Empieza

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¿Cuánto tiempo había estado en ese lugar? ¿Cuánto tiempo más debía estar en ese lugar? Había perdido la cuenta, ¿Eran días? ¿Años? No lo sabía.

Nada cambiaba.

El dolor nunca paraba, el frío eterno quemaba su piel y sus pulmones siempre rogaban por aire.

Y sin embargo la muerte no se acercaba.

No podía respirar.

No podía morir.

Todo duele.

¿Dónde estaban sus hombres? Más le valía a los malditos estar bien.

Seguía sin poder morir.

Sin poder respirar...

Esta vez Zero despertó menos agitado que la vez anterior, a pesar que su pecho subía y bajaba en respiraciones profundas.

Los sueños seguían.

Sin embargo el pánico ciego de la ultima vez ya no pasaba, era una mejora al menos. Mirando el reloj se dio cuenta que de nuevo despertó más temprano.

Gruño un poco y se levantó.

Kaname e Ichiru levantaron sus cabezas de donde estaban dormidos, ambos soñolientos.

—Duerman un poco, solo iré a bañarme...

Una suave caricia a ambos caninos y se marchó al baño, dejando a sus mascotas solas en su habitación.

Pesadillas de nuevo...

—Si esto sigue así Zero-nii podría enfermar...

Y ellos en su estado actual era poco lo que podían hacer para ayudar.

—¿Tendrá  algo que ver esto con esa cosa de las llamas?

—No no lo se, este es un tipo de poder que nunca he conocido. Ni siquiera yo como pura sangre podría hacer algo así...

Les tomó un tiempo darse cuenta de cómo era la nueva vida de Zero, no solo era el hermano  menor de un gemelo con el cual no compartía similitudes.

Aquí no había vampiros y Zero no era cazador, sin embargo la mafia parecía querer absorber a Zero y su familia.

O más específicamente al hermano mayor.

Luego estaban esas llamas con un poder muy diferentes a los de cualquier vampiro.

Zero, su hermano y sus amigos eran usuarios y parecía que debían pelear contra fuertes enemigos solo por ese hecho.

¿Como se supone que ellos lo protegerían cuando solo eran pequeños cachorros?

Eran indefensos... inútiles.

Zero regreso con el cabello húmedo en toalla, fue a su armario y procedió a cambiarse.

Mmm...

Bastardo! Deja de mirar a Zero!!!

E ignorando la pequeña riña de ladridos en su cama, Zero continuó vistiéndose.

000

—¿Que quieres decir con guardianes? — Tsuna frunció el ceño mirando a Reborn y a... su padre.

—El jefe debe tener sus guardianes, cada elemento que acompaña al cielo...—fue Reborn el que habló.

Y mientras más le explicaba más Tsuna se negó a la idea.

Luna Vongola Donde viven las historias. Descúbrelo ahora