« Fresas con Crema » ••(SiChul)••

EPÍLOGO: SICHUL.

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Despertó debido al golpe que sintió en su rostro, parpadeo varias veces antes de enfocar su vista a la mano frente a él.
Suspiro y trató de estirarse en vano; Siwon (como siempre) lo tenía prisionero con sus brazos y piernas en un abrazo cálido.

La respiración tranquila que golpeaba en su cuello desnudo, la punta de la nariz rozando sus omóplatos y la ya tan conocida (y habitual) erección matutina pegada peligrosamente a sus glúteos.
Mmmmmmmm, casi estuvo a punto de moverse contra la erección, pero el dolor en su cadera le recordó que debía de descansar aunque sea por lo menos en la mañana.

— Siwon, despierta. —hablo suave, acariciando uno de los brazos— Siwonniee...

— Ah... Cinco minutos más... —hablo con voz ronca mientras se abrazaba más a su figura.

Su estómago rugió de hambre, así que lo único que podía hacer para salir de aquel abrazo era algo que sabía hacer muy bien.

Comenzó a mover su cadera en círculos, aprovechando que la erección estaba ahora más pegada entre sus cuerpos.
Y funcionó, suaves gruñidos comenzaban a brotar de los labios de su marido.
Más fricción y de un momento a otro Siwon ya lo tenía bajo sí. Le observó; la cabellera negra revuelta y el rostro medio despierto, los musculosos brazos a sus costados y umm, la erección bastante lista.

Llevó sus manos al cuello de Siwon y lo jalo hacia él para besarlo. Un beso lento que Siwon se empeñaba en volver salvaje, pero no le dejaría. 
A HeeChul le gustaba demasiado besarlo, principalmente porque Siwon se desesperaba y quería hacerle el amor (claramente cuando estaban en la intimidad).
Recorrió la espalda, sintiendo los músculos tensarse y la piel tersa y dura enchinarse.

Siwon disfruto el tacto de las suaves manos sobre su espalda, ha... Sentir las manos recorrer su piel era magnífico y tan estimulante como si lo estuviera masturbando con destreza.
Y también Siwon ya no se quedaba atrás, habían aprendido a encontrar sus puntos más débiles, y Siwon ya estaba acariciando con perversa lentitud sus muslos hasta llegar a los glúteos.

Según no quería otra ronda debido a que la noche anterior había sido agotadora, pero allí estaba su erección haciendo presencia y rozándose con la de Siwon.
Incluso su entrada ya estaba húmeda.

Observó como Siwon se acomodó entre sus piernas, sintió el miembro rosarlo y soltó un gran gruñido en cuanto fue introducido de golpe. Carajo... Se sentía tan bien.
La sonrisa pícara de Siwon relució y el vaivén profundo comenzó.

Soltó gemidos ruidosos como de costumbre mientras Siwon le dejaba marcas de besos sobre su pecho y (otra costumbre) antes de venirse, Siwon mordió la marca ya hecha, así eyaculando en el interior de su esposo.

— Buenos días, corazón —hablo Hee una vez con la respiración tranquila.

— Buenos días, hyung. —sonrojado salió del interior y se volvió a abrazar a su esposo. — ¿Quieres que haga el desayuno?

— Me leíste la mente. En un momento voy. —Siwon asintió y se levantó tomando una bata y saliendo.

Hee se quedó mirando el techo.

Fue un increíble mañanero, lo único malo: la cadera y espalda le dolían horrores.

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