Capítulo 23

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Los dos tenían demasiada sangre, pero Alonso tenía aún más.


- Cállense idiotas, Alonso, Joe es mejor que tú en ciertas cosas que ni imaginas y Joe ¡No somos iguales! yo no puedo estar con ninguno de los dos. -Dije ya harta.


- Alonso, soy mejor que tú. -Dijo Joe con una sonrisa ladeada.


- ¿Eres mejor que yo?


- Puedo matarte en un instante, Alonso.


- Yo también -Dijo con la cabeza gacha -, mira. -Alonso sacó de su bolsillo un arma, KMK-512 para ser específica.

Alonso oprimió el gatillo y le disparó a Joe, quedé paralizada, sentía como me caía por un abismo, con Joe se iría mi vida, mis mejores recuerdos, mis mejores peleas, Joe tenía entreabiertos los ojos, fue algo inexplicable, el único que estuvo a mi lado sin siquiera saber mi nombre.
Me tumbé a su lado e intenté despertarlo.


- ¡No! ¡Joe! ¡Quédate! ¡Hijo de perra!


- Camila, te... -Agonizó.


Saqué mi móvil y marqué el número de emergencias.
Tenía su sangre, no lo quería dejar, no quería que se fuera, que me dejara, quería seguir mi vida con él.
Traté de besarlo o algo parecido.


- ¡Joe! ¡Te amo! ¡Perdóname!


La ambulancia llegó y Alonso lanzó el arma al bote de basura. A Joe lo colocaron en una camilla y se lo llevaron dentro de la ambulancia conmigo.


- ¡Tú eres fuerte! ¡Por favor!


- Cami. -Dijo cerrando los ojos.


- ¡Mierda! ¡No cierres los ojos!


Las enfermeras intentaban hacer algo, yo solo gritaba como loca. No quería su muerte ¡Él era mi todo! todo sería mi culpa si le sucede algo, un pedazo de mí se iba cada vez que lo veía recostado intentando permanecer con vida.
Al llegar al hospital corrieron a urgencias, yo les seguí detrás.


- Vas a estar bien. -Dije ahogada en llanto. Podía confirmar que estaba pero que Magdalena.


- Fuiste la única que en realidad amé de verdad. -Sus signos vitales bajaron y sus ojos se cerraron, para siempre. Me desmoroné por completo, era él, Joe muerto, no volveríamos a pelear, ni lo besaría, no lo sentiría, no vería su sonrisa, su mirada, simplemente él no iba a volver a estar conmigo.


Mis lágrimas solo fluían, las deje caer, no podía detenerlas.


- Lo sentimos, intentamos hacer lo mejor.


- ¡Si hubieran hecho lo mejor él estuviera a mi lado, estuviera riendo conmigo!


- Su tiempo había llegado. -Dijo la enfermera.


- Ojalá y el suyo también llegué rápido. -Murmuré.


Salí del dormitorio.
Sus últimas palabras dirigidas a mí, quedé estupefacta por un momento, fui la única que en realidad amo, y eso podía justificarlo, era tan raro como una persona que no existía en tu vida de un momento a otro se convierta en lo que más necesitas.
Annaís estaba sentada con Alonso, al verme llorar sus ojos quedaron como platos, él entendió lo que sucedió.
Los policías que me acompañaba pedían que aclarara toda la situación.

- Murió -Dije sin mas, murió, como una palabra de cinco letras puede significar tanto. Alonso me abrazó pero lo alejé, sus abrazos eran lo que menos necesitaba -, lo mataste.


- Señorita Blades, ¿Es eso cierto? -Pregunto un oficial.


- Pelearon. Alonso sacó un arma, KMK-512, presionó el gatillo. -No iba a decir el final, no quería recordar el final.

Por Su AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora