Family And Problems||•Omelia•

Capítulo 35|El plan de Laurence.

Narra Owen. 
-¿Qué sucede contigo?-preguntó Derek. -Owen Hunt jamás está tan apagado. 
-Seguro Amelia y tú pelearon-dijo Meredith.
-Nos conocen más que nosotros mismos-reí. -Sí, peleamos y no quiero regresar a casa.
-¿Por qué?-insistió Mer.
-Amelia me pidió que no regrese.
-Amelia a veces habla sin pensar-dijo Derek. -Regresa y habla con ella, sólo así sabrás la verdad. Jamás resolverlas los problemas huyendo de ellos, debes enfrentarlos. 
Negué.  No planeaba ver a Amelia hoy.
-Ve con tu mujer y tus hijos Owen, resuelvan las cosas-Meredith sonrió.
Esyaba decidido a no regresar, no quería que terminemos aún peor que antes.
Amo a Amelia con mi vida entera y daría lo que fuera por ella, pero cuando peleamos decido respetar sus tiempos y no forzar las cosas. 
Mi teléfono comenzó a sonar y me sorprendió la persona que me estaba llamando.
-¿Amelia?-pregunté. 
-Laurence, aún no soy mamá-rió.
-¿Qué sucede?-pregunté. 
-Mamá no se siente del todo bien y quería que vengas.
-¿Tu madre quería verme?
-Sí. Ella dice que te quiere ver.
-Quiero hablar con ella-ordené.
-No puede ahora, está tomando agua.
-Dile a Tommy que le informe que quiero hablar con ella.
-No va a hacerlo, es importante la hidratación en un ser humano.
-Está bien...-dije. -Iré enseguida.
Finalicé la llamada y me sentí distinto,  no confiaba en las palabras de Laurence.
De todos modos decidí pedir el resto del día libre y regresé a casa, hoy el hospital no estuvo sobrecargado de pacientes como suele estar.
-Regresaste-dijo Tommy. 
-Sí-sonreí. -Estoy algo cansado. 
-Perfecto,  espera,  regreso enseguida.
Salió del living de una manera fugaz, fue tan rápido que casi no logré verlo.
Segundos después, Amelia estaba allí,  se veía más confundida que yo.
-No necesitaba que vengas. Ya estoy bien.
-No vine por ti-solté. -Vine por Laurence.
-No te importó Laurence antes-dijo. -¿Cómo fue tu día en el hospital? seguro estás cansado-rió.
-Entiendo que estés estresada, Amelia, pero yo no tengo la culpa de tu estrés. 
-No estoy estresada Owen.  Sólo tengo miedo.
-¿Miedo?-pregunté. 
-Sí, miedo. No quiero estar sola con Laurence y Melody,  creo que temo hacer las cosas mal y te necesito a mi lado para estar segura-confesó con vergüenza.  -Eres mi compañero de vida y creo que tengo miedo de que cuando más te necesito no estés ,  entonces reacciono de mala manera, lo siento.
Suspiré.  Yo también sentía que me faltaba algo si no tenía a Amelia, compartí los mejores momentos de mi vida a su lado.
-Ven aquí-dije al notar que se estaba esforzando para no llorar.
Se aferró a mí con fuerza y colocó su cabeza sobre mi pecho. 
-Lo siento-dijo en un sollozo.
-Oye, no-besé su cabeza. -Amy, sólo tienes que decirme cuando algo te molesta y voy a intentar resolverlo contigo.  La solución no es alejarnos, cariño.
-Hace tiempo no me llamas cariño y me gusta-confesó con vergüenza.  Cuando Amelia sentía vergüenza de algo hablaba temerosa. 
-¿Te gusta?-pregunté.
-Sí-respondió. 
-Te amo cariño-sonreí. 
-Yo te amo a ti, Hunt-besó mis labios.
Narra Laurence.
-Puede que alguno de los dos esté cometiendo un crimen en este momento-bromeé. 
-Van a reconciliarse, estoy seguro de eso.
-Espero que logren hacerlo porque me fascina verlos juntos. Y Melody  también es feliz cuando los ve.  ¿Verdad Ody?.
Mi hermana me regaló algunas sonrisas dejándome impactada, se parecía tanto a mamá que si no fuera por la gran diferencia de edad diría que es su clon.
-Hey-dijo papá. 
-¿Cómo es que estás aquí y no abajo con mamá?-pregunté. 
-Yo también te quiero.  ¡Claro que mi día de trabajo fue genial, gracias por preocuparte!
-Justo respondiste lo que quería saber-sonreí.
-Traje un regalo para ti.
-Quiero saber qué es-dije.
-Un abrazo-respondió y me aferró a él. 
Sonreí.  Me encantaban sus abrazos,  eran acogedores y protectores,  si estaba en sus brazos sentía que nada podía hacerme daño.
-Soy invensible cuando tú me abrazas-sonreí.
Besó mi mejilla y me sentí feliz. Debo admitir que esa felicidad era gracias a mi familia.
-Gracias por llamar a su padre-dijo mamá.  -Jamás hubiese vencido a mi orgullo de no ser por ese leve empujón que me dio Tommy al bajar las escaleras. 
Reí.
-De nada.  No es porque sean mis padres pero están hechos el uno para el otro y se necesitan más que nunca, además Tommy es algo intenso y no me gusta soportar sólo a él. 
-¿Le dijiste a papá lo que pasó contigo?-preguntó Tommy y observó a mamá. 
-¿Qué sucedió?-interrogó mi padre.
-Hoy vomité unas dos veces, además de las migrañas.
-Es el estrés-respondió papá. -Además estás muy nerviosa,  necesitas descansar tu mente.
Mamá asintió.  Estaba muy pensativa. 
-Voy a descansar hoy, lo prometo-sonrió.
-Además no duermes bien-reprochó papá.  -No puedes dormir sólo tres horas cariño.
Mamá asintió dando a entender que sabía qué hacer. 
Me encantaba que estemos todos reunidos en una habitación,  disfrutando de nuestras ideas y compartiendo charlas.
-¿Qué hay de Teo?-preguntó Tommy. -Sólo lo vi dos veces en el hospital.
-No quiero que me vea de esta manera-admití. -Voy a espantar a mi novio.
-Claro que no-dijo papá.  -Si en verdad te ama, no escapará de ti jamás. 
-Dile que venga mañana-propuso mamá. 
Asentí.  Creo que necesitaba a Teo.
Narra Amelia. 
Mientras cepillaba mis dientes observaba a Owen imitando mi acción. 
-Tu cabello se ve más lindo cuando está así-hice referencia a su cabello empapado. 
-Tú te ves linda en cualquier estado-depositó un beso en mi cuello.
-Hoy estaba desastrosa-reí. -Vamos, acabé con mis dientes.
-Yo también-dijo.
Tomé  su mano para dirigirnos hacia el cuarto.
-Espero que descanses toda la noche.  De lo contrario, mañana no dejaré que te despiertes temprano-advirtió mientras me aferraba a él,  envuelta en el calor de las mantas y su cuerpo me sentía protegida.
-Voy a descansar, lo prometo-sonreí y coloqué mi cabeza sobre su pecho. 
-Espero que cumplas tu promesa, necesito que estés bien.
-Lo de hoy fueron sólo síntomas del estrés, estoy bien y estaré aún mejor, lo prometo.
-Te amo-besó mis labios. 
-Yo también te amo-le devolví el beso.
Cerré mis ojos y me concentré en mi único objetivo actual:dormir.
Y lo logré, no hay nada que no logre en brazos del pelirrojo más lindo del universo.