capítulo 5|"discusiones"

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1/3.

Owen.
Decidí tomar una pequeña siesta en el cuarto de descanso del hospital.
Amelia se fue hace una hora a nuestra casa y deseo hacer lo mismo que ella, pero no puedo.
Aún no dejaba de pensar en Laurence.
Anoche estaba mal realmente, nunca la vi así.
No sé cómo llegó a pelear con alguien y sé que jamás lo sabré, porque la conozco lo suficientemente bien como para saber qué no va a hablar al respecto. Al menos conmigo.
Una llamada de Amelia interrumpió mis pensamientos:
-¿Owen? Necesito que vengas-dijo con su voz quebrada.
-¿Está todo bien?.
-No, no lo está.
-Voy en camino.
Salí rápidamente del cuarto, decidí ir por las escaleras hacia el piso de la jefa ya que el ascensor tardaría mucho más de lo esperado.
-Adelante-indicó Bailey segundos después de que toqué la puerta.
-Permiso, jefa-sonreí amablemente. -Vengo a pedirle el resto del día. Amelia me llamó desesperada diciendo que me necesitan en casa.
-¿Y qué estás haciendo aquí?-preguntó. -Vete.
Sonreí en forma de agradecimiento y salí.
El día en sí estaba horrible: lluvia, frío y humedad. No es una buena combinación.
Estacioné el automóvil y bajé rápidamente. Coloqué las llaves y comencé a girarlas.
La puerta se abrió dejando ver a Amelia, con un aspecto triste. Laurence estaba frente a ella, sentada, mirándola con miedo.
-¿Qué sucede?-pregunté.
Se miraron entre sí; sus miradas expresaban tristeza y desesperación.
-Sucede que, debemos hablar contigo-dijo Amelia.
Laurence suspiró y colocó su cabeza entre sus manos.
-Dime.
-Laurence, es tu turno-dijo en un tono frío.
-Lo siento. ¿Si?-preguntó.
Me desconcertó. No sé por qué lo siente.
-¿Qué fue lo que pasó entre ustedes?-pregunté algo nervioso.
-Anoche, cuando pelearon con Laurence, le dijeron que parece un esqueleto y que su rostro es feo-dijo Amelia. Noté que sus ojos estaban cristalizados.
Miré a Laurence, estaba esquivándonos.
-Continúa.
-Cuando llegué a casa vi que había mucha comida sobre la mesa, así que fui a ver a Laurence a su habitación. Pero no estaba allí.-suspiró. -Estaba vomitando en el baño. Sintiéndose culpable por todo.
-¿Hiciste eso?-pregunté.
Debo admitir que sentí cierta tristeza. Detesto verlas mal a ambas.
-Lo siento. Sólo quería sentirme bien y dejar de recibir comentarios malos hacia mi persona. No sé qué les hice para tratarme así.
-No eres un esqueleto. Créeme que si lo fueras ninguno de nosotros dos estaríamos tranquilos.
-No me siento incluida. No me siento conforme conmigo luego de recibir comentarios malos.
-¿Hace cuánto tiempo te sientes así?-preguntó Amelia.
-No hace mucho. Pero jamás vomité intencionalmente como hoy, lo juro.
-¿Quieres ir a terapia?-pregunté.
-No.
-¿Hablar con nosotros?-preguntó Amy.
-Me encantaría hacerlo, pero no puedo. No sé por qué me cuesta tanto.
Suspiré evitando la tristeza que me estaba invadiendo.
-Laurence. Sólo debes hablar con nosotros y prometer que jamás volverás a hacerlo. Es algo malo para tu salud, tanto física como mental-expliqué.
-Me sentía conforme conmigo misma hasta que empecé a recibir ese tipo de comentarios. Sí, soy delgada y eso no me disgustaba, estaba conforme, pero todo decayó. Todo decae en un instante, me cuesta mucho creer los comentarios positivos hacia mí.
Amelia la abrazó y no pude evitarlo, también lo hice.
Tommy.
Observé cada detalle de la fría y fea tarde.
Compré absolutamente todo lo que se necesita en casa.
-Llegué-dije al cerrar la puerta principal.
Papá estaba allí, solo. Con una taza de café en mano.
-Me alegra que al menos alguien en esta casa esté bien-dijo.
Por las expresiones que tenía noté que hoy no era un buen día.
-¿Algo de lo que deba enterarme?.
-Luego habla con Laurence. Sé que ella te necesita. Ahora está con tu madre en su habitación.
Asentí sin comprender la situación aún y subí a ducharme.
Era miércoles, no tenía mucho que hacer hoy.
¿Salir? Claro que no. Mañana debo ir al instituto.
Probablemente mi día terminaría siendo aburrido, como toda la semana en sí.
Por un lado, ansío terminar el instituto y comenzar a estudiar la carrera que elegí.
Pero por otro lado, comenzaría mi camino a la adultez. Ya nada sería como lo es ahora, sería hora de las responsabilidades.
Responsabilidad: en mi lenguaje, no existe. Tampoco es algo que acostumbre a ser en mi vida cotidiana.
El miedo de tener un ritmo diferente de vida crecía cada día más.
Estaba tan acostumbrado a la rutina de ir al instituto, volver y salir con mis amigos o mis papás esperándome en casa con la comida.
Salí de mis pensamientos y me percaté de que mamá estaba discutiendo con papá en el pasillo.
Sé que oír detrás de las puertas está mal pero. ¿Qué más da?.
No podían decirme nada, son personas muy obvias.
-Definitivamente debería ir a un terapeuta-dijo mamá, seria.
-Pienso que no es la mejor opción, hablar con nosotros puede ser mejor.
-¡Ella no quiere Owen, no podemos obligarla!
Fruncí el ceño. Hablaban de Laurence, eso seguro.
-Tampoco quiere ir a un terapeuta.
-Al menos no se sentirá incómoda hablando con un terapeuta. No la conoce y no le dará vergüenza hablar.
-No quiero hablar contigo por ahora, Amelia. Estoy cansado de esta situación. No puedo entender como no habla, siendo tan fácil.
Abrí un poco más la puerta, sin llamar la atención, y observé cómo mamá lo fulminaba con la mirada. Seguido de eso se retiró dejándolo solo.
Cerré la puerta, esta vez haciendo ruido, para que noten que los estaba escuchando.
Rodé los ojos. Siempre sucede algo con nosotros.
Amelia.
-¿Y no te habló más?-preguntó Meredith, indignada.
-No lo hizo-afirmé. -No estoy para preocuparme por sus enojos, parece un niño de cinco años. Aunque duela, mi prioridad es Laurence.
-¿Hablaste con el terapeuta ya?.
-Claro que no. Hoy tenía pensado consultar sobre alguien de aquí que yo no conozca. Ya sabes, no puedo conocerlo si va a tener consultas con Laurence.
-Entiendo-dijo Mer.
-Esto parece una pesadilla que nunca tiene fin.
El estrés que generó está situación en mí era impresionante.
Mis dolores de cabeza aumentaron y mi humor cambió rotundamente, para mal.
Aún no entendía bien el por qué Laurence está así, pero sé que todo se solucionará.
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Holaaaaaaaaaa.
¿Qué ondaaa?
Como verán este es el capítulo 1/3. :) (Por hoy nada más, no se entusiasmen AHRE)
¡Espero que les guste!

Family And Problems||•Omelia•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora