Nunca más (Niall Horan y tu)

11. No sé ni que es...

Desperté. Abrí mis ojos completamente mientras me daba la vuelta en la cama, quedando de espaldas a la pared, dejando que la claridad del día golpeara mi rostro.

Pensaba que todo lo ocurrido la noche anterior había sido un sueño, pero aún notaba los cálidos labios del rubio en mi mejilla. De mala gana me levanté de la cama y me dirigí a mi ventana para subir la persiana de la susodicha para que entrara aún más la luz del sol.

Por mi habitación, más específicamente por la ventana se podía apreciar el azul y cristalino mar. Aún estaba anonadada por todo lo sucedido, cada vez que miraba aquel océano recordaba que de él provenía aquel dulce y atento chico. Es cierto, el rubio tenía algo que me parecía atractivo, pero él podía acarrearme muchos problemas y dolores de cabeza, no sabía ni lo que quería ni lo que sentía, y nada me molestaba más que eso.

Mi teléfono empezó a sonar, miré la pantalla y vi un mensaje de Maica.

“________, necesito hablar contigo… urgente. ¿Podemos quedar?” No sé porque, me daba que esto tenía que ver con Aaron.

~

Aned llegó a la playa donde se celebraría el entrenamiento de vóley para el día siguiente jugar el primer partido del verano. En cuanto llegó dejó su mochila junto a las de las demás chicas, en ese momento le taparon los ojos.

-Hola pulguita…-susurraron en su oído. Aned sonrió, solo Liam la llamaba así, casi desde que la conoció. Su mote venía porque Aned era pequeñita pero en vóley saltaba como nadie para darle a la pelota. Aned llevó sus manos a las de Liam para apartarlas de sus ojos.- ¿Lista para jugar?-preguntó cuándo ella se giró para mirarle.

-Esa pregunta me ha ofendido…-dijo ella riendo mientras se dirigía a la pista mientras Liam se percataba de la presencia del hermano mayor de Aned en las gradas mirándole sin mucho cariño, más bien parecía querer matarle. Liam estaba harto de esa situación, si no le hablaba de sus sentimientos a Aned era por su hermano, él llevaba bastante tiempo queriéndole decir que la quería, que era su chica especial y que necesitaba que fuera oficial, una pareja verdadera.

-Ahí está el ojo de halcón-rio Laura hablándole a Aned en el oído mientras con la mirada señalaba al hermano mayor de la morena en las gradas.

-Como no…

-¿Cuándo os va a dejar tranquilos a Liam y a ti?

-No sabes cuánto tiempo llevo yo preguntándome eso mismo…

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-No puedo creer que de veras accedieras a venir conmigo a tomar algo-sonrió Harry a Anna cuando ambos estaban en una terraza de la cafetería donde más bueno estaban los granizados del pueblo.

-¿Por qué no iba a hacerlo?-preguntó Anna jugando con uno de sus mechones.

-Pensé que no iba a tener tanta suerte.-dijo el sonriendo de lado.

-Seguro que eso es lo que le dices a todas-dijo de broma, lo que no le gustaría saber es que era verdad, aunque sí que era cierto que Anna tenía algo especial que había captado a Harry enseguida, cosa que al joven le extrañaba y asustaba.

-No creas… -respondió rápidamente.

-¿Te gusta Ravens Port?-preguntó ella llevándose la pajita de su vaso a la boca.

-Es un pueblo encantador.

-Nunca te había visto por aquí…-dijo ella.

-No suelo ir mucho por el centro y la costa…-si ella supiera…