En la foto, Alicia
Unas cuantas semanas pasaron desde el accidente y mi padre fue ingresado en el hospital. Nos confirmaron a toda la família que se trataba de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, una enfermedad que, en la mayoría de los casos, provoca la muerte. Supongo que lo dijeron para tranquilizarnos, pero eso no era suficiente para mí.
Quería que me afirmaran que mi padre iba a vivir, y que seguiría conmigo muchos años más.
Pero nadie me lo afirmaba...
Durante lo que quedaba de vacaciones permanecí cada día al lado de mi padre, junto a mi hermana y Daniel. Aunque, cuando empezó el curso, él se fue a estudiar a la Universidad de Periodismo de Barcelona y mi hermana, aunque los primeros días siguió en el hospital, se vio forzada a asistir al nuevo curso.
Yo, la verdad, no sabía qué hacer.
¿Estudiar?
¿Trabajar?
¿Ambas?
Pero decidí no hacer ninguna de las tres, y quedarme cuidando de mi padre ya que mi madre trabajaba hasta tarde. Y, en los ratos "libres", me dedicaba a pensar qué quería ser.
¿Médico? No... Nunca me ha agradado eso de abrir un corazón.
¿Empresario? No se me daban bien los negocios.
¿Cajero? Para empezar puede estar bien, pero... no quería un futuro así.
Y, como estas, pasaron miles por mi cabeza. Cansado de pensar y, ya que mi padre se había quedado dormido, fui a dar una vuelta por el hospital.
Hoy en día sigo sin recordar cómo llegué a la planta infantil.
Vi un pequeño taller que estaban haciendo con los niños ingresados.
Un cuentacuentos.
Curioso, me acerqué para escuchar un poco.
—Y entonces, el caballero... ¡Pum!—Hizo un movimiento con el brazo derecho.—¡Le clavó la espada al dragón en el pecho!—Los niños rieron, impresionados.—"¡Ajá!", exclamó nuestro héroe, "¡Te he derrotado dragón, suélta a la princesa!" Y fue entonces cuando la bestia cayó al suelo haciendo que todo el reino se sacudiera por el peso.—Narró de forma exagerada.—¿Y sabéis qué pasó después?
—¿Qué? ¿Qué pasó?—Preguntaron entusiasmados.
—De la sangre del dragón brotó una preciosa rosa.—Dijo acercándose a los niños.—Nuestro caballero la cogió con delicadeza.—Hizo la acción en el aire.—Y, victorioso, se la entregó a la princesa.
Entonces, la mujer se percató de mi presencia. Sonrió y me dijo que entrara con una mano.
—Ven.
—¿Yo?—Pregunté señalándome y mirando hacia mis lados, mientras sentía las miradas de los niños clavadas en mi cara. Ella rió por lo bajo.
—Sí tú. Vamos, entra.—Me adentré en la sala con algo de confusión y, cuando ya estuve a su lado, me entregó el delgado libro.—¿Queréis que nuestro nuevo amigo acabe el cuento de hoy?
—¡Sí!—Exclamaron la mayoría de los niños.
—Ah no, yo no...—Intenté negarme.
—No te preocupes, solo quedan unas cuantas líneas.
—Esta bien...—Tragué saliva y me aclaré la garganta.—El rey, eternamente agradecido por el rescate de su hija, le preguntó al caballero qué era lo que más quería en el mundo y él respondió: "Lo que más quiero, señor, es la mano de su preciosa hija"—Un niño levantó la mano, interrumpiendo mi desastrosa narración.
![](https://img.wattpad.com/cover/17819451-288-k767163.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sweetie (inacabada)
RomanceGabriel, un chico que desde los catorce años sabe que es gay, se enamorará de Daniel trayendo consigo un sinfín de situaciones, tanto cómicas, románticas o algunas un tanto dramáticas para explicarnos, en primera persona, la vida y las dificultades...