Capítulo 53: Vísperas de un esperado reencuentro

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Editar esto es más difícil que evangelizar a Tyrian.

Also, me duele la vida y más, odio educación física más de lo que odio a la señorita Fall.

¿Alguien me da mimos?

—¿Y? —Neo se hizo a un lado—

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—¿Y? —Neo se hizo a un lado—. ¿Qué tal te sientes?

Cinder dio una vuelta sobre su propio eje y movió su tobillo en círculos. Neo y ella se encontraban en el sótano donde Cinder realizaba su trabajo, desde que ayer Adri prácticamente le había obligado a quitarse el pie, había entrado en una crisis existencial sobre como iba a caminar sin revelar su condición, se horrorizaba por la idea de recibir miradas de asco con cualquier transeunte con el que se cruzara.

Si antes no quería a Adri, ahora definitivamente la odiaba.

No solo le había quitado el pie pero también había destrozado a Iko, su mejor amiga, el dolor del pie sería más llevadero si ella estuviera aquí con sus comentarios y su excentricidad.

Pero Iko se había ido, al menos, hasta que consiguiera un cuerpo de reemplazo donde instalar el chip.

Inspiró profundo mientras tomaba asiento sin dejar de mover su tobillo, luego respondió:

—Me siento rara e... incómoda.

La cazadora asintió.

—Es normal, este pie es demasiado pequeño para ti pero no podemos conseguir nada más.

Cuando Neo se había enterado de lo de su pie y de lo que le había hecho a Iko, por supuesto que casi se había aventado a la yugular de Adri, pero Cinder había logrado que se detuviera.

Su madrastra no era merecedora de que una cazadora gaste sus energías en ella cuando tenía cosas mucho más importantes y trascendentales en las que enfocarse.

Aunque Adri se merecía que le rompieran la nariz y dejaran su cara toda demacrada.

Afortunadamente, algo bueno había salido de contarle a Neo el incidente, y eso era que la cazadora le dijo que podía usar su antiguo pie de once años, al menos hasta que consiguieran un reemplazo.

Antes Cinder había renegado de ponerse ese pedazo de basura otra vez, pero ahora estaba aliviada de que Iko no lo hubiera tirado.

—Nuestra próxima compra será un pie de metal. —Cinder realizó una mueca de asco al mirar el pedazo de chatarra con los ojos entecerrados—. Es más incómodo de lo que recordaba.

—Solo será temporal, cuando vuelva a Remnant, te conseguiré las partes prostéticas de más alta tecnología —afirmó Neo con una sonrisa pequeña.

Cinder se inclinó curiosa hacia su mejor amiga para preguntar:

—¿Y cómo lo vas a hacer? ¿Me las vas a construir tu misma?

RWBY: Broken Moon, Defeated WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora