XV

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En seguida echaron a correr sin mirar atrás, Vanessa dio un salto a la derecha escondiéndose detrás de los arbustos, Clayton y Joel la siguieron. Agitada por la carrera les susurró a lo bajo prestando atención a cada palabra que decía.

Escuchen bien...Clayton debes distraerlo mientras yo uso esto... — De su bolsillo sacó una pistola negra, ella estaba preparaba para situaciones cómo está.

Si claro...que el débil se haga cargo para que muera de carnada — Él sudo frío ante la idea de tener que distraer tal cosa.

¿Que?...¡claro que no!
Es para que pueda ponerme detrás y darle donde no me vea, si no recuerdo mal en la zona de la cabeza tienen donde pueden darle un gran daño las balas

¿Y tú cómo sabes eso...?

— Solo...confíen en mi

Ante esas palabras Clayton suspiro y salió en cuclillas para darle cara  aquella cosa. Al estar enfrente usó sus dedos para silbarle y en seguida la abeja entorno su luz hacia él y con gran velocidad voló en su dirección con su aguijón listo para picarle. No se quedaría para recibirlo por lo que corrió hacia el lado opuesto y gracias a su luz de ese robot fue capaz de mirar mucho más claro el camino, ya era imposible que se tropezara.

O eso creyó, por la euforia sus pies se enredaron y cayó al suelo. Sin detenerse se arrastró con todas sus fuerzas y su pobre ropa nueva ya estaba acumulando polvo.
Y además aferrándose al pasto puede rectificar lo que había sospechado. El pasto es sintético como toda la demás naturaleza de ese lugar. No hay vida.

Ya no continúo corriendo, se colocó de pie a la vista puesta en la abeja acercándose.

Por favor Vanessa...dime qué conseguí suficiente tiempo y qué no me mentiste — Entre su subconsciente le decía que solo lo dejo votado para no estorbarle. Se sintió mal de que esa sea la verdad...

Ya solo quedaban pocos centímetros y el aire que soltaban sus alas golpeaba su pelo y cara. Clayton cerró los ojos con fuerza debido al viento provocado, el aguijón letal se abalanzó a su pecho...

Antes de que se le clavara le rozo la camisa y sonó un disparo que atravesó la cabeza robótica soltado tuercas y chispas, hasta unos cables saltaron de diferentes colores azules, verdes, negros, grises, etc. 
Los ojos blancos lentamente se fueron pagando hasta quedar oscuros, las alas se quedaron estáticas y luego todo el cuerpo cayó en un estruendo al suelo. Todo quedó en paz, Vanessa lo había salvado.
Clayton cayó rendido, agitado, sorprendido y sobretodo cansado.

¡Muy bien hecho nos lo quitamos!

Ella se acercó junto con Joel el cual se quedó observando el robot por unos breves instantes. La mente débil de Clayton le hizo sucumbir ya andaba asustado con las manos temblando, esa máquinas no son normales.
Se ven que estas diseñadas para aniquilar.

Oye debemos seguir esto es un claro indicio que ya saben lo que estamos haciendo

Yo...yo jamás había visto esta clase de cosas...

Y hay más... — Joel extendió la mano para que la tome y se levante. — Creí que eran sólo un mito los experimentos que realizan esos tipos pero al ver esto ya no hay duda. Algo me dice que nos toparemos con más robots si queremos llegar a Delment

Clayton tomó la mano y se comenzó a marear más de lo debido. La idea de que su vida de nueva cuenta está en peligro es terrorífico para él.
Y sin poder resistirlo se desmayó.

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¡N-No puedo hacerlo...!

— ¿¡Entonces eres un debilucho!?

— N-No lo soy...

¡Entonces deja de llorar que el sacrificio de nuestros padres no sea en vano!

Su hermano le daba lecciones de cómo luchar. Siempre fue miedoso pero aún así no se rindió y intentó derribar a su hermano que aunque es menor no se veía tan flacucho como Clayton.

Lo empujó pero no rindió frutos, su hermano no se movió ni un solo paso. Luego le sonrió y le tocó el hombro.

Bien ya basta, lo hiciste bien por hoy pero recuerda que debes ser fuerte para poder protegerme. Después de todo eres mi hermano mayor.
No sobrevivirás tú solo fuera de este mundo 

Lo se...

Vamos a cenar que mañana nos vamos con el grupo sobreviviente

Atlantia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora