Mi vida sin ti- 2 temporada C.V y tú/Terminada/Trilogía

Capítulo 16

—¡Tn! La más preciosa de todas—Erick tomó la silla de enfrente y se sentó alegremente.

—¿Qué pasa Erickin?.

—¿Cómo te fue con Yoyo ayer?— relamio sus labios y sonrió coquetamente— ¿Ya se besaron?.

—Bastante bie... ¿Qué? ¡No! Solo somos amigos, Erick— deje aún lado el jugo de naranja que estaba tomando, casi me ahogaba al escuchar su segunda pregunta.

—Los amigos se besan.

—Claro que no.

—Para reforzar la amistad— se echo a reír de su propio chiste mientras yo lo miraba mal, dejo de reír cuando vio mi cara— Es broma quita esa cara.

—Sabes que te odio ¿Verdad?.

–Yo se que me amas Tn— me dijo parándose de la silla, acercándose a mi—Y yo a ti, cuñada.

Beso mi mejilla dulcemente y se alejo, negué viéndolo. Claro que lo quería, era mi mejor amigo y no había nadie mejor para mi hermano que él.

(...)

—Hola Tn— saludo, apezar de no saludar con palabra formales, su tono de voz y su tranquilidad, lo hizo sonar como si lo fuera.

—Hola Anastasia— contesté.

—Tn...

—Sí, sí, perdón, Ana— me corregí.

—Mucho mejor— me sonrió.

Le devolví una pequeña sonrisa, me había negado el primer día en venir, pero Anastasia me agradaba y me gustaba hablar con ella, aunque estoy aquí teniendo toda su atención gracias al dinero de mis papás, realmente parecía importarle o que ella amaba su trabajo.
Relami mis labios pensativa, después de pensar un rato, abrí mis labios lentamente aún sin estar del todo segura, pero al final acepte acerlo.

—Ana— dije aún con la mirada hacia la pequeña plantita que tenía en una mesita de enfrente.

—¿Sí?.

Volví a mirarla a los ojos, me miraba con atención.

—Tengo un amigo que siempre esta al pendiente de mí, es muy lindo, me invita a salir y me gusta pasar tiempo con él, pero...

—¿Pero?

—Yo no creo estar lista para volver a conocer a alguien más o... Enamorarme.

—¿No estas lista?.

—Sí y también no creo que pueda, Chris fue... — busque las plantas correctas en el aire— el amor de mi vida.

—Eso sientes ahora, preciosa. Es parte de, cuando sanes, tendrás que seguir con tu vida y será inevitable que eso pase. Tienes que pasar página.

—Ya se pero no creo que pueda.

—¿Estarás atada toda tu vida a alguien qué ya no está más aquí? Debes seguir y que te sirva de experiencia, mereces ser feliz.

—Lo dice como si fuera tan fácil.

—No lo es, te llevara tiempo, pasó a paso y a tu ritmo, pero con la ayuda de la gente que te ama todo es posible y que tú quieras. El dolor no es para siempre.

(...)

Como todos los días y como una rutina, escribí un poco y fuí a leersela a Chris.

No me quedaba mucho tiempo ahí, leerla y contarle algunas cosas no me quitaban más de 1 hora. Cuando termine, salí de aquel lugar mientras frotaba mis brazos en busca de calor, el frío comenzaba a congelarme hasta las uñas.

—Tn ¿Que haces aquí?.

Me gire hacia aquella voz, Yoandri estaba parado viéndome con atención, tenía un gorrito rojo que hacía juego con su chaqueta.

—Yoyo— le sonreí— solo vine a ver a Chris.

Se quedo un pequeño rato callado, observando la puerta de la entrada. Se giro y me sonrió con dulzura.

—Entiendo ¿Tienes frío?— pregunto al notar que me seguía abrazando a mi misma. Llevaba un pequeño suéter de tela delgada pero eso no ayudaba en nada.

—Mucho— confesé.

El se quito la chaqueta y se acercó, con intensión de ponermela. Tomé su mano deteniéndolo.

—No, está bien, ya me voy a casa y allá puedo recomponerme. No es necesario que me des tu chaqueta.

—No me molesta, esta helado y te puedes enfermar.

—También tú.

—Pero prefiero que tú no.

Se safo de mi agarre y me coloco la chaqueta contra mi voluntad.

—Pero...

—No me importa lo que me digas— me corto, cerrando el cierre de su chaqueta.

Rápidamente el calor me invadió, aún tenía la calidez de su cuerpo. Rápidamente deje de temblar.

—Gracias—le dije sonrojada.

—No agradezcas, ven te llevo a casa.

—Gracias.

Puso su mano en mis hombros rodeandome. Comenzando a caminar, me acerque un poco más hacia él, me gustaba su cercanía. Yoyo sonrió, lo pude ver de reojo.

Por favor Tn, te extraño...

Un escalofrío recorrió mi espalda, otra vez esos sollozos. Pero trate de ignorarlos, no iba a asustar a Yoandri con aquello.
Pero eso no quitaba que me asustaran los sollozos que provinencia dudosa.