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Narra Amelia.
-¡Melody!-exclamé y corrí como hace tiempo no lo hacía. -Mierda-dije mientras la tomaba en brazos e intentaba calmar su desesperado llanto.
La había dejado tan solo cinco minutos sola, me había descuidado un instante, y cuando estaba regresando para tomarla en brazos nuevamente cayó al suelo.
-Hey, pequeña-sonreí. -Ya estoy aquí.
Poco a poco sus quejidos cesaron, aunque sus ojitos seguían cristalizados.
Colocó su cabeza sobre mi pecho y comenzó a llorar nuevamente.
-Tranquila Melody-susurré. -Tranquila, por favor.
Cuando ya estaba más calmada -Aunque sus ojos seguían iguales-, decidí llamar a Owen.
Llamarlo era lo último que deseaba en ese instante, pero verdaderamente debía llevarla al hospital.
-¿Amelia?-preguntó del otro lado un Owen completamente diferente.
-Melody ha sufrido una caída-dije. -Y debo llevarla al hospital.
Se oyó un suspiro del otro lado y luego se dispuso a hablar:
-Estoy en el hospital, ven.
Finalicé la llamada sin darle respuesta alguna, después de todo no había nada que responder.
Las respuestas como: "Adiós, te amo" ya no eran una posibilidad.
Y si se preguntan:¿Cómo va nuestra relación?
La respuesta es simple: De mal en peor.
Aún pasó un día desde nuestra especie de separación y créanme, lo extraño demasiado.
Cuando llegamos al hospital no dudé ni un instante en adentrarme, y justo allí estaba Owen, al parecer nos esperaba.
-¿Qué ha sucedido con ella?-preguntó e inmediatamente la tomó en brazos.
-Una caída, sufrió una caída.
-¿Qué caída?-preguntó.
Sus preguntas me ponían incómoda.
-La dejé tan solo cinco minutos para buscar nuestros abrigos e irnos porque Tommy, Laurence y Noah nos esperaban en el centro comercial y cuando regresé vi cómo cayó al suelo.
-Irresponsable-masculló.
Me detuve en seco y giré para verlo con mayor claridad.
-¿Irresponsable?-pregunté. -¿Desde cuándo la irresponsabilidad es mía?
-Camina, Amelia.
-Eres un...
-Inmaduro, egoísta y mala persona. Ahorra tus palabras y camina.
Suspiré y continué caminando.
Utilizar el ascensor fue una pésima idea, era incómodo.
Se detuvo justo tres pisos antes de Pediatría y abrió sus puertas dejando ver a nuestra querida Carina DeLuca.
Observé a Owen, que me dio una mirada amenazante, y tomé en brazos a Melody inmediatamente.
-Sólo falta Teddy-susurré.
Y como si fuera por arte de magia, o pura suerte, Teddy Altman también subió al mismo ascensor.
-¡Estamos todos!-exclamó Carina, inmediatamente recibió una mala mirada por parte de los tres. -Lo siento, fue un pésimo comentario.
-De hecho, el peor que he escuchado en años.
Owen me fulminó con la mirada y luego llegamos a nuestro destino, porque de no hacerlo juro que hubiese continuado hablando con la talentosa Carina DeLuca y la preciosa Teddy Altman, quien me daba malas miradas de vez en cuando.
-Hey-dijo Alex.
Arizona, a su lado, nos regaló una de sus hermosas sonrisas.
-Owen nos ha dicho todo lo que sucedió-comenzó a hablar Arizona.
-Y queremos examinar a Melody a solas-concluyó Alex.
Reí.
-No-negué. -Soy su madre y quiero estar presente.
Ambos observaron a Owen y luego regresaron su mirada hacia Melody.
-¿Qué planeaste?-pregunté al salir de la habitación.
Todo estaba bien con Melody, sólo había sido un susto.
-¿Yo?-preguntó. -Me conoces bien, no creo planes.
-En realidad, no te conozco bien-dije.
