Capítulo 15: Quiero probarme un vestido.

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-Venga niñato, déjate de decir tonterías y duérmete ya.-Le digo acostándome en la enorme cama.

-Eres tú la primera que me ha despertado, niñata.-Dice tirándome su almohada a la cabeza.

Abro los ojos y la boca formando una gran O.

-No debiste haber hecho eso.-le amenazo apuntándole con el dedo índice.

Cogo mi almohada y se la tiro a la cara con fuerza. Cuando la almohada choca con ella, la cara de James es un verdadero poema. Pero que conste, que se lo merecía.

Él vuelve a imitar mi acción, con más fuerza aún. Y así, entre almohadazos y risas, pasaron unos quince minutos sin apenas darnos cuenta.

-Vale, ya. Tu ganas.-admito entre risas.-¿qué hora es?

-No tengo ni idea-admite con su almohada en la mano preparándose para otro posible ataque.

Me acerco a la mesita de noche y miro el móvil. ¿¡LAS TRES MENOS CUARTO DE LA MAÑANA?!

-Ya sí que sí, vamos a dormirnos.-le digo.

-Vaaaaaale.-dice alargando la A más de lo normal.

Volvemos a tumbarnos en la cama, ahora decididos a volver a conciliar el sueño.

-Buenas noches de nuevo, Ariadna.-Susurra James ya con los ojos cerrados.-ha sido un placer pelear contigo.

-Buenas noches James.-susurro entre risas por el último comentario.-igualmente, sobre todo si eres tan malo lanzando almohadas.

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-¿Qué te ha dicho tu madre por lo del embarazo y la boda, Lucas?-dice Lourdes métiendose el tenedor en la boca.

-La boda al principio no le ha gustado mucho, pero luego se ha emocionado bastante al saber que su hijo se le iba de las manos.-admite mi hermano mientras estamos en la mesa.

-¿Y el embarazo?-pregunta James alzando una ceja.

-Todavía no se lo hemos dicho a los familiares.-dice dirigiendo su mirada hacia su prometida.-hemos decidido decírselo el día de la boda, para darle un poco más de emoción.

-Pero...¿qué diréis cuando empiece a crecerle la tripa a Cris?-dice Vanessa.

-No creo que tardemos tanto en planear la boda. Estamos a mediados de verano, más o menos a últimos la celebraremos.

-Si.-dice Cris.-en cuanto volvamos a España, nos casamos.-dice muy orgullosa, y es normal.

-A sí que ir a compraros la ropa, buscándo acompañante y preparando nuestro regalo, porque en dos meses nos vamos de boda.-exclama mi hermano.

-¿Buscando acompañante?-dice James alzando una ceja. (Algo muy típico de él)

-Así es.-dice. Bebo de la coca-cola que tengo la mesa.-Pero por lo que veo no hace falta que busques mucho, la que te hace esos enormes chupetones puede venir.

Al oír la barbaridad tan grande que acaba de soltar mi hermano, escupo toda la bebida que acababa de meterme en la boca, y más al saber que "la que le hace esos enormes chupetones" soy yo. Si él supiera...

James está blanco como la nieve, y los demás... La mandíbula está rozándole el suelo. Menos la de mi hermano, claro está. Poco a poco, empiezo a notar como la sangre va subiendo a mi cabeza.

-¿Qué pasa, hermanita?-me dice Lucas.-¿Y ese color rojo?

No, no, no. No me puede estar pasando esto. ¿QUÉ LE CONTESTO YO AHORA? Miro a mis acompañantes, pidiéndoles auxilio. Pero ninguno dice nada. Miro a Lucas, y está mirándome intentando descifrar qué escondo. Y no creo que se lo imagine.

Enemigos íntimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora