°06° Afinando Detalles

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Alguna vez... Pregunto, ¿Alguna vez sintieron un verdadero alivio, cómo si alguien les quitara un peso enorme de encima?
En esos momentos es cuando puedes sentir que la vida por fin te ha sonreído. Como si todo lo bueno del mundo se te ha regresado de un golpe. Así, así mismo era como se sentía Fred.

Frente al doctor Mike Schmidt y Fred Fazbear se encontraba parado de brazos cruzados un chico alto, de piel blanquecina y ojos grisáceos, cabello albino... Bueno, ya sabemos quien es, ¿No?

Yacían allí, todos, en completo silencio mirándose fijamente. Sus mentes obstruidas no pensaban con claridad. Por un lado, el doctor Schmidt estaba anonadado por las repentinas palabras de aquel intruso ¿En serio? ¿A una causa perdida? Seguro el dinero no era problema para él.
Después de Mike estaba Fred, aturdido, no sabía que decir. Gold ¿Lo estaba ayudando? ¿Por qué? Eran solo desconocidos, recién se habían topado por acto de casualidad el día de ayer. No tenía sentido, nada lo tenía. Pensó por unos momentos ¿Será acaso un acto de bondad porqué es un buen samaritano o acaso... Quiere envolverlo en más responsabilidades y altos precios que definitivamente no podrá pagar nunca? ¿Busca su beneficio o el propio? Mientras más lo pensaba menos le gustaba sus conclusiones.
Por último estaba Gold... El... Bueno, era un poco complicado. Incluso él estaba sorprendido por sus propias palabras. Hace unos minutos estaba en el estacionamiento esperando al azabache, al ver que no salía se desesperó y salió en busca del menor. Al entrar logró divisarlo a lo lejos del pasillo junto a un hombre de bata blanca, caminó a pasó lento con toda la intención de reclamarle al pelinegro su impertinencia y falta de palabra. Antes de poder ser detectado por el doctor y Fred logró escuchar su conversación... ¿De eso se trataba? Retrocedió un poco y se ocultó tras una blanquecina pared, atento. Normalmente el no es de esa clase de personas al que le interesan las vidas ajenas. Incluso criticaba a la gente chismosa que se metía donde nadie les llamaba... Y ahora estaba ahí, tras una fina pared, escuchando... Dolía, cada palabra que salía de la boca del menor clavaba directo en su corazón, la pregunta es ¿Por qué? ¿Por qué dolía tanto? No era su problema, ni su familia, no lo conocía, no se conocían. No sabía nada de él pero aún así... Dolía verlo así.
Sin pensarlo dos veces al escuchar lo último y saber que podía ayudar lo dijo.

–Yo pagaré la cirugía...

Y entonces supo que no era casualidad, sino destino...

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Habían pasado un horas desde lo acontecido. Gold pasó a recepción a pagar la cirugía del castaño al cual no conocía. Más atrás estaba Fred sentado en una de las tantas bancas del lugar, movía sus pies de atrás hacia adelante mientras miraba fijamente sus manos apoyadas en el mismo asiento, estaba en silencio. Ahora mismo no sabía que decir, nunca se le hizo fácil agradecer a los que hacen cosas buenas por el, pero esta vez de verdad quería decir "Gracias". Las palabras no salía de su boca, simplemente no podía...

Una vez terminado el trámite el doctor Schmidt se acercó por última vez a informar "Te recuerdo, aún que se haya pagado la cuota nada está seguro. Es demasiado peligroso, lo más probable es que su cuerpo no lo resista, ha paso tiempo. Así que por favor... No te hagas ilusión... Mañana comenzará la cirugía, se puntal."

"El Contrato" ||GoldFred||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora