capítulo 19|"volviendo a la normalidad"

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Narra Laurence.


-Hola preciosa-la voz de Teo resonó en mi habitación.


Estábamos en una video llamada, al parecer nos llevamos mucho mejor que hace semanas.


-Hola-sonreí.


-Quería disculparme contigo por haberte llamado de esa manera.


-Oh, disculpas aceptadas-reí nerviosa. -¿Quieres hablar de algo más?


-Sí, me han dicho que Tommy es homosexual.


Cerré mis ojos y suspiré, iba a burlarse de él.


-Sí. Es homosexual.


-Qué raro. ¿No crees?.


-No es raro, simplemente decidió algo diferente a nosotros.


-Pareciera una enfermedad-sonrió.


-No es una enfermedad, Teo. Es algo normal, no lo hace menos persona que a ti.


-Lo sé, pero es asqueroso.


-¡Claro que no! No es un bicho raro-grité.


Hoy a la mañana pelee con mis padres, ahora Teo diciendo incoherencias. Sólo faltaba Tommy y ya estaba completa.


-Sigues siendo la misma persona de siempre, eres cruel.


-Adiós, Lau.


Finalicé la llamada y dejé a un lado a mi celular, necesitaba romper algo.


Me sumergí en mi mundo por un instante olvidando todo tipo de problemas, la música era mi fiel acompañante para cualquier ocasión.


Mamá vino a mi habitación y lo último que necesitaba era hablar con ella, pero lo hice.


Y sí, es lo que esperan, terminó de la peor manera.


Le advertí sobre eso, no quería hablar, pero cuando estoy enojada no hay advertencia alguna que detenga mis palabras.


Fui hiriente, aunque por una vez en la vida había sido honesta con ella.


Ahora necesitaba llorar y descargar toda la angustia que estaba en mí.


[...]


-Baja a cenar-propuso Tommy.


-No quiero, gracias.


-Vamos, enana. Sólo ven conmigo, yo tampoco quiero estar solo.


Acepté y lo seguí hasta llegar al living.


-Hola, Lau-dijo papá.


Sólo sonreí.


-¿Por qué no pruebas pizza? ¡Está genial!


-Oh, no, gracias pa. Estoy satisfecha.


-No probaste nada, Laurence-dijo Tom.


-Dije que no tenía hambre-me encogí de hombros y me retiré dispuesta a subir hacia mi habitación.


-No puedes pasar un día entero sin probar aunque sea una fruta-dijo mamá.


-No necesito sus consejos para mantenerme de pie, hace tiempo vengo sola con todo. No tengo hambre.


Los cuatro quedamos en silencio, uno incómodo, así que me dispuse a regresar a mi habitación.


[...]


-Su madre se siente fatal hoy-dijo papá. -Me encantaría quedarme pero tengo que ir al hospital me guste o no.


-Yo tengo un examen importante-continuó Tommy.


-¿Soy la única que puede quedarse?-pregunté. -No puedo creerlo.


Aún no había hablado con ella y ya había pasado un mes.


Un mes desde la última vez que hablamos: esa maldita cena en la que todo empeoró.


-Por favor, cariño.


-Está bien-dije.


-Sé buena con ella al menos durante hoy.


-Sé lo que tengo que hacer con una embarazada-respondí con fastidio. -Voy a llevarme bien con ella al menos por hoy, ahora pueden irse tranquilos, no voy a matarla.


-No tienes que quedarte por mí, Laurence Hunt.


-No lo hago por ti, Amelia Shepherd. Lo hago porque soy la única persona que puede quedarse hoy y porque estás embarazada.


No respondió, me dio la espalda y se retiró del lugar.


-Por favor, Laurence. Sé buena al menos durante unas horas.


-Seré la mejor hija-sonreí de una manera falsa. -¡Que tengan suerte en su divertido día sin embarazadas!


Tommy rió y papá sólo negó con la cabeza.


-Esto va a salir mal-afirmó antes de cruzar la puerta.


-Muy mal-continuó Tommy.


-¡Suerte!-sonreí.


Subí a mi habitación, por supuesto iba a dormir al menos algunas horas más.


Me sentía rara sin hablar con mamá pero algo dentro de mí me decía que mi deber era hablar con ella ahora que estábamos solas, al fin.


Toqué su puerta dos veces pero al no obtener respuesta regresé a mi cama.


Me coloqué los audífonos deseando que nada ni nadie me interrumpa y comencé a escuchar música.


Cerré mis ojos para relajarme aún más pero, desgraciadamente, alguien me quitó los audífonos.


-¿Qué te duele ahora?-pregunté con fastidio.


-El pecho-respondió.


-Puedo llamar a una ambulancia.


-Era chiste-sonrió. -Extraño a mi hija y me comporté como una idiota con ella. ¿La conoces?.


-La conozco y ella coincide contigo, aún así piensa que algo de culpa también fue de ella.


-Claro que no-Volvió a sonreír.


-¿No te Olvidaste de mí?-pregunté.


-Claro que no, Lau. Te amo a pesar de todo-me abrazó.


-Y yo a ti, mami.


-Ahora necesito que me prometas que jamás vas a quedarte callada y siempre que tengas algo para decirme lo harás.


-Lo prometo-sonreí y volví a abrazarla.


Sentirla. Eso necesitaba.


{♤}


HolaaaaaAAAAAAAA


Ahora sí ¡Buen comienzo de semana!


No tenía pensado publicar hoy pero no los podía dejar así con la intriga así que espero que estén a gusto ahora.


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¡Gracias por leer!


Family And Problems||•Omelia•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora