Había una vez:
Una historia de tres chicas, la hijastra humillada, la huérfana mortal y la hija no deseada. Metidas en su propio mundo alejadas de los demás, pasan los años, pero su mundo de soledad no parece desaparecer jamás.
¿Qué puede ser peor q...
Estado actual, cágandome en la vida porque no suben el capítulo de RWBY.
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—¡Ojos cerrados! —exclamó Winter.H—. Hablo muy en serio, si me entero que los han abierto, me voy a molestar mucho.
—¡No estamos viendo nada Alteza! —exclamó Ruby con los ojos cubiertos por Penny—. Es una promesa.
—¿Qué tanto misterio hay? —escuchó Ruby decir a Weiss, que igual tenía los ojos cubiertos, solo que por Kinney.
—Es una cosita en la que hemos estado trabajando desde el día que le dijeron a Kinn que lo iban a ayudar con su semblanza —dijo Moon cubriendo los ojos de Yang.
—¡¿Qué cosa?! —exclamó Penny con emoción—. ¿¡Es una piscina gigante para que Kinney pueda aprender a controlar mejor el agua?!
—No creo que mi poder funcione así —respondió Kinney con una risita—. Aparte de que en Luna no hay piscinas.... y aunque las hubiera, no creo que sea apropiado llevarte.
—Pero yo quería ir a la piscina.
Ante la queja de Penny, las risas se hicieron presentes por todo el lugar.
—Es algo un poco más sencillo —explicó Adair mientras abría una puerta—. Estábamos pensando que, dada la naturaleza de sus poderes, no sería muy conveniente practicarlos a la luz del día, así que encontramos una sala en la que pueden practicar, y que incluso tiene varios implementos para que puedan entrenar todo lo que quieran.
—Está un poco desactualizada y estaba un poco sucia al inicio —Ruby escuchó que Winter prendía la luz—. ¡Pero creo que hicimos un gran trabajo al arreglarla! ¡Pueden abrir los ojos!
La élite apartó sus manos de los ojos de Weiss, Yang y Blake así como Penny los apartó de Ruby, el equipo RWBY parpadeó varias veces para acostumbrarse a la luz y observar que era lo que la élite junto con la princesa les habían preparado.
El resultado era un tanto... desconcertante, se encontraban en una gran sala vacía cuyo piso estaba conformado por baldosas blancas de cuadros con algunas grietas, paredes grises que tenían algunos rastros de quemaduras y un cristal que dividía la sala con una un poco más pequeña, esta última sala tenía una mesa gris mediana que se veía un poco oxidada y un botellón con agua ubicado en una esquina.
Ruby parpadeó con confusión, quería decir, la sala estaba bien para entrenar dentro de lo que cabía, pero no lograba encontrar los implementos de los que Adair había hablado.
—Es una... gran sala —Blake miró a su alrededor y frunció el ceño mientras tomaba la mano de su novia—. Pero no entiendo donde se encuentran los implementos que iban a ayudarnos a practicar.
—¡Esa es la maravilla de esta sala! —Adair sonrió feliz—. Déjenme que les muestre de los que es capaz esta preciosura.
Pasando su mano por un escáner, Adair ingresó a la sala que tenía la mesa oxidada y se sentó en una silla rotatoria igual de oxidada, extendió sus dedos y tecleó unas cosas. Al inicio, no sucedió nada, pero unos segundos luego, parte de la pared retrocedió para dar paso a unos blancos con su respectivo caraj y flechas ubicados en la parte superior, Ruby retrocedió sorprendida mirando a la pared.
