Capítulo 27|''adaptarse a los cambios"

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Narra Owen.
Melody comenzó a llorar en la mitad de la madrugada.
-Es la tercera vez-dijo Amelia. -Creo que voy a morir estresada.
-Puedo ir yo si quieres.
-Por favor-sonrió.
Tomé a la pequeña bebé en brazos y recorrimos toda la habitación.
-Quiero dormir con ella-Amy sonrió. -¿Podemos?.
-Claro-sonreí. -Hay lugar para una más.
Acomodé a Melody en el medio, Amelia se giró quedando sobre su hombro y estiró su brazo para cubrir con su mano la pancita de nuestra hija.
Hice lo mismo y sonreí al ver que ambas dormían plácidamente.
Hoy se cumple una semana desde que regresamos a casa, una semana llena de llantos por parte de ambas, estrés, sonrisas, paciencia y por sobre todas las cosas amor.
-Buen día-dije al ver que Amelia estaba con Melody.
-Está alimentándose-sonrió.
Admiré como se aferró a Amy con su pequeña manito y continuó alimentándose.
-¿Puedes palmear su espalda por mí? Es que necesito orinar-sonrió. -Juro que regreso rápido.
Asentí y comencé a palmear su espalda.
-¿Listo?-preguntó el amor de mi vida.
-Listo-sonreí. -Al parecer alguien tenía sueño.
La tomó en brazos nuevamente y salió de la habitación.
Luego de prepararme para ir al hospital bajé a desayunar.
-Es sábado. ¿Vas a trabajar?-preguntó Laurence.
Ignoré su pregunta y continué con mi camino, aún estaba enojado con ella.
-Bueno-sonrió con tristeza. -¿Por qué vives con Melody en brazos, ma?.
-Es imposible dejarla sola en su cuna-respondió Amelia con simplicidad y sonrió. -Necesito tenerla cerca.
-Al parecer le encanta-Tommy sonrió fascinado con su hermanita.
-Es como el juguete de todos nosotros, nos divierte, la adoramos y se roba nuestros corazones-bromeé. -¿Verdad Melody? Eres la pequeña más linda-besé su cabeza.
-Es muy tierna-Lau se encogió de hombros.
Finalmente me despedí de ellos para dirigirme al hospital.
-Buenos días, jefa.
-Hey, Hunt. ¿Qué sucede?.
-Quería pedirle vacaciones, esta vez sí voy a cumplir, lo juro-reí.
-Acaba con tu turno de hoy y sé libre, Hunt. Vuelve cuando tu bebé camine-bromeó.
-Gracias jefa-sonreí y salí de allí.
Me dirigí a urgencias donde había pocos pacientes y luego, al finalizar mi turno, regresé a casa.
Narra Laurence.
-¿Te gustan las palomitas?-preguntó Teo.
-No son de mi preferencia pero me agradan-sonreí.
-¿Quieres?-preguntó.
-Claro.
Decidimos quedarnos en el parque a disfrutar del aire libre y los niños, me agradan y a él también.
-¿Cómo va todo con Melody?.
-Es algo estresante que llore tanto, pero es normal en un niño.
-¿Llora?.
-Sí, suelo fastidiarla-reí. -Es tentador jugar con sus mejillas o darle besitos. Parezco de cinco años.
-¡Laurence!-exclamó y rió. -Le das a tu madre un doble trabajo.
-A mi madre ya no la veo con tanta frecuencia así que no-me encogí de hombros.
-¿Por qué no?.
-Siempre está en el hospital con Melody o visita a mis tíos, yo estoy en el instituto a veces o paso tiempo contigo, es un caos mi casa ahora.
-¿No estás celosa, verdad?-preguntó.
-Claro que no-sonreí. -Me encanta la idea de tenerla, estoy algo estresada ya así que decidí visitar a Robert nuevamente esta semana.
Sonrió y me aferró a él.
Luego de aquella cena en la que papá expulsó a Teo de casa, nada volvió a la normalidad.
Hablamos lo justo y necesario, a veces preguntamos cosas sobre nosotros pero no más que eso. Creo que es una de las causas por las que no paso mucho tiempo en casa.
Elevé mi mentón para poder observar a Teo y besó mis labios delicadamente, transmitiendo paz hacia mí.
-Es hora de que vuelvas a casa-sonrió. -Es tarde y no quiero que Owen me odie aún más.
