Mi vida sin ti
Maratón 5/5Miraba la ventana mientras en la radio sonaba la canción “Prometiste“ me estaba bajando aún más los ánimos, obligándome a querer llorar. Alargue mi mano y apague la radio sin determinación, cuando todo estuvo en silencio volví a centrarme en ver la ventana.
Íbamos camino con la psicóloga o me dijeron, no sabía si era mejor una mujer que un hombre, podría decir que ella puede lograr entenderme más pero ambos estudiaron para tratar gente como yo, entonces lo dudaba.
—Llegamos hija— me dijo mamá apagando el auto frente a un local.
Lo mire, por afuera se le notaba que estaba bien cuidado, no parecía solo un local o consultorio, por así llamarlo, parecía que en la planta de arriba habitaba alguien. Seguro que era su casa y tenía su consultorio aquí abajo.
–Que bien— le contesté sin ninguna pizca de emoción.
Ambas bajamos y nos acercamos a la puerta abriéndola, nos sentamos en el sillón color café clarito y esperamos a que saliera la psicóloga. Parecía ser una pequeña sala de espera.
No tardo mucho en salir pues ya era la hora en la que era mi cita.
—¿Señora TM?— me pregunto.
—Sí, soy yo. Ella es mi hija— mi madre le sonrió.
—Excelente, puedes pasar Tn.
—Vengo por ti en un rato ¿Bien?— mi madre me dejó un beso en la frente.
—Sí, ok— le conteste.
Me levante del sillón y entre por la puerta, donde la psicóloga señalaba, era una señora no más de 40 años, llevaba el cabello largo y negro, delgada y morena.
Supuse que la psicóloga se quedó hablando con mi madre afuera, lo que me dio tiempo de recorrer el lugar, se notaba muy limpio y todo muy ordenado, soltaba un aroma del mismo perfume de la psicóloga. Las paredes por dentro también eran completamente blancas, solo que en este, tenía pequeños puntos dorados por todos lados. Mire el sofá café oscuro mediano, supuse que ahí estaría yo, un sofá individual estaba justo alado del otro, peor lo bastante cerca para hablar sin tener que subir la voz, es más, seguro que si susurraba algo, ya sea una o la otra, lo escucharía. Había dos macetas grandes adornando el lugar y fotos junto con títulos enmarcados por las paredes.
—Toma asiento y siéntete cómoda por favor— escuche la voz de la psicóloga tras mí. Me gire hacia ella que ya había entrado y cerrado la puerta.
Asentí, claro que quería que me pusiera cómoda, iba a interrogarme y darme palabras de apoyo, como si fuéramos amigas de la vida. Ella se sentó en el sofá individual y la seguí, sentandome en el sofá que estaba frente a ella.
—Bien, Tn, me llamo Anastasia pero puedes llamarme Ana, es más corto y menos formal— echo una risita— Tu mamá dijo que necesitabas urgentemente ayuda.
—Esta exagerando no necesito nada.
—Ya veo— me miro un tiempo muy corto, como si estuviera estudiandome, estudiando hasta la forma en la que respiraba— Dime ¿Qué es lo que ocurre para qué tu madre piense eso?.
Me quede callada por un momento, meditando en qué decirle, pero no había más que decir que la verdad.
—Mi novio murió hace una semana— dije resumiendo todo— Y ellos creen o temen que caíga en depresión o algo así.
—¿Y tú creés qué pueda pasar?.
—No, no caeré en depresión, todo esta bien conmigo, digo ¿Llorar es normal no?.
—Lo es y esta bien desahogarte, sacar ese peso que te esta aplastando. Pero dime más allá de llorar ¿Qué esta pasando?.
Iba a contestar cuando escuche de nuevo aquella voz. Me quedé callada mirando hacia la pared, tratando de buscar de donde venía esa voz.
Tn te quiero aquí... tn.
—¿Tn?— escuché a la psicóloga.
—¿Escucha eso?— le pregunte aún sin mirarla.
–¿El qué?.
—Eso... La voz.
—Tn— las voces seguían.
—¿De qué hablas?- me pregunto la psicóloga confundida.
—¿Acaso no lo escucha?.
—Tn, no hay nada, ni un sonido.
Me gire hacia ella que me miraba detenidamente, ¿No las escuchaba?.
—No fue nada, creo que fue en la calle— le dije.
Tn... tn...
Seguían insistiendo las voces, pero trate de ignorarlas, antes de que la psicóloga pensara que tengo algún problema mental y ahora si, me tratarán como una pobre loca.
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Mi vida sin ti- 2 temporada C.V y tú/Terminada/Trilogía
FanficDespués de lo ocurrido con Christopher, Tn no encontraba rastros de felicidad en ningún otro lado, nada que la volviera a sentir viva, el dolor la consumía. No sabia si volvería a ser la misma al no tener a ese ser llamado el amor de su vida a su la...