Capítulo 23

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Termine de guardar mis últimos libros que no necesitaba en mi casillero y lo cerré con lentitud, pensativa

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Termine de guardar mis últimos libros que no necesitaba en mi casillero y lo cerré con lentitud, pensativa.

Yoandri se hizo presente en mi campo de visión volviendo a recordar que estaba en la tierra y no en mis pensamientos. Lo mire con esperanza de que me mirara y me sonreirá, como lo hacía incluso antes de saber que gustaba de mí.

—Hola Yoyo— lo saludé.

—Hola Tn— dijo como si saludara a un extraño. Solo me miró 2 segundos y seguido su camino, sin mirar atrás ni decir más. Ni una sonrisa, ni un chiste, nada.

Suspire pesadamente, estaba claro que el no quería saber de mí y nuestra amistad al igual que nuestra “Relación”, se fueron al bote de basura.

Solo eso bastó para que mi día fuera malo, estaba triste, si un poco por la ruptura de 2 o 3 días de relación con Yoandri, pero sobre todo por nuestra amistad, éramos muy buenos amigos, tal vez no tan cercanos como Erick, pero si tenía una buena amistad con él e incluso eso, había perdido.

(...)

La brisa fresca entraba por mi ventana mientras estaba recostada en mi cama. Rápidamente un recuerdo llego a mi mente, un recuerdo que parecía estar en mis más escondidos recuerdos, pero ahora, parecía que lo recordaba mejor que ningún otro. Mi mente me jugaba sucio, siempre fue así, es por eso que no logro avanzar, mientras no tenga mi mente en paz, mi vida tampoco, ni mis sentimientos y con ello mi corazón.

La brisa fresca entraba por mi ventana mientras estaba recostada en el pecho de mi chico dormido, escuchaba como su corazón latía con una sucesión tan exquisita, su respiración era tranquila, sin prisas y yo, solo lo disfrutaba como si fuera una canción. Miré su rostro y lo admiré, sus ojos cerrados adornados por unas largas pestañas, sus labios carnosos y con una forma perfecta que te invitaba a querer besarlos, son mi debilidad. La brisa movía su cabello un poco. Me sonroje al ver lo suertuda que era al ser amada por él . Sonreí al darme cuenta de que estaba totalmente enamorada de él. Enamorada hasta de lo más mínimo, como de sus lunares o las pequeñas cicatrices que tenía.

Acaricie su rostro con mi pulgar, recorriendolo con lentitud, dibujando cada silueta de su rostro, con amor. Poco a poco él abrió sus ojos y me sonrió.

—Perdón por despertarte.

—No te preocupes, ya dormí demaciado.

¿Cómo dormiste amor?— le dije aún acariciando su rostro.

Muy bien, estando a tu lado no puedo dormir de otra forma.

Me sonroje. Siempre sabía cómo hacerlo y lograrlo, era el único que podía.

¿Sabes qué amo qué te sonrojes? Te ves tan linda y tierna, me traes comiendo de tu mano, princesa. Podrías pedirme lo que quieras y yo iría corriendo a hacerlo.

Te amo— le moví el cabello a un lado, totalmente sonrojada y con un zoológico en el estómago que había causado sus palabras.

—Te amo Tn.

Lo bese dulcemente pero parecía que el no quería seguir ese beso, al menos, no de esa forma. Tomó el control y el beso subió de nivel, sin separarnos me subí sobre él y me senté en sobre su abdomen, el beso seguía su curso como también de nivel. Me tomo de las caderas y me volteó con facilidad, quedando debajo de él que se recostaba con cuidado y sin aplastarme, sus besos bajaron por mi mentón hasta llegar a mi cuello, gire mi rostro para que tuviera más exceso a el y él parecía disfrutarlo. Baje mis dedos hasta el dorde de su camiseta y comencé a levantarla con lentitud, rozando mis dedos por su piel, estremeciendolo. Se separó de mi por unos segundos, solo para arrojar su camiseta al suelo de un tirón y volvió a inclinarse hacia mí con una sonrisa traviesa”.

Cubrí mi rostro con ambas manos mientras lloraba, el dolor era terrible y parecía que por más días que pasarán, dolía con la misma intensidad o xonxlusp más. Su ausencia era un impacto para mi vida que jamás me habría preparado para ello, para empezar, porqué aunque lo hiciera, no lo hubiera logrado. Cada día lo encontraba en más lugares y los recuerdos me inundaban, queriendo volver a vivirlo y crear nuevos iguales de hermosos. ¿Cómo hacía la gente para superar la muerte de alguien qué amaste con mucha intensidad?. Yo no sabía nada de ello.

Me pare de la cama de un salto  y me senté en la silla del escritorio. Limpie mis ojos que estaban cristalinos por las lágrimas, impidiendome ver con claridad. Tome una hoja y un lapicero, comenzando  a escribir lo que sentía en esos momentos y la falta que me hacía me ayudó a calmarme un poco.
Escribir era mi medicina para el dolor.

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Mi vida sin ti- 2 temporada C.V y tú/Terminada/TrilogíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora