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— ¿Estas seguro de esto?

Pregunto la voz de un hombre viejo con todavía fuerzas en sus palabras, en eso una voz de alguien más joven demasiado a comparación del primero le responde.

— Soy el único que puede hacerlo, nadie más conseguirá mover a las personas. Solo recuerda que si fallamos no tendremos una segunda oportunidad

— Entiendo... lo dejo en tus manos

Ambos se quedado mirando sin decir nada y de un momento a otro solo hubo silencio.

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22 de agosto, año desconocido.

La noche caía en la ciudad de Delment.
Desde que Atlantia se creó se dividió en tres partes iguales creando así las divisiones, uno de ellos nombrado Vermout el lugar donde todas las familias ricas, personas importantes y los integrantes de Stardust viven en bandeja de plata con solo chasquear los dedos.

La segunda ciudad es Gronno la vida ahí es completamente normal y corriente, gente con dinero estable, vida estable y tranquila.

Y por último la ya mencionada Delment, aquí vive la gente de escasos recursos. Las calles y demás sitios están en un estado deplorable o destruidas.
No solo vive la gente pobre también en ese lugar se mete a la gente que cometió rebeldía hacia los líderes o crímenes cómo robar, agredir o el peor de los casos asesinar. En varios sitios de esta ciudad no llega la luz por lo cual necesitan usar madera que encuentras por ahí para crear fuego.

Aquí esta la gran parte que nadie quiere en la sociedad nunca más. Todas las personas y divisiones crean Atlantia donde todos pueden ser "felices" si así se le puede llamar...

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El frío contra su mejilla era más que suficiente para comenzar a despertar, percibió unas risas o palabras que no puede entender del todo por no estar con sus sentidos activos, unos golpes en su cabeza hizo finalmente que abriera los ojos lentamente.

— ¡Vamos despierta estúpido o te usaremos como juguete de trapo!

— ¡Míralo! ¿no se ve algo fácil de someter?

— ¿Por que lo habrán enviado a Delment?, ¡pobre bastardo jaja!

Sus pupilas fueron enfocando los rostros de aquellas personas.
Habían cerca de seis hombres, unos de ellos era pequeño con barba de candado y cara regordeta, otro muy flaco, cara larguirucha y lampiño.
El que llamaba más la atención era el de en medio, tenía un tatuaje en su hombro derecho, por ser de noche es imposible de saber que figura tiene.
Era calvo pero eso no es lo que lo hacía distinto más bien era por su enorme marca en la mejilla izquierda como si un afilado cuchillo pasó por ahí. Él hacía solo observando sin decir nada.

— Bien ya despertaste, déjenlo o hará lo que la mayoría hace salir corriendo por sus tonterías y bien ¿nos dirás tú nombre y por qué estás aquí?

Dijo el extraño hombre tomando asiento a su lado mientras los otros se sentaban enfrente, como si un maestro esta a punto de contarles la historias unos pequeños niños.

Él no entendía lo que ocurría pero parece que no tiene de otra que contarles lo que quieren escuchar.

— Yo me llamo...Clayton...y no se que hago aquí, lo último que recuerdo es que me encontraba en un ¿auto?...

— Bueno es lo normal, Stardust nos quita la mayoría de nuestros recuerdos frescos excepto los más lejanos pero al pasar los días o semanas recordarás lo que te pusieron en blanco.
Supongo que tan solo eres pobre, pensábamos que hiciste algo malo para andar por acá

— Stardust...¿hablas de la organización?, ¿ellos me dejaron aquí?

— Déjame decirte algo mientras andes por acá no intentes pasarte de listo ya que aquí los que son de esa forma reciben un castigo peculiar, ¿ves esta marca en mi cara?, es una prueba me lo merecía después de todo hice algo horrible — el chico hizo una mueca extraña intentado sonreír.
bueno chicos vámonos, dejemos al nuevo descansar

Y así el calvo de levanto quejándose un poco para ponerse de pie llevándose consigo a sus compañeros dejando solo a Clayton con una expresión de confusión por lo que acaba de oír.
Miro a los alrededores donde encontró autos, casas y calles en gran parte destrozadas, un simple temblor puede tirarlo lo que queda, deseo que no ocurriera.
Se hizo al frente un poco, había estado recostado todo este tiempo contra una cerca de madera.

Antes de que hiciera algo más, un papel voló por una ráfaga de viento y cayó delante de su pie.
Lo tomo y antes de que lo arrugara vio unas letras que le llamaron la atención. Costo leerlas pero lo consiguió a los largo de los minutos.

Bienvenido a Atlantia

Solo decía eso y unas imágenes sobre...¿edificios?
Quizá lo eran, la poca luz no deja ver lo demás. Al final solo se sintió vacío, tiro el papel al suelo intentando asumir que no tiene una parte de su memoria pero recuerda...las guerras, Stardust, su familia, gran parte de su niñez y adolescencia.

¿Pero cuando recordará todo lo demás, lo actual?, se preguntó eso intentado dormir ahí mismo de lo que quedaba de la noche.

Atlantia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora