Capítulo 28: Tengo mucho frío.

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-Hola chicos.-Decimos mi hermano y yo al unísono.

Cris, Lourdes y Vanessa me reciben con un abrazo y dos besos, mientras que con James... tengo que controlar mis ganas por besarle. Que irónico es besar a alguien en la mejilla cuando deseas hacerlo en la boca.

-¿Vamos dentro?-Nos pregunta Lucas.-Hace un poco de frío.

Todos estamos de acuerdo, y nos dirigimos al interior del pub. Nos sentamos en unos de los sillones blancos de los muchos que hay en la sala.

-Bueno, contadnos a Ari y a mí lo que hicisteis por allí, ¿no?-Dice James, esperando que nos contaran todas las aventuras que nosotros nos perdimos.

Nosotros vivimos muchas mejores.-Piensa mi lado pervertido. Últimamente le ha dado por pensar cuando antes se limitaba a quedarse en un pequeño y apartado ricón de mi cabeza. Y esto, también es por él. ¿Cuántas cosas está cambiando James en mi vida?

-No hicimos mucho.-Dice Cris.- Lucas y yo nos limitamos a preparar las cosas de la boda. No estábamos para celebraciones, fué cuando acababa de pasar lo de mi pequeña.

Mi hermano inmediatamente acude a su lado y se funden en un abrazo mientras besa su frente. Es un cielo. Y sinceramente, no se merecen esa desgracia tan grande. Que se muera un hijo debe de ser lo peor que te pueda pasar.

-Y bueno, Vanessa y yo conseguimos ligarnos a un par de italianos.-Lourdes cambia radicalmente de tema y le guiña un ojo a Vanessa.

-¡Y vaya italianos!-Exclama.-Ariadna, debías haberlos visto. Estaban para mojarlos en pan.-Dice divertida mientras ella y Lourdes ríen desenfrenadamente. Son unas infantiles muy pícaras.

Dirigo mi mirada a James, quien me mira celoso. Alza ambas cejas, indicándome que se muere de celos. Pero yo ya había notado eso.

-¿Vamos a bailar?-Exclama Lourdes emocionada.

Todos aceptamos y, como siempre, acabamos dividiéndonos en cuestión de segundos.

-Vaya con los italianos.-Dice James muy serio.-Menos mal que ya hemos vuelto. No soportaría ver como te miran todos esos locos del gimnasio..

-Tu también vas al gimnasio.-Digo divertida.-No seas tonto, sabes que yo solo tengo ojos para tí.

-Y eso es lo que me molesta, que ellos no lo entienden.

Sonrío tiernamente y le beso suavemente. Cuánto he echado de menos besarle... Sinceramente, creo que soy adicta.

-¿Qué estáis haciendo?-oímos a Lucas a nuestras espaldas.

Mierda.

James y yo nos separamos rápidamente e intentamos aparentar que aquí no ha pasado nada. Pero ya es demasiado tarde.

Tiene una cara de horror en el rostro, y no hace más que dirigir su mirada hacia nosotros. Le mira a él y luego me mira a mí, y sé que no es capaz de creerlo.

-No puede ser. Mi mejor amigo y mi hermana, ¿besándose?-dice incrédulo.

Cris intenta tranquilizarle diciéndole que son cosas que pasan, que siempre hemos estado locos el uno por el otro, pero mi hermano parece no querer aceptar la realidad.

Pero acabará aceptándolo, debería, porque ni James ni yo estamos dispuestos a dejar de querernos como lo hacemos simplemente porque a él no le guste nuestra relación.

Es lo que hay, a algunas personas les gustará más y a otras menos, pero tienen que entendernos.

Cris finalmente decide llevárselo un rato a tomar el aire. Y supongo que hablará con él y le explicará todo. Yo estoy bastante decepcionada con él. Se supone que un hermano busca siempre lo mejor para su familia, y yo estoy segura de que él es lo mejor para mí.

Enemigos íntimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora