-¿Se puede saber que coño haces? ¿No me puedes dejar una tarde tranquila, James? Dios, eres insoportable- y le salpico, sin ser consciente de que él, como podéis imaginar, me iba a salpicar también. De repente, y sin ser conscientes empezamos una guerra que consiste en salpicar agua. Después de diez minutos llenos de risas y agua, decidimos parar esta absurda guerra, pues parecemos niños pequeños.
Salgo del agua, y me seco un poco con la toalla. Y vuelvo a tumbarme, después de todo, no ha estado tan mal pasar un rato con James. Después de todo, me he divertido. Veo de lejos a mi camarero sexy, Manu. Me mira, y le saludo con la mano, pero me ignora. ¿Qué mosca le ha picado ahora a este? Ya hablaré luego con el, ahora mejor que me concentre en seguir poniéndome morena.
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Salgo del cuarto de baño enredada en una toalla. Hemos quedado dentro de quince minutos, y todavía ni me he vestido. Si James no hubiera tardado tanto en bañarse no tendría que ir deprisa y corriendo. Ahora que pensaba que podríamos llevarnos bien.
-Date prisa, sólo nos quedan quince minutos- Dice James, que está tumbado en la cama.
-Haber tardado menos, tonto.
Cojo la ropa que voy a ponerme del armario. Que consiste en unos shorts de talle alto negros, y una camisa a cuadros, con unos tacones color rojo y la cartera a juego. Y me dirigo al cuarto de baño.
-¿A dónde vas?
-Pues a cambiarme, no pensabas que me iba a vestir delante tuya, ¿verdad?
-¿Y que hay de malo? Si lo que a mi me gustaría es que te desvistieras, tonta.
-No tienes remedio. Algún día te contrataré una prostituta o algo, a ver si me dejas en paz a mí.-y ambos reímos. Ay James, que idiota puedes llegar a ser a veces...
Me visto, me maquillo, y nos dirigimos al restaurante del hotel. Vemos a los chicos en una mesa del final. Esperándonos, como siempre.
-¿Cómo puede ser que siempre lleguéis tarde?- pregunta Cris, sonriendo.
-Es que Ariadna ha querido violarme antes de salir, y claro, no he podido negarme- contesta seriamente James, seguro que los demás piensan que es verdad. No en ese modo, pero sí que hemos tenido algo.
-Perdonadle, de pequeño se cayó de la cuna y claro, ahora tiene desperfectos, cómo el retraso mental.-Digo sonríendo. Todos reímos. Menos James, claro está.
-Bueno, bueno. No empecéis una guerra de las vuestras. Tengamos la cena en paz por una vez, ¿vale?- Dice Lourdes.
Y entre risas, bromas y mucho cachondeo, la cena pasó volando. Y cómo no, dijimos de ir a tomarnos una copa al bar.
Nos sentamos en la barra, y empezamos con los chupitos. A este paso, me tienen que sacar del bar a rastras. Menos mal que nací con buen aguante con el alcohol.
Veo a Manu en la otra punta de la barra hablando animadamente con dos chicos. Deben de ser sus amigos-pienso. Y sin pensármelo dos veces, me dirigo hacia él. Quiero que me explique por que me ha ignorado en la piscina sin razón alguna. Ay chicos, chicos, quien los entienda, que los compre. Después dicen que las mujeres somos difíciles de entender...
-Hola Manu, ¿podemos hablar?- y le regalo mi mejor sonrisa. Este chico me encanta, en serio. A parte de ser guapísimo, es culto, simpático y agradable. Y sin hablar de esos ojazos azules y ese pelo rebelde rubio. Me encanta, ¿para que vamos a andarnos con rodeos?
-Claro. Ahora vuelvo.-dice dirigiéndose a sus acompañantes.
Me guía hasta la terraza del bar, y nos apoyámos en una de las barandas, desde la que se vé toda Roma. Precioso, simplemente.
-¿Y bien?-dice alzando las cejas.
-Pues sólo quería preguntarte si estás molesto conmigo. Porque hace un rato te saludé en la piscina, y me ignoraste. Si te pasa algo conmigo, dímelo, pero no me tengas a dos velas.
-Verás...-suspira- te he visto esta tarde con un amigo tuyo y, he visto cómo le miras.
-¿Cómo le miro?- respondo intrigada.
-Tienes un brillo especial cuando le miras, Ariadna. Me conozco bien esa mirada, es la misma con la que miraba yo a mi exnovia. Y he podido notar que él te mira igual. Me gustas, Ariadna. Mucho. Pero entiende que no me puedo entrometer en eso, sé que sientes algo por el, más que amistad. No digo que sea amor, pero sí un comienzo.
Estoy paralizada. ¿Brillo especial? ¿Él me mira igual? Debe de ser una broma. Yo por James no siento nada. Quiero decírselo, gritárselo, más bien. Pero mi boca no responde. Está en shock, como yo.
-Ariadna- continua- eres una chica genial. Pero entiéndeme. Sé que más tarde, me lo agradecerás.- Y me abraza. Subo y bajo al cielo en lo poco que dura el abrazo. Puede que tenga razón, y después de todo, James y yo estamos hechos el uno para el otro. Es decir, nos llevamos mal, pero en realidad nos comportamos como si fuésemos pareja, inluso nos besamos de vez en cuando. Madre mía, ni yo imaginaba que algún día diría esto. Veo a Manu irse, y yo sigo ahí, parada, intentado organizar mis sentimientos.
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¡Hola cariños míos! Sé que este capítulo es bastante corto, pero no quería irme sin tener algo adelantado. ¡Ariadna al fin se está dando cuenta de que siente algo por James! Sé que dije que este capítulo no os decepcionaría, y he hecho todo lo posible. Pero es la romería de mi ciudad, y pronto la feria, y no doy abasto. (Para las que no sepan qué es romería: es el día en el que, en honor a una virgen, todo el pueblo sube a comer a la sierra. Y hay carrozas, caballos y demás)
Intentaré subir el domingo (no creo que pueda, aviso) y si no, el lunes o el martes. Espero que no os enfadéis, pero tenéis que entender que yo también tengo una vida. He dejado la historia a medias para que os quedéis un poco con la intriga (lo sé, soy mala malísima).
A las que me habéis preguntado por qué estaba mal y tal. Pues resulta que el chico que me gusta (nos gustábamos mutuamente), dice que "solo podemos ser amigos" y a mi él me gusta muchísimo. Pero me he enterado por ahí que tiene una amiguita en su pueblo (no vivimos en el mismo). Bueno, dejo de contar ya mis cosas, porque no acabaría nunca jajajaja.
Dar de nuevo las gracias a mis fieles seguidoras. No sé que haría sin vosotras. Y decir también, que odio las lectoras invisibles, por así decirlo. Comentad, dar a like o qué se yo.
Besos, Sara.
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Enemigos íntimos
Teen FictionAl fin empieza el verano. Y Ariadna y el resto de sus amigas, deciden irse a Italia para disfrutarlo lo máximo posible. Lo que Ariadna no sabía, era que su querido enemigo, James, le acompañaría. Este verano cambiará la vida de Ari, y poco a poco, s...