estaría más intacta con esta primera opción.

Pero Adri no podía saber que ella era una lunar, era un secreto que solo había compartido con Neo y la cazadora nunca la traicionaría, de eso estaba segura.

Entonces, si la bruja de su madrasta no sabía que era lunar ¿por qué la había mandado a arrestar? o, en el caso de que fuera porque era una lunar, ¿cómo en todos los astros se había enterado?

Es que simplemente nada tenía sentido, lo único que sabía a certeza era que estaba furiosa con Adri y lo único que la mantenía alejada de sucumbir a la locura, era saber que su hermana menor se iba a recuperar de la peste.

Y eso, de alguna forma, era suficiente.

Un androide policía la siguió todo el camino hacia el departamento y Cinder se irritó más al notar las miradas de todos clavadas sobre ella, acompañadas de susurros de todas las personas, afortunadamente, la mecánica pudo disminuir el volumen haciendo oídos sordos a lo que decían de ella, metafórica y literalmente hablando.

Una vez estuvieron frente al apartamento y Cinder entró junto al androide, este le hizo un reporte breve de la situación a Adri que asintió y le dio una paga finalizando así la transacción entre los dos, Cinder apretó los labios mientras veía como el androide salía de la estancia, de verdad que cada vez estaba más furiosa con esta situación.

Cuando estuvo segura de que el androide no andaba cerca, la mecánica cerró la puerta con fuerza y se dio la vuelta para encarar a su madrastra, a pesar de que su cuerpo estaba hecho para enfriarse al instante y nunca sentir calor, Cinder sintió que la ira la estaba quemando.

Adri estaba sentada junto a la chimenea, se encontraba muy rígida en una postura casi amenazante. Sus ojos echaban chispas furiosas y la miraba como si estuviera esperándola, con esa altanería que de vez en cuando empleaba.

Sin embargo, por una vez en su vida, Cinder no sintió acojonada por la presencia y solo se limitó a apretar los puños, viendo a Adri con la misma rabia y altanería.

Antes de que su madrastra pudiera decir algo, Cinder abrió la boca para ser la primera en tomar la palabra.

—¿Cómo te atreves a mandar a que me detengan como si fuera una delincuente cualquiera? —preguntó Cinder con un toque de hielo y acusación en su voz, no le gustaba ser grosera pero de veras que a veces Adri no le dejaba otra opción—. ¿No se te ocurrió que podría estar ocupada con algo? Por ejemplo, conseguir dinero para que puedas pagar tus cuentas.

RWBY: Broken Moon, Defeated WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora