"Sadie, se llama Sadie"
Narra Finn:
Al día siguiente, me levanté temprano, aún cuando mi madre y Millie concilian el sueño.
Cuando fui a la cocina a desayunar, me encontré con David.- Buenos días, chaval.- saludó y le respondí con una sonrisa.- Te levantas muy pronto, y haces bien. Un hombre trabajador se levanta al alba, para mantener a la familia, lo que te convertirá en un hombre de provecho el día de mañana.
Él estaba ya vestido, con su impecable uniforme de sheriff, mientras sorbía café en su blanca taza, en la que relucía un mensaje escrito con un marcador permanente: "Al mejor POLI-PAPI del mundo, con cariño, tu hija preferida, Millie".
Cuando leí "poli-papi" traté de contener la risa, y asentí ante su anterior afirmación paternal.
Saqué un cuenco, un cartón de leche y un paquete de cereales de uno de los armarios. Lo volqué en el recipiente y acto seguido, lo mezclé la leche.
- Perdona que te saque el tema, Finn, pero - dijo David mientras me sentaba a desayunar.- ¿Has encontrado ya a alguna muchacha que haya cautivado?
Abrí los ojos como platos y me atragante con la cucharada.
-...¿Que de qué?- pregunté entre toses.
- Pues eso, ¿Alguna chica te ha llamado la atención? - repitió con más calma.
- Bueno...- pensé responder o no a la pregunta -...hay una que...
- ¿Cómo se llama?- preguntó entusiasmado?
Cerré los ojos y me la imaginé, con su lacio cabello ardiente, curvando sus rojizos labios en una sonrisa de perfectos incisivos, blancos como las perlas del mar reflejado a la perfección en sus ojos claros.
- Sadie,...se llama Sadie. - respondí con cierta timidez en mi voz.
- ¿Y sabes si tú le gustas también?- preguntó David sorbiendo café de nuevo en su ridícula taza.
- Si, no... No lo sé.- suspiré frustrado - nunca me lo había planteado.- me llevé una cucharada de cereales a la boca.
- Bueno chico, si de verdad te gusta y crees que es especial, conquistala, dile piropos, llévala a sitios bonitos (del pueblo o del bosque, claro, aún no tienes edad para ir muy lejos),... - dijo introduciendo su taza en el fregadero.-te deseo suerte.
- Gracias.- respondí sonriente mientras disfrutaba de otra cucharada.
- Yo me voy al trabajo.- añadió dirigiéndose a la salida - Adiós, chaval.
- Adiós.- respondí.
Cuando hube terminado de desayunar, me dirigí hacia mi habitación, agarré mi guitarra y bajé aprisa las escaleras.
Del bolsillo trasero de mi pantalón vaquero extraje el pasador de Sadie y abrí la puerta.
Al entrar me encontré a Sadie, tendida en posicion lateral en el suelo, con su vestido arrugado en los doblajes. Dos bultos se sobresalían de la fina tela blanquecina de su prenda. Sus ojos permanecían cerrados, su impecable cabello pelirrojo se esparcía por el sucio suelo y su respiración era relajada, casi imperceptible.
Me senté a su lado, apoyando la guitarra en el suelo y la espalda contra la pared y la observé en silencio:
Parecía un ángel, una hermosa princesa dormida a la espera del beso de un príncipe, parecía salida de uno de los cientos de cuentos que mi madre solía leerme antes de dormir.
Millie a su lado, era guapa, pero no poseía su belleza celestial. Era caprichosa y Sadie sencilla. Millie era muy inquieta y ruidosa, y Sadie era muy tranquila y silenciosa.
Ellas dos eran realmente diferentes, dos polos opuestos.•••••••••••••••••
Gracias por leerme
Los reeamooo💙💙
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S H E [Fadie]
Fanfiction•°• -aquella pelirroja era demasiado perfecta para ser real. Era dulce y caliente, era hermosa e inteligente, era como un sueño hecho realidad. Era demasiado perfecta...para ser mía- •°•