Mi vida sin ti- 2 temporada C.V y tú/Terminada/Trilogía

Capítulo 9

Mi vida sin ti

—Hola pequeñito o pequeñita. Soy tu tío Erick— le dijo a mi casi inexistente panza—Y me voy a casar con tu tío Joel.

—Erick ya le llevas hablando 15 minutos seguidos, dejame ir al baño, me estoy orinando y será tu culpa— le dije riendo.

—¡Ay! ¡Chillona! Ve, niña. Evitas mi buena relación con mi sobrino, envidiosa.

Le di una palmada en la frente riéndo, me pare y fuí corriendo al baño.

(...)

Estaba en el patio de mi casa, sentada en el pasto, mirando los pájaros que pasaban por el cielo, volando. Miraba las flores y las hojas moviéndose con lentitud al compás de la brisa. Estaba tranquila, pero con la mente hecha un nudo y un corazón dolía con cada palpitacion del mismo.

Agarre la libreta que tenía en mis piernas y busque una hoja vacia, comenzando a escribir lo que sentía y tenía en mente en este momento.

10 días, 10 malditos días sin ti y esto es demaciado difícil. No sabes cuantas lágrimas he derramado en tu ausencia.

Hoy Erick estuvo hablándole a nuestro hijo como media hora, fue muy tierno y agradable verlo tan cariñoso, sin duda tendrá un gran tío que lo querrá siempre y amor no le faltara. Pero muy en el fondo, me dolía, porqué desearía estuvieras aquí y le hablaras todos los días como lo hace Erick. Aún recuerdo tu voz, pero nuestro pequeño, solo la conocerá por videos que quedaron guardados en nuestros celulares. Videos que guardo como un tesoro.

No sabes cuanto te extraño y quisiera que tocaramos timbres y saliéramos corriendo como lo inmaduros que somos y como lo hacíamos antes. Me hubiera gustado vivir más tonterías junto a ti, no importaba lo inmaduro que fueran, contigo, todo estaba bien y me sentía como en casa.
Mis padres me llevan al psicólogo porque dicen que necesitaba ayuda para que dejes de estar en mi mente todo el rato y dejara de dañarme, pero es mentira, no necesito ayuda. ¿O tal vez si?.

Escribir me hizo sentir mucho mejor, como si me quitaran una roca de las 50 que tenía cargando. Agarre una sudadera y saque el auto de Joel a escondidas, era una vandala.

Llegue al cementerio y fui a la tumba de Chris, había pasado a comprar unas flores en el camino y las dejé junto a las demás que estaban ahí, tal vez las habían traído sus padres.

—Hola Chris, soy yo el amor de tu vida o eso me llamabas— reí con dolor, extrañaba escucharlo salir de sus labios. Saque la carta, desdoblandola y sentandome aún lado de su tumba— Hace unos minutos antes escribí esto y me hizo sentir mejor de una extraña manera, tal vez quieras escucharlo, habla sobre ti y tú siempre quieres saber lo que piensan de ti, te ayudare con tu narcisismo un poco.

Me reí, imaginando que el también río conmigo, siempre lo hacía. Comencé a leerla por alguna extraña razón me hacía sentir plena, como si el estuviera escuchandome y dejara de sentirme sola. Como si nunca se hubiera ido.

—Y bueno aquí estoy yo hablándole a alguien que no esta más aquí, esto suena como una locura— mire la hora y me exalte— ¡2:45! La psicóloga.

Me pare despidiendome de Christopher y salí corriendo, ya estaba por entrar a mi segunda sesión y no estaba en casa.

(...)

—Hola Tn— me saludó mientras nos sentabamos en los sofas.

—Hola Ana— le contesté.

—¿Cómo vas?.

—Creo que su pregunta es un poco obvia y la respuesta, aún más.

Ella río.

—Tienes razon, antes de empezar ¿Me quieres contar algo? ¿Hoy lloraste mucho?.

—No...

—¿No?.

—Pero paso algo.

—Te escucho.

—Cuando estaba triste simplemente empece a escribir lo que sentía y luego fuí a la tumba de él y se la leí. De alguna forma me hizo sentir muy bien y más calmada... ¿Estoy loca psicóloga?.

—Para nada, de hecho con lo que me contaste te voy a pedir que lo sigas haciendo cada vez que te sientas sola, si te hace sentir mejor significa que algo estas haciendo bien y ademas te ayudara con tu depresión.

—¿Entonces si es depresion?.

—Apenas estabas empezando a entrar en eso pero no es tarde para cambiar de camino, depende de ti si te dejas vencer.