Capítulo 48|"Hora de volar"

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"Ohana significa familia, y la familia nunca te abandona ni te olvida"

Narra Amelia.

Tommy se iba y no quería aceptarlo aún. 
Dicen que son ciclos, ciclos que no queremos cerrar, ciclos que nos acostumbran a ellos y luego nos cuesta soltar.
Era sábado,  sábado por la tarde.
Sólo quedaba un día para que Tommy abandone muestra casa y créanme, mis pensamientos estaban demasiado lejos del planeta.
Ayer por la tarde había comenzado a leer un libro para Laurence y Noah, así que ahora me encontraba leyendo, aunque siendo sincera no sé si estaba leyendo bien o mal, no era consciente, no podía hacer nada bien porque mi mente era una ensalada de pensamientos.
-Mañana lee el final-dijo Laurence. -No ahora. 
-Pero sólo queda una página-protesté. -Y quiero hacerlo.
-Dije mañana.
-Y yo dije ahora-me encogí de hombros. 
-Amelia-dijo Owen.  -Ve a descansar.
Rodé los ojos y finalmente me dirigí hacia mi habitación. 
Alguien golpeó la puerta logrando sacarme de mi burbuja de pensamientos. 
-¿Hay un lugar para mí?-preguntó Tommy.
-Sí-respondí. 
-Odio que estés triste por mi culpa-dijo. -Pero mami, no voy a irme a vivir a otro país o continente, sólo estaré a unos cuántos kilómetros de distancia, que podré recorrer algún fín de semana, incluso ustedes. 
-Sólo intento adaptarme-dije.  -No sé si alguna vez te dije que fui como tú, y con palabras muy parecidas le explicaba a mi madre que no debía sentirse angustiada, que íbamos a vernos.
-¿Y cumpliste?-preguntó.
-No-respondí.  -Ya sabes, las drogas,  el alcohol,  las fiestas,  todo me parecía buena opción, pero no ver a mi madre.
-¿Y cómo se mantenían en contacto?
-Llamadas-respondí. -Durante mis años de estudio la vi solamente tres veces. 
-Ahora entiendo por qué te tomas tan mal el tema-dijo. -Confía en mí, yo voy a visitarte y voy a llamarte.
-No es una cuestión de tener confianza-sonreí. -Créeme, te tengo confianza. Pero hablo desde mi experiencia, y como no fue la mejor me aterra que la tuya sea parecida.
-No lo será-dijo y se aferró a mí.  -Y si en algún momento descuido el amor que me das, te doy derecho a destruir mi rostro.
-¡Tommy!-reí. -Jamás recurriría a la violencia, no es normal, no es sano tampoco.
-Lo sé.  Sólo quería que rías,  para guardar tu risa en mi mente mientras no esté a tu lado.
-No quiero llorar-advertí.
-Hoy no-dijo.  -Y mañana tampoco,  no quiero que llores, sólo quiero que estés orgullosa de mí.
-Lo estoy-dije.
Continuamos hablando durante un largo rato, era lindo compartir una charla más profunda y sincera con él. 
-En unos años, cuando ya seas anciana y tu cabello esté de color blanco, vamos a reírnos de esto.
-Probablemente-dije imaginando la escena con alegría. -Pero no quiero que mi cabello esté de color blanco.
-Existen productos para eso-sonrió. 
Sonreí también y luego observé a un punto fijo, ya estaba más calmada, confiaba en Tommy y sabía que no iba a cometer el mismo error que yo.
Aunque, sinceramente,  seguía siendo aterrador.

Narra Owen. 

Ya era domingo, faltaban sólo algunas horas para que Tommy se vaya de casa.
-¿Tienes todo?-pregunté.
-Todo-respondió. -No me olvido nada, revisé toda la habitación de principio a fin unas diez veces. 
-¿En serio?-reí. -Creí que ya habías empacado todo.
-Lo hice-respondió. -Pero a veces no alcanza con observar sólo una vez. 
-Tienes razón-dije. -Pero el tiempo no es infinito y  podrías estar haciendo otras cosas en este momento, como estar abajo con tu madre y tus hermanos. 
-Iré enseguida- dijo.
-Antes de que bajes-dije. -Quiero hablar contigo,  será rápido,  no tomaré mucho de tu tiempo.
-Habla entoces, antes de que Amelia Shepherd logre robarte tiempo.
Reí y me dispuse a hablar.
-Quiero que siempre confíes en ti cuando se trate de dar una examen o tomar una decisión importante.
Asintió.
-Estudia y mucho,  esto no es como la preparatoria y a veces lo entendemos de mala manera-sonreí. -Quiero que seas maduro y que no tomes decisiones que puedan llegar a herir tus sentimientos.
-Lo haré.
-Si algo no te hace feliz-dije. -Si algo de allí no te gusta, sólo debes decirlo, nosotros seremos tolerantes.
Sonrió. 
-Tommy, esto es de suma importancia, comenzará a definir tu futuro esta carrera.
-Lo sé-dijo.
-Y quiero que si no es de tu agrado lo hables con nosotros,  de lo contrario vivirás siendo una persona infeliz el resto de tu vida-coloqué una de mis manos sobre su hombro.  -Tienes mi apoyo en todo, sólo quiero que seas feliz y espero que eso haya quedado claro.
-Quedó más que claro-dijo. -Hiciste todo lo que estuvo a tu alcance, estoy feliz, soy feliz, y siempre a su lado viví feliz. 
Mis ojos se llenaron de lágrimas y ambos nos unimos en un abrazo que expresaba todo.
-Te quiero-dijo. 
-Te quiero-sonreí.
Luego de acabar con nuestro abrazo salí de su habitación y  me dirigí hacia el living, donde Amelia leía la última página del libro con entusiasmo y una enorme sonrisa, una sonrisa que brindaba casi tanta luz como ella, Amelia era un ser de luz,  y estaba orgulloso de ella y de todos mis hijos.

Family And Problems||•Omelia•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora