Al día siguiente Malú me castigó,pero me escapé por la puerta de atrás cuando ella hablaba con Aitor.
Las semanas pasaba y yo seguía sumida en mi mundo,me daba igual lo que me dijeran Malú,José,sus padres y todo el mundo.Cada vez estaba más distante de ellos,no hablaba nada más que para pelearme.Por lo que escuché Aitor ya estaba completamente limpio.
Una noche me volví a escapar,esta vez ibamos a ir al callejón.
Una vez más fumamos y bebimos.Julio me apartó del resto del grupo.
-Se que lo estás pasando mal
-¿Yo? ¿Por qué?
-Pues porque los pijos esos te importaban de verdad
-No son pijos...
-¿Ves?
-No me importan,pero...
-Te importan,admitelo,te da palo llevarte mal con ellos,lo sabemos todos
-Bueno,si...me dieron la oportunidad que necesitaba,Malú me salvo la vida,incluso antes de conocerla
-Sí,lo tuyo con esa tia siempre a sido muy raro...Mira-se metió la mano en el bolsillo y sacó una pastilla.Me la dió-Ya se que tú sólo le dabas a la marihuana,pero esto es flojo y te puede hacer olvidarte de todo lo malo,de los problemas con "tu familia" y de todo lo malo en general y te va a traer la felicidad
-Nose si...-me cortó
-Vamos,es gratis-insistió y la cogí.
-En ese caso...-me la metí en la boca y tragé.
-Muy bien,venga vamos con los demás.
Al principio todo iba muy normal,pero luego la cosa se volvio de color,me reía por todo,era feliz,feliz de verdad,cosa que últimamente no era,gracias a esa pastilla.
Me retiré cómo siempre a las 5 de la madrugada.Subí a mi habitación por la ventana gracias a la escalera que había en el trastero.
Me tumbé y dormí,tardé bastante en hacerlo,pero lo hice.
Las pastillas esas me hacian sentir bien,¿Por qué no seguir tomandolas? No hacia daño a nadie,o eso pensaba yo...