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"Millie"

Me encontraba empaquetando todas mis pertenencias en cajas de 60x40, debido a que mi madre y David habían decido que el siguiente paso de su relación sería comprar una casa juntos en la que fundar una nueva familia.

Habían ahorrado algo de dinero los dos estos últimos meses y habían comprado una vieja casa grande, a un vendedor anciano, que aseguraba que aquélla casa llevaba deshabitada unos 30 años.

Yo le insistía a mi madre de que aquélla era una casa abandonada de esas de las películas de terror y que si nos mudamos allí algún día nos aparecería el Poltergeist o algo parecido, pero ella seguía firme, pues le encantaba la idea de una casa grande, con jardín y situada en la otra punta del país, muy muy lejos del lugar donde vivíamos antes con mi padre.

Despegué un póster de Star Wars que colgaba en una de las paredes de mi cuarto, y lo observé durante unos instantes. Me fijé en Darth Vader y luego me acordé de mi padre.

- Hasta el mayor villano de la galaxia en Star Wars fue mejor padre que el mío....- susurré apenado.

Entonces, alguien entró en mi habitación sin llamar antes a la puerta y me sobresalté. Era Millie.

- ¿Star Wars?- dijo arrancando el póster de mis manos - ¿No eres un poco mayor para estas tonterías?- rió burlándose.

- Dame el póster Millie. - dije intentando mantener la calma.

- ¿Por qué? ¿Es que te da vergüenza admitir que te gustan cosas de crío?- enarcó una ceja, desafiante.

- No me gusta es sólo que...- bajé la vista - ese póster ha sido el único regalo que me ha hecho mi padre en toda mi infancia.

- ¿Y para qué lo quieres? Si te lo regaló ese alcohólico al que no le importabas una mierda...- me soltó y callé. Puede que quizá tuviera razón, puede que quizá lo mejor fuera olvidarme del idiota de mi padre....pero rápidamente, volví a querer el póster.

-...Millie, por favor, devuélveme lo que es mío.- pedí educadamente de nuevo y esta negó con la cabeza - Es el único recuerdo que tengo de él.

Esperando a que por una vez ella sintiera compasión por mí, la rogué con la mirada. Entonces, junto sus manos en el centro horizontal de mi póster y comenzó a gastarlo de esquina a esquina mientras se reía maliciosamente. A continuación, abrió la ventana de la estancia y arrojó los pedazos de papel por esta. Cerró los ojos y respiró hondo la gustosa brisa que entraba del exterior.

- Deberías agradecerme lo que he hecho.- abrió los ojos y cerró la ventana - Te he liberado de uno de tus demonios.- no respondí.

Realmente, no me importó mucho que lo rompiera, en el fondo ella tenía razón: no era más que un objeto viejo, y de escaso valor.

Me volví evitando a mi malvada hermanastra, y me dirigí a mi escritorio: abrí el cajón superior y saqué un par de CDs y varios libros y cuadernos y los introduje en la caja en la cual había escrito a rotulador lo siguiente: "Pertenencias de Finn."

....................

¿Alguna vez habéis conocido a alguien como Millie (en esta historia)?

Yo sí. Y os aseguro que aquélla chica (a pesar de ser irritante), era MUY impredecible.

Mil gracias por leerme 🖤

S H E [Fadie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora