Desperté al sentir una noche acalorada, diferente a la del día anterior, ví un color amarillento, naranja y rojo a fuera, desde la ventana observaba todo, era fuego.
- Alonso ¡Dejamos la fogata encendida! ¡Despierta! -Grité.
- Quédate aquí.
Salió de la habitación y veía borroso por la cantidad de sueño que inundaba todo mi cuerpo. Luego ví como el fuego iba bajando sus llamas lentamente, y Alonso entró con ojos totalmente abiertos a la habitación.
- ¿Todo bien?
- Bien.
- No sé si quisiera un esposo ingeniero o bombero.
- Los dos están bien, ahora duerme.
Me volteé al lado opuesto de Alonso y dormí.
Desperté a las diez y cinco de la mañana, Alonso se había levantado. Salí de la habitación, mi madre y él estaban preparando el desayuno. Había demasiada personas en la playa, estaba llena, en un Miércoles, lo cual es poco común.
- Buenos días. -Dijo mamá.
- Hola.
- Buenos días. -Dijo Alonso.
- ¿Cómo amanecistes? -Preguntó mamá.
- Dormida y con sueño ¿Y ustedes?
- Despiertos. -Dijo Alonso.
Mamá asintió riendo.
- Aquí está tu desayuno. -Colocó un plato en la mesa.
Era beicon y papas horneadas, frutas y el único jugo que bebo, de naranja, me senté y comencé a comer.
Hoy era el día que nos íbamos, volveríamos a casa.
Mamá y Alonso se sentaron y comimos. Nos metimos en el mar salado lleno de arena y de rincones ocultos, estuvimos un tiempo en la playa, luego salimos a arreglar las maletas.
- Alonso ¿Este súeter por qué está en mi maleta?
- No sé, acá tengo un sujetador tuyo, te los devuelvo otro día, se está haciendo tarde.
Recogimos todo y nos montamos al al Cadillac SRX, el auto de Alonso, la Sra. Hiller se lo regaló en la graduación a Alonso, es muy útil.
Mamá condució por precaución, Alons iba en los puestos traseros del auto y yo en el de pasajero. Fue un viaje largo, llegamos a casa de Alonso a las tres y treinta cuatro, había mucho brillo en el cielo todavía. Alonso buscó sus llaves por todas partes ¡No las trajo con él!
- Creo que están dentro de la casa. -Dijo a carcajadas.
- ¿En serio? yo pensé que estaban fuera. - Dije con sarcasmo.
-Yo igual.
Pusé los ojos en blanco.
-Sra. Nathalie, ¿Puedo quedarme está noche en su casa?
- ¡Claro, ven!
Alcé las manos en señal de derrota, creí que el juego era: yerno le cae mal a la suegra, suegra le cae mal al yerno. Pero ellos son diferentes.
Alonso subió al auto, abrí la puerta de mi asiento y cogió mi brazo, quería que estuviera atrás con él. Cerré la puerta y me coloqué a su lado. Mamá avanzó y tomamos una autopista, no entendía la razón, mi casa y la de Alonso es cerca.
- ¿Dónde vamos? -Pregunté.
- Quiero comer helado.
Me ardían las mejillas y me sonrojé, pusé una sonrisa de idiota la cual intenté detener pero se escapaba, eso me recordaba cuando Alonso y yo íbamos por primera vez, siendo amigos, a comer helado. Llegamos a "The house of Ice Cream" ¿No había otro nombre mejor?. Alonso y yo obtuvimos dos helados de vainilla, mamá uno de vainilla y chocolate mezclado.
Alonso cogió de la punta de su helado con su dedo índice y me lo colocó en la nariz, luego en las mejillas con líneas, parecía una gatita.
- Creí que el helado era comida, no maquillaje. -Dije.
- Yo también creía lo mismo, pero sirve de los dos.
Alonso ¿Quería gastar su helado? bien, lo hará. Mi helado se deslizó por mis dedos hasta llegar al suelo a propósito.
Reí.
- ¿Cami qué sucede? comportáte. -Dijo mamá.
- Es que....no sé...sólo...Alonso me puede dar de su helado ¿Cierto?
En ese momento exacto sus delicados labios saborearon lo último que quedaba del helado.
- Se ha acabado. -Dijo sonriendo.
- Te odio.
- Eso no me lo demuestras.
- No tengo por qué demostrártelo.
- Las acciones dicen más que mil palabras.
- Sí lo sé.
- Vámonos, no conozco a jóvenes de diescinueve y veinte años de edad que hablen tantas tonterías un mismo día y sin estar borrachos. -Dijo mamá.
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Por Su Amor
De TodoCamila y Alonso han tenido un amor de cuento de hadas, con el pasar de dos años juntos, aún siguen teniendo una química inmarcesible, son inseparables, pues parece que su amor es más grande que todo lo que les rodea. Los problemas que han afrontado...