Capítulo 18: He venido a buscarte.

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James y yo abrimos los ojos a más no poder, dándonos cuenta de nuestro gran error.

Nota mental: no me volveré a pintar los labios rojos cuando salga con él.

Si es que no sabemos ni disimular... Somos dos pequeños desastres pero que se encantan mutuamente. NInguno de los dos contesta todavía, y yo no tengo intenciones de hacerlo. Vanessa y Lourdes nos miran con cara de impaciencia con el ceño fruncido. Esperan una respuesta, pero no creo que la vayan a tener.

-¡Chicos! ¿Qué pasa?- dice mi hermano acercándose a nosotros. Nunca me había alegrado tanto de verle, nos acaba de salvar a James y a mí. Aunque ya sospechan algo, pero no lo saben todo aún. Bien.

Mientras los demás hablan entre ellos, a mí me da tiempo de quitarle las manchas de pintalabios a James.

-¿Dónde estábais?-dice James después de limpiarle.

-Hemos ido a sentarnos a unos sillones de allí.-dice Cris señalándo un lado del local.

-Podríais habernos dicho algo.-les dice James. Pero en el fondo se que lo dice por disimular, se que le ha gustado bailar conmigo tanto como a mí con él.

-Yo voy a ir a que me de un poco el aire, chicos. Ahora vuelvo.-nos dice Vanessa.

-¡Espera!-exclamo.-te acompaño.

Salimos fuera, y aunque sea verano, hace un poco de frío.

-Es normal. Son las cuatro de la mañana.-me digo a mí misma.

No hay nadie aquí fuera. Solo Vanessa y yo, bueno, y el portero de la discoteca.

-¿Que tenéis vosotros dos entre manos?-me dice sin andarse por las ramas.

-Nada.-contesto seria.

-No me lo creo.-me dice sonriendo.-Sabes que puedes contarme todo lo que quieras.

-Lo sé, Vanessa. Pero no hay nada entre él y yo.-vuelvo a mentirle.

-Os habéis besado salvajemente antes de que llegáramos nosotras. Os he visto.-me confiesa. Genial. No solo he quedado como mentirosa delante de una de mis mejores amigas, si no que nos hemos arriesgado a que nos viese mi hermano. Somos idiotas.

Suelto un enorme suspiro, y es entonces cuando me doy cuenta de que he estado aguantando la respiración.

-¿Nos ha visto Lourdes?-le pregunto.-Ella es incapaz de guardar un secreto.

-No, tranquila.-sonríe levemente, tranquilizándome.-¿Desde cuando?

-¿Desde cuando qué?-le pregunto.

-¿Desde cuando os 'besáis'?-dice haciendo comillas con sus dedos al pronunciar la última palabra.

-Desde la otra noche nos hemos llevado muy bien, y ha habido mucha tensión acumulada entre los dos... Y era lógico que tarde o temprano explotaría. Y eso ha sido esta noche.

-¿Por eso habéis llegado mas tarde de lo normal?-dice alzando una ceja.

-¿Tanto se ha notado?-contesto divertida.

Ambas reímos, y nos fundimos en un emotivo abrazo. Agradeciéndole de esta manera que guarde nuestro secreto. Tenía que contárselo a alguien. Al menos ella puede cubrirnos en algunas ocasiones.

-Gracias.-susurro en su oído en mitad del abrazo.

De repente oímos una tos falsa a nuestras espaldas que nos obliga a separarnos.

-James... ¿que haces aquí?-le pregunto.

-Yo voy adentro, ¿vale? Ahora nos vemos.-me dice giñándome un ojo antes de desaparecer por la puerta.

Enemigos íntimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora