Después de lo ocurrido con Christopher, Tn no encontraba rastros de felicidad en ningún otro lado, nada que la volviera a sentir viva, el dolor la consumía.
No sabia si volvería a ser la misma al no tener a ese ser llamado el amor de su vida a su la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Suspiré exhausta pero con satisfacción al ver como mi tarea se había enviado al correo de mi profesor. Me pare de la silla y me estiré, una de las cosas más placenteras, estirarse después de despertar o al estar horas sentada.
La puerta de abrió un poco y mi madre asomó su cabeza por la misma. Me sonrió, le hice para seña de que pasará. Abrió la puerta de par en par y pude notar que traía un vaso de media luna en la mano.
—Toma, para la mas estudiosa que conozco— dijo mi madre poniendo el vaso de fresas con crema frente a mí. Dijo la más estudiosa que conoce ¡Anota eso Joel! ¡JAJAJA!.
—Gracias, moría de hambre— tomé el vaso junto con la cuchara y comenzará a comerlas, era el hambre seguramente porqué sabían a lo mejor que había probado en todos mis años de vida, era como estar en el paraíso.
—Claro, no comiste por hacer tanta tarea— jugueteo despeinandome con su mano.
—Era el reporte de una práctica muy importante, tenía que quedar justo como lo imagine.
—Y con eso se que es casi prefecto. ¿Quieres qué te preparé algo más.
—Sí, pero yo bajare a prepararmelo, gracias.
—Bien, pero no sólo te quedes con las fresas, necesitas más que solo un poco de fruta y lácteos prosesados.
Reí, ella me devolvio la sonrisa antes de salir por la puerta, cerrandola tras su espalda. Que Joel aprenda algo de ella al menos.
Mi panza rugio con fuerza, comencé a guardar mis libretas en la mochila cuando de nuevo escuche los sollozos, obligándome a dejar de hacer lo que estaba haciendo. Esta ocasión eran más fuertes y retumbaban en mis oídos lastimandolos, no paraba de escucharlos y la voz no la reconocía por más que intentará, era incógnita. Le grite a mi madre como pude, sentía que mi cabeza explotaria en cualquier momento.
—¿Qué pasa hija?— llego corriendo asustada, abriendo la puerta de golpe.
Pero en cuanto llego los zollozos cesaron, la mire temblando, con las manos sudorosas y la mente en blanco.
—Hija estas muy pálida— se acercó corriendo.
(...)
Estábamos saliendo del hospital ya que se asustaron mucho en mi casa, lo entendía, estaba embarazada. Incluso la presión se me bajo y temieron que era algo relacionado con el embarazo.
(...)
Estaba recostada viendo el techo sin poder dormir, los pensamientos me inundaban y creo que todos tenían razon.
Creo que debería de seguir con mi vida de una buena vez y superar a Christopher. La vida nunca me lo devolverá y lo correcto es seguir por más dificil que sea. Nunca me había exigido al 100, lo decía intentar pero ahora no era intentarlo, era hacerlo y lograrlo.
Estaba tan decidida que empezaría mañana mismo y ya sabia por donde comenzar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.