Capítulo 50: La peor merienda de la vida

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¡Pequeño maratón en honor a que mañana tendremos volumen nuevo! ¿Asustados? ¿Emocionados? ¿Cómo se sienten?

¡Pequeño maratón en honor a que mañana tendremos volumen nuevo! ¿Asustados? ¿Emocionados? ¿Cómo se sienten?

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En sus dieciocho años de vida, Kai nunca había tenido una merienda tan deplorable. Torin observaba a todos en silencio mientras continuaba con su comida, contrario a Aoki, que comía pequeños trozos en silencio sin mirar a nadie. Todos estaban en sumergidos en un silencio incómodo de modo que lo único que se podía escuchar era el sonido de los palillos contra la porcelana y los pasos de la servidumbre al servir más comida o rellenar tazas.

Cada sirviente era humano a pedido de la reina Levana, alegando que iba en contra de las convicciones morales de su gente el crear máquinas que resemblaran a los humanos y dotarlos de emociones o pensamientos falsos, que era algo antinatural y en cualquier momento podrían volverse unos divergentes empezando a mal funcionar.

Pero no había que ser un genio para saber que la verdadera razón era que su don no afectaba a los androides, de modo que se sentía vulnerable. Kai sospechaba que ya le costaba lidiar bastante con la inmunidad de Aoki, a pesar de que esta lo único que hacía era sacar a Kai de las ilusiones cuando Levana lo manipulaba.

Aunque eso para la reina loca era suficiente amenaza, si no podía controlar a alguien, sus caprichos no le serían tan fácilmente cumplidos.

Regresó a ver a Aoki que se sentaba a su lado izquierdo y se servía una galleta para sumergirla en leche, a primera vista podías ver que estaba tranquila disfrutando de la comida, pero Kai notaba como sus hombros estaban tensos y sus ojos se encontraban llenos de temor. Suspiró y volteó la vista al frente donde se encontraba la reina, enseguida inclinó su cabeza hacia la comida, concentrándose en esta, hacía un esfuerzo sobrehumano por no mirarla, era tan tentadora como repulsiva al mismo tiempo, y ambos pensamientos le irritaban cerrando su apetito más de lo que ya estaba.

Torin estaba al lado derecho de Kai con la mirada atenta ante cualquier imprevisto, Levana también se encontraba flanqueada por sus personas de mayor confianza, Sybil Mira y el taumaturgo de rojo, los dos guardias también estaban presentes, aunque no en la mesa si no de pie junto a las paredes con esa expresión de que nada les importaba. Kai se preguntó si alguna vez comían, ya que tenía el testimonio de su propia guardia que ellos no compartían horas de comida.

Lo peor de toda la situación era el asiento de su padre completamente vacío, así iba a permanecer hasta que fuera la coronación. Kai intentaba lo más que podía no mirar la silla desocupada, porque el sentimiento de vacío se plasmaría en el aire.

En eso, Levana realizó un gesto exagerado atrayendo la atención de todos, excluyendo a Aoki que continuó su comida como si la reina no estuviera ahí. El alma de Kai volvió a su cuerpo cuando se dio cuenta de que solo iba a tomar un sorbo de té. Sus labios se arquearon mientras bajaba la taza y su mirada se concentraba en Kai, el cual tragó saliva irguiéndose inconcientemente.

—Sybil me ha informado de que su pequeño festival es un evento anual —dijo antes de llevarse la taza a sus labios.

—Sí —respondió el príncipe tomando los palillos para tomar un wontón de camarón—. Es en la novena Luna llena de cada año.

RWBY: Broken Moon, Defeated WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora