La Calma Antes De La Tormenta

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Si había alguna batalla que le preocupara esa era la de Gokudera, a pesar de no haber pasado tanto tiempo con el medio italiano, Tsuna podía decir que conocía mucho al chico.

Gokudera era como una extraña combinación entre un cachorro exitable (siempre lea) y un joven niño lleno de inseguridades. Aunque... Luego de haber escuchado la historia de su amigo a Tsuna no le sorprendia.

No podría entenderlo nunca, pero Tsuna suponía que haber nacido bajo el título de ilegítimo (bastardo) en el cruel y snop mundo de los ricos no debió haber sido fácil, más aún dentro de una familia mafiosa.

Porque Tsuna sabía (gracias a Reborn) lo muy elitistas y tradicionales que eran los mafiosos. La infancia de Gokudera Hayato no había sido fácil. No con la muerte de su madre, la indiferencia de su padre, la tortura de su hermana y el desprecio de los otros miembros de su "familia"

Con todo eso Tsuna llegó a aceptar que su amigo extranjero cargaba con tendencias muy masoquistas y algo autodestructiva. Con un gran deseo de aceptación y sediento de reconocimiento.

Al gemelo mayor de los Sawada le preocupaba que su amigo hiciera algo irremediable debido a su loca tendencia a querer  demostrar su valía.

Habia una voz en su cabeza, que le decia que Gokudera con gusto y gozo  sacrificaria su vida por Tsuna.

Le aterraba  ese pensamiento.

No sólo porque Tsuna no se considera digno de tal sacrificio, sino que también la carga emocional que traería esa situación sería insostenible. La culpa, el dolor...

La culpa.

Por lo tanto ahora que venía la batalla por el anillo de la tormenta Tsuna estaba en todo su derecho de sentir extrema preocupación.

El chico frunció el ceño.

—Tengo que hablar con Gokudera...

Despidiéndose de su gemelo, Tsuna se alejo, en busca del peli gris. Había muchas cosas que tenía que decirle.

Oooo

Cuando el Décimo dijo que debían hablar muchas cosas pasaron por la mente de Gokudera Hayato. Primero vino una inmensa felicidad, ¡El Décimo quería hablar con él en privado! El orgullo lleno su corazón, pero luego vino su siempre fiel inseguridad.

¿El Décimo quería hablar con él?

Los constantes sususrros que siempre lo acompañanban habían comenzado a acosarlo.

Se había dado cuenta el Décimo lo inútil que era?

¿Sería hechado de nuevo?

Él nunca había sido suficiente para nadie, no para su padre, no para su antiguo maestro, no para alguna otra familia y ahora quizás tampoco para el  Décimo.

Soy un fracaso.

Sou inutil.

Nadie me necesita.

Mirando esos ojos ambar, que parecían leer sus pensamientos, el albino casi entró en un ataque de pánico.

¿La mirada del Décimo siempre había sido tan penetrante?

Alguien como yo... No merece estar al lado de esta persona...

Con esos pensamientos rondando su cabeza, la joven tormenta a penas y podía escuchar las palabras de Tsuna.

Y el tiempo se les agotaba.

000

Estaba Zero preocupado por Ayato?

Si lo estaba.

Confiaba en qué Tsuna haría algo al respecto?

Por supuesto.

Su hermano era muy observador y extremadamente empatico con sus  personas cercanas, Zero nunca se habría dado cuenta del equipaje emocional del otro albino, él nunca había sido bueno con las personas.

No cuando se trataba de sentimientos al menos.

—Shi, shi, shi, presta atención al príncipe Zero, esta batalla será rápida...

Llevando sus ojos lila hacia el autoproclamado príncipe, Zero casi hizo una mueca.

Ayato estaba en muchos problemas.

Pero que podía hacer él?

Estaba aquí como espectador y a pesar del lazo que había hecho con Varía, él estaba del lado de Tsuna y sus amigos. Por lo tanto no quería que Gokudera saliera lastimado.

—Puedo pedirte un favor?... — bien podría intentarlo.

—Shi, shi, shi, el príncipe no promete cumplir....

—Solo... No mates a Ayato, es un poco brusco, pero realmente es un buen amigo...

No quería que le pasara nada al italiano.

—Si es por Zero, el príncipe puede cumplir...con una condición...

Y de repente, Zero tenía un mal presentimiento con respecto a esa sonrisa tan maliciosa...

Como dato ramdon querido lector. Sepan que Belphehor era un masoquista, pero también tenía una racha sádica muy larga.

Y pobre pequeño Zero, se daría cuenta de eso más adelante.

000

Hola mis lectores!! Como tan? Me extrañaron? Ha sido un tiempo...

La verdad es q estuve a punto d dejar de escribir, pero luego veo q aún hay gente q lee mis historias y cada vez se hacen más... Y dije...

No, debo seguir, no debo fayarles a los nuevos y sobre todo a aquellos q m han seguido desde el inicio

Y bueno... Acá estoy.

Les agradezco mucho su apoyo continuo!!?

Los amo!!!


Luna Vongola Donde viven las historias. Descúbrelo ahora