Cap 23: Viejos Recuerdos

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Mérida:

-¿Mama donde esta mi bufanda color turquesa? -Dije buscando en entré mi ropa

- Sobre la montaña de tu ropa sucia. ¿para que la necesitas? - Responde mi madre gritando por la casa.

-Voy a salir con Hipo.- Respondí buscando la bendita bufanda.

- No me dijiste que saldrías con el.- Se acerca más a mi habitación.

- Te dije que saldría, solo que ahora voy con el.

- ¿Desde cuando volvieron a hablarse?- Pregunta mi madre.

- Hacen dos semanas, solo que no hemos podido hablar mucho por que el ha estado demasiado ocupado estudiando. -Respondí.

- Mé alegra ver que hayan vuelto a ser amigos de nuevo.

- A mi también madre.

- No llegues muy tarde.

- No madre. -Dije fingiendo un tono alegre mientras iba a mi destino.

Hipo:

Mérida y yo decidimos hacer un picnic para poder hablar juntos. Ya habíamos preparado todo y estábamos sentados bajo un enorme árbol mientras comíamos bocadillos.

- Dime Hipo que estas estudiando? -Pregunto Mérida mientras se atragantaba un bizcocho de fresa.

- Yo estudio medicina, quiero ser veterinario.

- ¡Wow! Que bien. -Dijo Mérida con la boca llena.

- ¿Que hay de ti?

- Yo, pues estoy estudiando administración de empresas. Aunque estoy entrenando para entrar en las olimpiadas de la universidad y si Dios permite quizás pueda entrar a otra de un nivel más avanzado.

- Vaya me sorpren... -Antes de terminar de hablar Mérida me interrumpe.

- Hipo por que rayos no me escribiste o me dijiste enviaste un correo electrónico mientras estabas en Corea. ¿Sabes lo mucho que me hiciste falta?

- Mérida la realidad es que yo pensé que solo alejandome de todos me daría tiempo para reflexionar sobre mi. Que estar lejos podía aclarar todas mis dudas y pensar mejor que es lo que realmente quería. -Mérida me observa asombrada.

- ¿Lograste hacer lo que querrías? -Pregunto Mérida recostandose en la manta mirando al cielo.

- Si aunque no como lo esperaba. Sabes fue chistoso como recordaba los viejos tiempos en que nosotros estábamos juntos cada vez que me sentía solo.

- ¿Que tipo de recuerdos?

-¿Te acuerdas esa guerra de bombas de agua contra tus hermanos?

- Si! Mis hermanos son unos loquillos. Ellos estaban dispuestos a todo para ganarnos. Tanto que hasta tenían guardadas unas pistolas de agua.- Ambos comenzamos a reír.

- También cuando hicimos la obra de Alicia en el País de las Maravillas. Te quedaba genial el papel de la reina de corazones. Moría de risa cada vez que gritabas "que le corten la cabeza".- Comencé a reír tan fuerte que me ahogue.

- Pues tu no te quedas atrás pues a ti te había tocado el papel de conejo blanco. Te veías tan hermoso con esas orejas de conejo y te veías tan adorable que hasta me daban ganas de agarrarte y comerte a besos. -Mérida impulsivamente toma mi cara y me acerca a la suya. Estábamos muy cerca. Jamás había estado tan cerca de Mérida como en estos momentos. Rápidamente nos alejamos y un silencio incómodo nos invadió. En un momento como este diría un chiste sarcástico, pero estaba tan nervioso que no podía hablar. Todo fue muy rápido.

-¿Sabes para que estamos aquí?- Dijo Mérida evadiendo mi vista de la suya.

- Pues para hacer un picnic y hablar juntos obvio.-Dije con sarcasmo.

- Si, pero aparté de eso te traje para que aprendieras a correr bicicleta.

- ¿Que?... ¿Como? ...¿Cuando? ... ¿Donde? -Abrí mis ojos instantáneamente.

-¡No seas tonto Hipo!- Dijo dándome un fuerte codazo en mis costillas.

-Tu sabes lo mucho que me dan miedo esas cosas estoy traumado de por vida. -Dije muy histérico.

- ¡Pero si ya vas a mitad de camino! ¡Vamos será divertido! -Dice tratando de convencerme.

- ¡Divertido! Sabes cuantos golpes y cuantas veces me caí en el intento.- Dije casi gritando.

- Descuida si te caes estaré aquí para ayudarte a levantar. Además ya te alquile una bicicleta para ti solo.

- Que hiciste!!... QUE!?...

-No seas tonto ven conmigo. -Mérida me toma por el brazo y me lleva hasta la famosa bicicleta.

(...)

Me había caído ya tres veces y yo apunto de darme por vencido.

- Vamos no te des por vencido cuando estas tan cerca.-

- No puedo más Mérida, si continuó así parecerá que fui atacado por bandidos.

- ¿Sabes por que no puedes lograrlo? Por qué no confías en ti mismo. Vamos yo se que puedes,? intentalo una vez más.

Las palabras de Mérida me habían dado ánimos para intentarlo una vez más. Además increíblemente tenía razón, es decir si confiaba en mi podía hacer lo imposible posible. Lo se es algo irónico, pero cierto.

Subí una vez más a la bicicleta y finalmente pude hacerlo. Logre correr a gran distancia sin caerme.

Mérida:

Estaba tan feliz viendo como Hipo corría bicicleta. Su rostro estaba iluminado por una gran sonrisa. Parecía un niño pequeño habiendo sus regalos en Navidad. Mé agradan ver lo feliz que estaba.

- ¡Mira Mérida lo logre! ¡Lo logre! -Dijo Hipo entusiasmado. -Yo no podía hacer nada más que mirarlo orgullosa y aplaudir por su logro más reciente.

Hipo se veía tan, pero tan feliz. Extrañaba pasar viejos momentos con el como estos. Ya no me importaba las razones por las cuales el no me había hablado por un año. Que curioso, supongo que esto es el poder del perdón. Ya no existían rencores hacia el de ningún tipo. Ahora debo aprovechar el tiempo junto a el y convertirme en una mejor amiga para el.

Merricup: ¿Amigos o Amantes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora