Prólogo

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Dos años es mucho, bueno, es poco. Sentir esa insistencia de querer volver hacía atrás, retroceder el tiempo y también cada palabra dicha.

La graduación, fue el maravilloso día en el que me liberé, que sentí que podía olvidar todo. Mis bajas calificaciones, mis problemas con estudiantes, mi rendimiento, todo cambiaría, ya no importaba aunque eso manifestaría si me aceptaran o no en una privilegiada universidad de los Estados Unidos, lo que necesito y quiero, o tal vez en una universidad en Haití, la educación que no me merezco. Pero el pasado no es lo importante, aunque sea influencia, el futuro lo tengo por delante, sólo espero que llegue y pueda sonreír como mi primer día de clases.

Alonso, él era uno de mis tantos problemas, perdía la noción de el tiempo y de las palabras cuando estaba con él, incluso sin él mis pensamientos se envolvían en su mirada y en su voz que resonaba en mi mente, él se ha convertido en la persona especial, en la que no sólo te llama la atención su físico, sino también sus sentimientos. Él se ha convertido en el todo de mi corazón, cuando no había nadie.

Los problemas que sucedían entre nosotros eran absurdos, y pocos importantes, sabíamos como manejar cada situación y la delicadeza de nuestra forma de hablar, no nos podía llevar a una discusión más grave, nunca hemos tenido una grave, sabemos llevar bien cada situación.

Dos años han pasado, dos años los cuales mi vida ha dado un giro inesperado.

Con Alonso no corría peligro, el me protegía como un buen padre protege a sus hija, como un padre se preocupa por el bienestar de su hija; me hacía entender que para él yo era su todo, igual que él lo era para mí. Alonso ha cambiado emocionalmente, ahora es la persona más celosa que me ha rodeado, es diferente, sus dificultades han mostrado su gran sentimiento ahogado en lo profundo de su corazón desde la muerte de su padre hace dos años, pero sabe como mantenerse al margén.

Mi madre es la misma, no ha cambiado siquiera su físico, sigue siendo protectora y habladora, aunque se lleva bien con Alonso, parece que un buen yerno le hacía falta para su vida, he de pensar que en momentos díficiles podría defender más a Alonso, que a mí, su hija.

Yo, soy aquella que va a la universidad y sólo tiene una amistad, pero mejor es sólo tener una persona en qué confiar, que una persona que es hipócrita al darte la vuelta, las amistades que tuviera o no en la universidad no se hacían importantes en mi vida, no lo necesitaba, estoy en la universidad no para crear vínculos ni amistades con personas diferentes a mí y a mí estilo de vida, estoy bien con lo que tengo, estoy en la universidad para crear un aprendizaje más profundo en lo que me gusta, o lo que tal vez me gustó un tiempo y se ha vuelto totalmente distinto el amor que le tenía a la materia, se ha convertido en lo contrario de amor.

Todos los del colegio manteníamos el contacto, seguíamos estando unidos, a pesar de los contratiempos o días lluviosos no nos separamos. Sophia, Annaís, Esteban y Michael, siguen estando ahí para cuando los necesite, en las buenas, en las malas, en las situaciones que todos te abandonen, en los sueños, en todo momento ellos estan y no nos juzgamos por lo que somos, porque no hemos aparentado lo que no somos, que es lo más importante de una amistad, y de un amor.

Por Su AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora