Cojo el último pañuelo de la caja, y sigo secándome las lágrimas que no dejan de salir de mis ojos.
-Ariadna, cariño, deja de llorar. No es tan malo como piensas.-me dice dulcemente Vanessa mientras me acaricia la espalda con la palma de la mano.
Sollozo de nuevo. Llevo así toda la mañana. Es la hora de comer y no he desayunado, debería tener hambre, pero no, sólo tengo ganas de llorar.
-Lo dices porque tu no te has acostado con James.-digo entre sollozos, con miles de lágrimas rodando por mis mejillas.
-Vamos Ariadna, los dos estábais borrachos. Ninguno de los dos os acordáis de nada. Puede que incluso ni os hayáis acostado.
-¿Y que hacíamos esta mañana los dos desnudos en la cama?- me sueno los mocos con uno de los tantos pañuelos que hay en mi cama.- Joder. No sé como voy a mirarle a la cara.
Vanessa y Lourdes se miran entre ellas, sabiendo que llevo razón. No debería haber bebido tanto. Ahora ni tendría la resaca más grande de mi vida, ni me habría acostado con James.
-James me ha visto desnuda.-sollozo, y el llanto empieza de nuevo.
Llaman a la puerta, y abro los ojos a más no poder, rezando por que no sea él.
-Ya abro yo.-dice Lourdes levantándose de la cama y dirigiéndose a la puerta.
Desde la cama, escuho la puerta abrirse, y pasos rápidos hasta donde estamos Vanessa y yo.
-Cariño, he venido lo antes posible. ¿Qué ha pasado?- me dice Cris dándome un abrazo y besando mi cabeza tiernamente.
Creo que por mi llanto le ha quedado más que claro que no quiero hablar del tema. Miles de pensamientos revolotean por mi cabeza. ¿Cómo se me ocurriría acostarme con él? Es decir, iba borracha, pero alguna razón habria, ¿no? Solo me acuerdo de haberle besado. Fuí una estúpida.
-No puedes tirarte todo el dia así, cielo.-me dice Cris, aún abrazándome.
-Ya lo sé.-sollozo.-no le digas nada a mi hermano, por favor.
-Tranquila. Vuestro secreto está en buenas manos.-nos separamos y me guiña un ojo.
-Yo no sé vosotras, pero yo estoy muerta de hambre.-dice Lourdes.- ¿Vamos a comer a algún restaurante y luego nos vamos de compras?- dice con una sonrisa pícara. Y lógicamente, ninguna decimos que no a esa propuesta tan buena para olvidarme de todo un rato.
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-¿Cómo piensas llamar a tu hijo o hija?-le dice Vanessa a Cris, probando los raviolis de queso que ha pedido.
-Pues no lo sabemos todavía, hemos pensado nombres y eso, pero no nos hemos decidido aún por ninguno.
-¿Cuáles os gustan?.-dice Lourdes.- Lourdes es un nombre muy bonito.-dice alzando las cejas.
Todas reímos.
-Si es chico nos gusta Javier, Lucas, cómo no, y Daniel.-todas asentimos, tienen buen gusto para elegir nombres.-y si es chica, María o Ariadna, como su tía.- todas dirigen sus miradas hacia mí, y Cris me guiña un ojo.
-¿Como yo?-digo emocionada, notando como se ahogan mis ojos.- Jolin, si es que sois los mejores.-me levanto de la mesa, y abrazo a Cris como si mi vida dependiese de ello. Me ha gustado mucho ese detalle que han tenido conmigo, ojalá sea una princesita. Aunque sinceramente, me da igual su sexo, solamente rezo por que salga sano.
-¿Como es que te quedaste embarazada? ¿No usabais protección?-pregunta descaradamente Lourdes.
Cris abre los ojos a más no poder, y se sonroja un poco. Pobrecilla, tiene que aguantar a la descarada esta.
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Enemigos íntimos
Ficção AdolescenteAl fin empieza el verano. Y Ariadna y el resto de sus amigas, deciden irse a Italia para disfrutarlo lo máximo posible. Lo que Ariadna no sabía, era que su querido enemigo, James, le acompañaría. Este verano cambiará la vida de Ari, y poco a poco, s...