°19° Media Luna

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Era de noche, una noche muy fría.
Faltaban pocos días para navidad, la ciudad estaba repleta de nieve, las casas adornadas de pies a cabeza, luces de colores por todos lados y la misma canción navideña sonando por las frías y solitarias calles.
Había presencia de espíritu navideño, se sentía en el helado aire que congelaba hasta los huesos.

Todo esto mientras por la banqueta dos chicos caminaban tranquilamente, deteniéndose a admirar el lindo paisaje que propinaba esta fecha tan especial.
Llevaban gruesos abrigos, largas bufandas y alcochonados guantes, sin embargo, el frío seguía penetrando aún con todas esas prendas, su piel erizada, sus narices rojas y sus ojos llorosos. Nada de esto era un obstáculo para seguir riendo y disfrutando de tan linda compañía.
El castaño comenzó a tomar un pequeño montoncito de nieve del suelo para lanzarlo a su querido hermano.

Había pasado tanto tiempo...
Tantos años...
Y por fin, volvían a pasar una noche especial como aquella.

❄️⛄Navidad⛄❄️

◾◽◾◽◾◽◾◽◾◽◾◽◾◽◾◽◾

Dos pequeños golpes sonaron por la fina madera de la puerta.

–Gold, abre por favor. –Pidió un cansado y ojeroso rubio parado afuera de la habitación.

En eso la puerta se abrió con delicadeza revelando a otro joven de cabellos casi albinos que sostenía algunas hojas con la mano derecha y concentrado en su celular que sostenía con la mano izquierda.

Y sí, estos últimos días habían estado llenos de trabajo. Teniendo que sacar composiciones, líricas, demos, ir a muchas sesiones de fotos, contestando entrevistas y muchas demás cosas.
Todo esto le restaba magia a la hermosa fecha que se avecinaba; el maldito trabajo no terminaba y ellos trabajaban hasta el cansancio día y noche. Estaban cansados. Sí. Querían descansar. Sí. Dormir, salir, desestresarse y olvidarse algunos minutos de todo. Pero en esta vida nadie tiene lo que quiere ¿No?

–¿Qué pasa? –Preguntó aún centrado en mandar algunos mensajes a representantes de una empresa ajena. Ser el recién nombrado líder de una poderosa empresa no era fácil. Ya saben, cosas de negocios.

–Necesito que apruebes unos documentos que tengo por aquí, también necesito una firma aquí y aquí –Comenzó a revolver algunos documentos que traía consigo mientras señalaba varias partes de éstas –Y también quier...

–Déjalo en mi escritorio –Interrumpió Gold con una voz arisca –Golden le miró mal.

–Mira, sé que estás cansado, yo también lo estoy, pero lo necesito para hoy –Le siguió con la mirada y el ceño fruncido.

–Y yo necesito que salgas de mi vista, cierres la puerta –Dejó varios papeles en la cama y caminó a la mesita de noche para tomar un lapicero para comenzar a firmar algunos documentos que su padre le había entregado por la mañana –Y si no es mucho pedir, que te trague la tierra.

–Qué grosero –Hizo un puchero en forma de reclamo.

–Adiós –Le hizo un ademán para echarlo de su habitación. Golden de mal modo colocó, tratando de verse molesto, los papeles en el escritorio lanzándolos con fuerza, mientras todo esto pasó desapercibido por el contrario. El rubio al ver que no tuvo éxito su berrinche pateó la silla llamándo ahora sí su atención. –¿Qué?  –Se quejó.

"El Contrato" ||GoldFred||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora