Después de lo ocurrido con Christopher, Tn no encontraba rastros de felicidad en ningún otro lado, nada que la volviera a sentir viva, el dolor la consumía.
No sabia si volvería a ser la misma al no tener a ese ser llamado el amor de su vida a su la...
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—¿Puedo pasar?— escuche del otro lado de la puerta.
—Pasa— respondí sentandome en la cama.
—Hola— saludo Erick entrando lentamente, cerrando la puerta tras su espalda.
—Hola Erick.
—Ayer saliste del lugar sin más, cuando salí en tu búsqueda no te encontré y supuse que te habías ido, después del partido no tuve tiempo de venir a verte— bajo la mirada.
—No te preocupes, Erick.
—¿Cómo estás?— volvió a verme a los ojos.
—Mejor que ayer, eso es seguro— sonreí sin ganas unos segundos.
—Espero que no te hayas molestado con Joel.
—No tendría razones para hacerlo. Escuche que fue un gran partido.
—Sí, fue emocionante, lamentó que no te hayas quedado para verlo.
—No importa no estuvo tan mal mi día después del partidos o no como tú lo crees.
—¿A sí? — cuestionó alzando una ceja.
—Sí, Yoandri me acompañó todo el rato que necesite y después me invito a comer, hacia todo lo que podía para hacerme reír y olvidar ese mal rato. Fue agradable.
—¿Yoyo?— me preguntó sonriendo.
—Síp, él.
—Ya veo todo lo que esta pasando aquí y no lo podrás negar niñita.
—No entiendo de que me hablas.
—Parece que tienes nuevo pretendiente— subía y bajaba sus cejas frenéticamente, me quería reír pero no lo haría.
—¿De qué hablas palo de escoba? Claro que no.
—En primera no me vuelvas a decir palo de escoba y segundo yo creo que sí, lo veo tan claro como el agua. Lo veo con estos bellos ojos como esmeraldas— cerraba y abría los ojos, luciendolos.
—Wao, le tienes un mayor increíble a tus ojos y lo entiendo a la perfección.
—Es que Joel me dijo eso y juro que era la purotita verdad.
—Pues no te mintió. Pero retomando lo de Yoyo, estas loco.
—Gracias bonita. Retomando tu pelea, cuando lo veas prestas más atención y lo verás.
—Lo veré hoy, me invito al cine... ¿Por qué dije eso? Rayos.
—Entonces ya me voy para que tengas más tiempo de arreglarte y ponerte guapa para tu novio, Yoandri.
Me dijo saliendo mientras caminaba exageradamente y burlándose.
—¡No lo es!— Le grite lo más fuerte que pude.
(...)
Rápidamente llegue a mi casa después de ir con la psicóloga, me bañe lo más rápido que pude y me cambié a una velocidad record. Me maquille un poco y me agarré el cabello en una coleta alta.
Yoandri es bastante puntual así que supongo que el que esta tocando el timbre es él. Baje gritando que ya iba en camino.
—Hola Yoyo— le dije en cuanto abrí la puerta y lo vi.
—Hola Tn, te ves hermosa... bueno siempre lo estás pero hoy realmente resaltaras mucho— me dijo sonrojandose.
—Que tierno eres amigo, gracias.
—Amigo— lo escuché susurrar.
—Ehhh... ¿Nos vamos?.
—Sí, sí, vamos.
Me extendió su brazo y lo tomé.
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