Engatusados

15. ¿Qué le hiciste a mi gata?

MC:

¿Hola?

Jumin:

Soy Jumin Han, ¿qué le hiciste a mi gata?

MC:

¿Perdona?

Jumin:

No come desde que la recogí y parece estar deprimida. Todos esos factores ocurren desde que la fui a buscar.

MC:

¿Elizabeth no come? Pero aquí sí que comía, le daba galletitas rellenas Wariboo, es como chocolate pero para gatos. Y lo de que está deprimida podría ser porque echa de menos a Neo, hizo buenas migas con él.

Jumin:

¿Le distes qué? ¡por eso ahora no quiere otra cosa! además, Elizabeth no socializa con otros gatos, nunca.

MC:

Oh, te puedo dar una bolsa, tengo muchas aquí para Neo, y de paso puedes llevar a Elizabeth para que lo vea. Le echará de menos, parecían llevarse muy bien.

Jumin:

¡Tú... ! ¿cómo se te ocurre darle eso a Elizabeth? Ella tiene un paladar muy refinado, sigue la mejor dieta para su nutrición.

MC:

Pero ella se mantuvo en su peso, y parecía que le gustaban mucho.

Jumin:

¡Qué hiciste!

MC:

¡Para de gritar, Jumin!

Jumin:

Tengo derecho a gritar, pervertiste a mi gata.

MC:

No tengo tiempo para tus tonterías, Jumin, debo seguir atendiendo a pacientes. Si quieres te doy una bolsa, o puedes ir tú mismo al supermercado a por ellas, imbécil.

Jumin:

¡¿Cómo dices?! al parecer tampoco tienes educación. Te he dicho que no le doy esa clase de cosas a Elizabeth.

MC:

Jumin, ya basta. Te estoy dando la educación que mereces, o sea, ¡ninguna! ¡Y esa cosa es comida de gatos! ¡lo que cualquier gato querría! Simplemente que coma eso.

Jumin:

¿Quién eres tú para darme órdenes?

MC:

¿Quién eres tú para gritarme? Y ahora si me disculpas tengo que trabajar. —Colgué, cabreada por ese tipo, ¿quién se creía que era para hablarme así? ¡ese idiota! ¡yo solo cuidé a su gata! ¡Y mejor que él!