-No quiero oír tus reclamos-dijo. -No si no escuchas mis explicaciones.
-Bien-dije y tomé su mano para guiarlo hacia un cuarto de descanso.
Frunció el ceño.
-¿Qué se supone que hacemos aquí?-preguntó.
-Te escucho-dije. -Melody está con Alex y Arizona, tenemos tan solo unos minutos.
-Bueno, en realidad no hay mucho que explicar-comenzó a decir.
-Ve al punto, Owen-ordené con poca paciencia.Narra Laurence.
-Quiero helado-Noah sonrió.
-Quieres todo-dijo Tommy.
Los tres reímos y continuamos caminando.
-¿Por qué Amelia no viene con nosotros?-preguntó el pequeño niño.
-Porque está en el hospital con Melody-sonreí. -No es nada. Ahora vamos por tu helado y regresemos, hemos pasado tres horas aquí.
Regresamos a casa algo cansados, los tres, pero sobre todo el pequeño Noah.
-¿Puedo irme a dormir?-preguntó.
-No lo sé-respondí. -Si le dices a Tommy que yo soy tu favorita sí.
Sonrió avergonzado y negó.
-Igual no tengo sueño-se encogió de hombros.
Reí. Por supuesto que tenía sueño, pero no quería decirle eso a Tommy.
-Es broma, puedes ir-dije al notar que sus pequeños ojitos se estaban cerrando.
-Igual eres la mejor-sonrió y me abrazó.
Sonreí. Noah era un niño inteligente y divertido, creo que necesitábamos un niño de su edad en casa para crear un ambiente más alegre.
Yo también estaba cansada, pero le había prometido a Tommy que haríamos maratón de nuestra serie favorita.
-Aún no hablé con mamá sobre Emilia-dijo. -Creo que me aterra.
-¿Por qué?-pregunté. -Mamá aún no muerde, quizá más adelante lo haga-bromeé.
-No intentes bromear, no es momento.
-Estás demasiado malhumorado-dije.
-Sí-respondió. -¿Y qué? Tú siempre utilizas tus tontas bromas para todo.
-Espera-dije. -¿Acaso es mi culpa que Emilia no quiera estar contigo? ¿Es mi culpa que tú hayas decidido estudiar a kilómetros de distancia?
No respondió.
-No lo es-respondí a mi pregunta. -Entonces no intentes pelear conmigo para descargar tu ira, porque no seré esa persona a la que vas a decirle cosas horribles, al menos no hoy.
-Laurence, no tienes que tomarte todo tan en serio.
-¿Y cómo quieres que me tome las cosas?-pregunté manteniendo la calma. -Si lo único que haces es estar malhumorado todo el día.
-¿Sabes qué?-preguntó. -No tengo ganas de ninguna maratón.
-Genial, porque yo tampoco quería.
Acto seguido, decidí acostarme a dormir.
Estaba cansada y creo que me sentía extraña, porque Emilia era mi mejor amiga y él mi hermano, entonces jamás podría hablar de una manera cómoda frente a alguno de ellos.
Era horrible, porque faltaba una semana para despedirnos y él continuaría enojado, era lo suficientemente orgulloso.
Esperaba con ansias que mamá regrese, porque la necesitaba, y sé que suena ridículo necesitarla todo el tiempo, pero al fin y al cabo era la única que podía ayudarme.Narra Owen.
-Y justo cuando la puerta se abrió Carina me besó, por supuesto que no respondí, estaba perplejo-concluí.
-¿Y pretendes que yo crea esta estupidez?-preguntó.
-Esta estupidez es la realidad-respondí. -Si quieres creer en la verdad puedes hacerlo, o seguir creyendo que yo realmente te engañaba con Carina, algo estúpido porque eres la única persona a la que amo así.
-Es que me es difícil creerte-dijo. -Siendo sincera.
Comenzó a caminar por la habitación, de un extremo al otro, logrando ponerme nervioso.
-Amelia-dije. -¡Amelia!
-¿Qué quieres?-preguntó elevando su tono de voz. -Estoy intentando pensar.
Reí.
-Es que igual no te creo-confesó. -¿Qué hacías en este cuarto con Carina?
-Ella me llevó allí, engañado por su puesto.
-Oh claro-rió. -Tú la seguiste hasta un cuarto de descanso porque ella te engañó.
-Sí-dije serio, ya me estaba poniendo los pelos de punta.
-Eres un mentiroso-concluyó. -Pero eres tan hermoso que me es imposible estar alejada de ti.
-¿Gracias?-dije. No sabía si eso era un halago o intentaba convencerse a ella misma.
-Ganaste, Owen-dijo. -Puede que sea verdad lo que estás diciendo, aunque algo dentro de mí me lo repetía una y otra vez, pero créeme, no es fácil para mí ver que mi esposo besa a otra persona.
Guardé silencio, quería oírla atentamente.
-Y sí Owen, te amo, no puedo estar alejada de ti, no quiero tampoco-confesó y comenzó a caminar de un lado a otro nuevamente. -¿Qué fue lo que me hiciste? No lo sé, sólo sé que elijo creerte porque te amo, y te amaré por siempre, jamás había sentido con nadie lo que siento por ti: Las "mariposas" en el estómago, la necesidad de sonreír cada vez que te escucho hablar, besarte y que mis sentidos se alteren, un sinfín de emociones recorren todo mi ser cuando estoy cerca tuyo y recibo tus caricias, tus besos o simplemente tus brazos me rodean.
Estaba ¿Emocionado? no lo sé, pero cada día afirmaba aún más que la amaba, y que era la persona con la que quería compartir el resto de mi vida sin importar qué.
-Y lo siento si a veces actúo como una impulsiva, o si te lastimo con mis palabras, o mis actos, o lo que sea-por primera vez me observó a los ojos y noté el brillo en los suyos. -Pero te amo, ¿Okay? es la manera en la que voy a resumir todo lo que siento por ti.
Sonreí y me acerqué a ella para besarla.
Tomé su delicado rostro entre mis manos y ambos nos observamos atentamente, supongo que intentábamos transmitirnos todo, de principio a fin.
-También te amo-susurré y la besé con dulzura y calidez.
Respondió a mi beso, al principio con timidez, pero luego volvió a ser Amelia, mi Amelia, la de siempre.
-Cada día compruebo más que no puedo estar alejada de ti-dijo al romper el beso y se aferró a mí. -¿Me perdonas?
-No tengo nada que perdonarte-confesé. -Fue común tu reacción.
-¿Lo fue?-preguntó.
-Yo también reaccione de esa manera cuando pasó lo que pasó.
-Te amo-susurró.
-Yo también-susurré y la aferré más a mí.
Ambos hicimos silencio, aunque era un silencio hermoso, un silencio que expresaba que ambos estábamos en paz.
Por mucho que intentemos estar alejados de alguien, si realmente hay amor por esa persona, volveremos a acercarnos y seremos aún más fuertes, nuestro vínculo será aún más fuerte.
¿Por qué? Porque a pesar de las peleas, las verdades que duelen, y todo lo que sucede cuando alguien se aleja (No sólo una pareja, sino amistades, vínculos familiares y demás), se demostraron una vez más que se siguen eligiendo para acompañarse.Bueno, acá doy por finalizado este capítulo que, al principio, me costó escribir.
Créanme, no es nada fácil estar conforme con un capítulo, así que espero que les guste.Por otro lado, me sentí re bien escribiendo la "reconciliación " de Owen y Amelia, y me gustó cómo quedó también.
Una vez más, gracias por leer amores ♡
¿Vieron que era cuestión de tener paciencia? 😂
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Family And Problems||•Omelia•
FanfictionAmelia Shepherd y Owen Hunt. Un matrimonio feliz, con dos hijos adolescentes y su vida prácticamente formada. Sus hijos ya no son tan pequeños como antes, deben adaptarse y acompañarlos en cada paso que dan.