CAPÍTULO 32

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ELIZABETH


Leo una y otra vez los títulos de la cantidad de artículos que hay en Internet:

Falta de respeto al código deontológico de los psicólogos

Es un completo despropósito desde la ética profesional

¿Dónde quedó su Juramento hipocrático?

¡Que paguen como cualquier violador!

Feministas a favor y en contra de Carlson Wade.

Todo detrás de la historia de amor entre Carlson y su paciente Elizabeth.

Vuelvo a leer el nombre sin poder creerlo. El aire me falta y mis ojos se nublan por completo. ¿Todo fue un plan de Bianca? ¿De verdad Carl sufrió algo tan denigrante cómo eso? ¿El jamás me fue infiel? Miles de pregunta se aglomeran en mi cabeza.

Comienzo a temblar y no puedo controlar más las lágrimas, incluso no soy capaz de seguir mirando la pantalla del computador, la cierro de golpe.

Antes de que pueda asimilarlo todo, mi celular comienza a sonar incesante, cuando creo que se ha cansado vuelve a sonar. Estiro el brazo para tomarlo, está unos centímetros por delante de donde estoy sentada sobre mi cama, es Mérida y estoy segura que ya lo sabe.

Sorbo por la nariz antes de contestarle.

—Dime.

—¿Ya viste todo lo que está en internet?

—Lo vi.

—¿Crees en él? ¿Crees que dice la verdad? —Me toma unos segundos contestarle, pero sé la respuesta.

—Creo en él Mery. Ni siquiera leí las palabras de la tal Mónica. Él no lo recordaba, Mérida —Comienzo a Sollozar—. No recordaba que había pasado esa noche y algo dentro de mí se negaba a creer que me hubiera hecho tanto daño por voluntad propia, recuerdo su dolor y...

—¿Entonces qué piensas hacer, hermanita?

—No lo sé. Carl es un hombre muy fuerte, seguro y valiente, pero, debe ser horrible por lo que está pasando. Esas arpías lo drogaron, prácticamente abusaron de él y nos separaron. Yo vi en sus ojos cuánto sufría.

—Son unas hijas de puta, ojalá se pudran en el infierno a fuego lento y tras las rejas —gruñe verdaderamente enojada—. Deberías hablar con él, Eli.

—Lo sé, debo viajar a España. Debo ayudarlo con todo el tema de nuestra relación, necesitan conocer mi versión. Hay muchos que lo están juzgando y condenando por haberse enamorado, no es justo.

—Estarás en foco de todo el mundo, incluso tendrás que contar algo de tu historia, lo que has vivido. ¿Estás preparada? —Trago fuerte.

—Lo estoy. Además, esto no es por mí, es por él.

CARLSON

—Enciende la televisión —Habla mi amigo a través del teléfono con tono animado.

—No quiero ver más noticias sobre eso, hay un montón de reporteros fuera de la unidad. —Resoplo al borde del colapso por tanta presión e intromisión.

—No es eso, o bueno, si es sobre eso. Sólo enciéndela, maldita sea. —Ruedo los ojos y lo hago.

—¿Qué canal?

—TVE.

Presiono el botón dos veces había abajo para llegar al objetivo y debo sentarme sobre el sofá para no caerme.

LIBÉRAME [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora