Narra Amelia.
Luego de pasar una semana en el hospital April decidió que Owen debía volver a casa.
-Lau-dijo Tommy. -Será mejor irnos. Esta es la habitación de mamá y papá.
-Ya sé a lo que vas-dijo Laurence-no podrán darse besitos a escondidas.
No tuvimos tiempo para responder porque salieron de mi habitación corriendo.
-¿Cuándo nos descuidamos tanto?-pregunté avergonzada.
-No lo sé-rió. -Creo que olvidamos que pueden vernos.
-Ahora no-dije y mordí mi labio.
Me acerqué a él y nos besamos.
-Me encantaría seguir pero tienes que descansar-sonreí besándolo por última vez.
-¿Y qué si no quiero?-preguntó desafiante.
-No podrás curarte y si no te curas no hay más besos-reí.
-Entonces voy a descansar-sonrió. -Pero si me das un último beso, así como el de las buenas noches, no me ofendo.
Sonreí y cumplí su deseo.
-Ahora sí. No más besos para ti ni para nadie, descansa si quieres más.
Salí de mi habitación y me dirigí hacia el living, allí estaban mis dos hijos.
-¿No van a salir de paseo?-pregunté.
-Laurence va a ver a su enamorado.
-¡Silencio!-exclamó.
-¿Quién es el afortunado?-Pregunté divertida.
-Teo-respondió con simplicidad.
-¿Teo?-pregunte incrédula.
-Hablé con él y me dijo que estaba arrepentido por todo así que elegí darle una oportunidad más, pero es la última.
-Está bien-sonreí. -Todos merecemos otra oportunidad siempre y cuando aprendamos. Laurence, no quiero que nadie más te lastime.
Me observó fijamente y finalmente me abrazó.
-Juro que voy a decirte todo lo que hagamos.
-No tienes que hacerlo si no quieres-reí. -Por supuesto que me encanta cuando lo hacen pero no deben sentirse obligados por mí.
Asintió y subió a prepararse.
-¿Quién es la chica que te tiene a sus pies?-Pregunté sentándome a su lado. Tommy sonrió y miró hacia otro lado.
-Emilia-respondió.
-¿Qué?-Pregunté escandalizada. -¿Es una broma?.
-No-sonrió. -No es una broma.
-¿Exactamente adónde viven ahora?.
-Aquí, en Seattle. Pero no la veo desde que sucedió todo lo que sucedió .
-Tienes que verla y si ambos quieren deben intentarlo.
-¿Estás segura de eso?-preguntó.
-Más que segura-sonreí.
-Voy a llamarla ahora-dijo entusiasmado y corrió a prepararse también.
Narra Laurence.
-Por eso quería pedirte disculpas-dijo Teo.
-Lo entiendo-sonreí. -Pero sabes que, sea lo que sea que este pasándote jamás tienes que juzgar a alguien por su apariencia física.
-Lo se-sonrió apenado. -Y lo siento, Lau.
-Te creo-sonreí dándole ánimos.
-Y, no se si decirlo así sea correcto pero me gustas.
Suspire. Ahora yo tenía miedo.
¿Qué se supone que tengo que responder?
-A mí también-sonreí y miré hacia otro lado.
-¿Entonces qué podemos hacer?-preguntó.
-Esto es vergonzoso-admití.
-Literalmente-rió.
-Podemos intentar ser algo más que amigos si quieres.
-¿No sientes rencor hacia mí?-preguntó.
-Claro que no. Creo que son cosas que suceden.
-Entonces-se levantó de mi lado y se arrodilló quedando a mi altura. -¿Quieres salir conmigo, Laurence Hunt?.
Sonreí mientras fingía pensar en la respuesta.
-Puede ser.
-¿Puede ser?.
-Si me das un beso claro que sí. Pero uno de amor de verdad-reí.
Se acerco a mí y me besó.
Sus manos se posicionaron sobre mi cintura mientras que las mías rodearon su cuello.
Nos separamos por falta de aire y sonreí aún pegada a él.
-Estoy feliz-dijo.
-De todos modos vamos a ir lentamente. Nadie nos corre.
-Gracias por perdonarme, Lau.
Sonreí nuevamente y esta vez fui yo quien se abalanzó sobre él para unirnos en un beso.
Me sentí completa, como si nada me faltara.
Narra Tom.
-¿Vas a decir lo que quieres decir?-preguntó Emilia.
-Si, oh, ya sabes. Yo siento que ambos tenemos una co-conexión especial y bueno. ¿por qué no aprovecharla?.
-¿A qué te refieres?.
-Laurence dijo que sentías algo por mi.
-Maldita perra-dijo riendo.
-Y yo también por ti.
No hizo falta que siga hablando ya que sus labios atacaron los míos de un movimiento brusco, casi sin dudarlo.
Nos separamos por falta de aire y observé a mi alrededor, las personas nos observan como si fuéramos dos objetos despreciables.
-Necesitaba hacer esto hace tiempo-confesó. -¿No tenías novio?.
-Sí, tú misma lo has dicho, tenía. Ya no más porque decidí que quería intentarlo contigo.
Sonrió al escucharme y tomó mi mano.
-Sé que hubieron incontables problemas con nuestras familias pero, independientemente de eso podemos intentarlo y nos va a ir genial.
-¡Qué optimismo!-reí. -Quiero intentarlo.
-¿Quieres?-preguntó poco convencida.
-¡Quiero!-exclamé y la tomé entre mis brazos.
Capturé sus labios, esta vez fui yo.
Narra Owen.
Luego de tomar un descanso me levanté para tomar un vaso de agua.
Evolucioné de una manera rápida y eficaz porque no fue un corte profundo y además de eso seguí todas las reglas al pie de la letra.
-¿Adónde crees que vas?-preguntó Amy.
-Necesito beber agua.
-Espera aquí-dijo sonriendo y besó mis labios rápidamente. -Yo voy a traerlo por ti.
Obedecí sus órdenes y en menos de cinco minutos estaba de vuelta con agua.
-Laurence y Tommy salieron.
-¿Juntos?-pregunté.
-No recuerdo-rió nerviosa.
-Salieron por separado-afirmé.
-Si-sonrió.
-Estoy de vuelta-dijo nuestra hija más feliz que nunca adentrándose en la habitación.
-¿Dónde estabas?-pregunté fingiendo enojo.
-Con Emilia.
Sonreí.
-Regresé-dijo Tommy.
-¿Dónde estabas?-preguntó Laurence bebiendo agua.
-Con Emilia.
La fulminé con la mirada y oí una carcajada proveniente de Amelia.
Laurence se ahogó con la bebida y su rostro estaba tan colorado como su cabello.
-Me debes una explicación-dije conteniendo la risa. -Y tú también-observé a Tommy.
Ambos se miraron y rieron negando con la cabeza.
-Tenemos que pensar mejor la próxima-dijo Tommy.
-Mucho mejor-continuó Laurence.
《♡》
Bueno, doy por finalizado este día ♡
¿Qué les parecieron estos tres capítulos? ¿No fueron tiernos? Aunque sé que se asustaron.
Hace mucho tiempo que no subía tres capítulos el mismo día pero la inspiración vino a mí así que espero que disfruten♡
Estuve algo inactiva y quería recompensar esa inactividad de alguna manera.
(NO SE OLVIDEN DE VOTAR SI LES GUSTA, ES GRATIS Y ME AYUDANNNN)
¡Gracias por leer amores!
Hasta la próxima. ♡
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Family And Problems||•Omelia•
FanfictionAmelia Shepherd y Owen Hunt. Un matrimonio feliz, con dos hijos adolescentes y su vida prácticamente formada. Sus hijos ya no son tan pequeños como antes, deben adaptarse y acompañarlos en cada paso que dan.