Atlantia

II

Unos pequeños rayos del sol hicieron que Clayton se despertara ahora que había luz podía ver el lugar en donde estaba la noche anterior.
Un parque completamente roto de sus juegos donde solían ir los niños, un pasto está seco y basura por todas partes.

— Esto es un asco, de verdad nadie limpia por aquí

— Déjate de balbuceos y come

Esa voz ya la conocía, al voltear estaba en lo correcto se trata del tipo calvo con una bolsa de nueces que en seguida le tiro hacia la cara.
Se sobresaltó pero pudo detener el trayecto y sin pensarlo abrió la bolsa para comer engullir el alimento.

— Bueno eso será todo lo de hoy, disfrútalo solo se come una vez al día ¿una mierda no?

Clayton dejó de comer y lo miró sorprendido ante tal problema.

— ¿Como que solo una vez?, a este paso unos moriremos de hambre

— Si ya lo se, están tragando como reyes mientas nosotros luchamos contra el rugir de nuestros estómagos

— No es justo...

— Aquí nada es justo, así es la vida en este lugar pero no queda de otra.
Es vivir aquí o fuera donde gran parte es desierto eterno

Es verdad, desde que terminaron las guerras todo lo que quedo fue desierto sin vida además de exponerse al sol por un largo periodo es peligroso.
Clayton se percató que si da calor pero es soportable, ¿acaso la ciudad tiene un mecanismo para reducir los rayos ultravioletas?

— ¿y cómo podemos llegar a las demás divisiones?

— Ya tienes curiosidad pues bueno es imposible, una vez que nos dejan en uno de los sitios y intentamos irnos o cruzar a otro lado solo quedan dos opciones la muerte o una linda marca — Detuvo su platica un momento cuando miró hacia el norte donde a lo lejos entre los escombros se podía ver un enorme edificio reluciente, el centro de Atlantia para después continuar — Acostúmbrate a esto

— ¿Entonces solo estaremos así para siempre?

— Claro que esperabas, ¿que un día se les ablande el corazón y nos dejen vivir en un cómodo cuarto con una gran sonrisa y un buffet por la mañana?

— Maldición...

— Bueno eso es todo, linda platica

— ¡Espera aún no sé tú nombre!

— Llámame Brad

Con eso Brad se alejó de Clayton, y él se quedo reflexionando sobre su situación actual, el tener que vivir de esta manera...nadie podría aguantar mucho. Al final decidió salir del pequeño parque para explorar los alrededores.

No había nada mas que escombros unas cuantas personas con ropa maltratada, y Clayton supuso que eso le pasará tarde o temprano. Un callejón le llamo la atención ya que en una pared de bloques de concreto desteñida había algo como un grafiti, se acercó con una curiosidad cómo cuando era un niño.

Al estar frente pudo observar un enorme círculo trazado con color blanco además una letra en el centro

— ¿una W?

Eso pronunció ya que solo eso había dentro del círculo una enorme letra rojiza, ¿qué clase de significado es esto?
Saco una conclusión de que solo fue una persona sin nada que hacer escribiendo su nombre, mejor lo dejo pasar saliendo del callejón.

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A lejos una redonda bola metálica con un enorme ojo robótico veía y analizaba a Clayton, enfocando y desenfocándolo hasta que voló hacia los aires dirigiéndose directamente hacia el edificio gigante.