Reí. Tenía razón, no sólo iban a darme un sermón a mí por llegar a esta hora, sino también a él por llevarme tarde.
-Volveré sola, no quiero que te vean-sonreí.
-No voy a dejar que regreses sola-tomó mi mano y caminamos hacia casa.
Me detuve justo en la puerta y besé por última vez a Teo.
-Ten cuidado, por favor .
Asintió.
Giré las llaves y cerré la puerta con cuidado de no hacer ruido.
Temerosa encendí la luz y, para mi desgracia, mamá y papá estaban allí.
-Hola-sonreí.
-¿Te parece que es horario de volver?-preguntó mamá.
-Lo siento-sonreí. -No sabía que era tan tarde.
-Estás castigada-dijo papá. -No podrás ver a Teo por tres meses.
-Tiene que ser un chiste-reí. -Voy a verlo igual.
-Laurence-dijo mamá. -No vas a verlo. Fin de la conversación.
Subí las escaleras sintiendo como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.
¿Por qué me castigaban?.
Es decir, regresé tarde pero bien. Nada sucedió conmigo.
No sé si por el estrés o porque sí, pero mamá últimamente ha estado muy distinta.
Narra Tommy.
-¿Por qué la castigaron?-pregunté luego de ver cómo lloraba Laurence.
-Porque regresó tarde-respondió mamá. -Es de noche y ya no es como antes, es peligroso estar en el parque a esta hora.
-¿No están siendo un poquito duros con ella?.
-¿por qué lo dices?-preguntó papá.
-Desde que Melody nació no tienen tiempo para Laurence, ignoran sus pedidos, sus historias, ignoran sus necesidades, incluso a veces la ignoran a ella-suspiré. -No los culpo, sé que es estresante un bebé que altere su rutina pero piensen bien.
-No ignoramos a nadie-dijo mamá a la defensiva.
-Al menos recuerdan que mañana es su consulta con Robert luego de tres meses. ¿Verdad?-pregunté. -No saben cuánto desea que la acompañen pero no quiere decirlo porque quiere que ustedes cuiden de Melody.
Ambos se miraron sorprendidos y luego volvieron a darme atención.
-Lo olvidé por completo-dijo mamá. -Estuve tan concentrada en Melody que olvidé cosas tan esenciales como esto.
-Está bien que te preocupes por ella-sonreí. -Es la más pequeña y merece atención pero no olviden a Laurence, no luego de todo lo que sucedió con ella.
Ambos asintieron y me retiré del living para darles algo de privacidad.
Observé el comportamiento de todos durante esta semana: papá estuvo pendiente de Melody y mamá, mi madre sólo pensó en Melody, Laurence pasó más tiempo fuera de casa que de costumbre y yo, bueno yo tuve tiempo para observar a todos.
Narra Amelia.
-Lo olvidé, Owen. Estoy tan estresada que lo olvidé y no es justo para nadie.
-No te culpes por eso-dijo el pelirrojo y me abrazó. -Yo voy a ir con ella mañana.
-No-negué con la cabeza y limpié mis lágrimas. -Yo iré. Sé que puedo hacerlo.
-¿Qué te parece si vamos los dos?-propuso. -Al menos no va a sentirse mal.
No quería discutir sobre el tema así que acepté.
Tomé a Melody en mis brazos y la observé durante varios minutos, sus ojos estaban bien abiertos y toda su atención estaba en mi rostro.
-¿Quieres dormir con nosotros nuevamente, cariño?. Sí, si quieres-besé su cabeza y me dedicó una pequeña sonrisa.
-Papá va a dejarte dormir aquí aunque me estés robando a mamá-bromeó.
Reí y observé a Melody, que miraba a Owen con sus ojos azules.
-Ahora vamos a dormir, mañana es un largo día-dijo el pelirrojo. -Y necesito que mis princesas descansen.
Besó la frente de ambas y me ayudó a recostar a Melody, colocando almohadas para impedir que aplastemos su frágil cuerpo.
-Dulces sueños, bebé.
La pequeña apretó con fuerza mi dedo meñique y con su otra mano hizo lo mismo con el meñique de Owen.
《☆》
Holaaaaaaaa.
¿Cómo les va? Soy fan de Melody disculpen.
¿Qué piensan de Owen y Amelia? Olvidaron un poquito a Laurence.
Me encanta que Tommy los ayude a entrar en razón y observe tanto a sus padres.
MELODY SE GANÓ MI CORAZÓN. ❤
¡Gracias por leer amores!
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