Love Is Heavy.

4. Hay Algo De Cierto.

Disclaimer: Los personajes de Citrus y Yagate Kimi ni Naru no me pertenecen, son propiedad de Nakatani Nio (Yagate Kimi ni Naru) y Saburo Uta (Citrus)

[…]

Love Is Heavy.

Ángela Biachi y Regdar Blackstrand.

[…]

4. Hay Algo De Cierto.

[…]

Yuzu camina sola por la calle después de clases, molesta por el hecho de que Harumi no haya podido acompañarla e ir a algún lugar. Quizás la compañía hubiese evitado que su mente vague por recuerdos dolorosos que lastiman su corazón.

Es irónico que habiendo tantas personas a su alrededor, con tanto ruido, ya sea de los autos o la gente, ella solo sienta la silenciosa soledad. No se había sentido así en mucho tiempo, pero desde que Mei le dejó en claro su sentir, ese sentimiento de soledad se ha extendido en su ser.

Su mente ha captado el hecho de que jamás podrá estar con Mei, pero su corazón no. ¿Cómo explicarle a su alma que sus sentimientos nunca serán correspondidos? ¿Qué desde el inicio, esa relación estaba destinada a fracasar?

Incluso si ella está dispuesta a respetar la decisión de Mei, ellas viven bajo el mismo techo, en la misma habitación y, aunque ella ha estado durmiendo en el sofá o en el suelo, las tensión es palpable.

Su madre parece sospechar que ha pasado algo entre ellas.

¿Pero qué puede hacer? Cuando ella le dijo a Mei que la amaba, no mentía y, esos sentimientos no son sencillos de dejar atrás. ¿Por qué el amor debe de ser tan complicado? ¿O será qué simplemente se enamoró de la persona incorrecta?

Sea cual sea la respuesta, es tiempo de aceptar la situación. Tomará tiempo, dedicación y mucho esfuerzo, pero saldrá adelante y dejará ese amor atrás.

Si tan solo fuese tan fácil decirlo que hacerlo.

Suspira con pesadez, desde ese día de lluvia, ella no ha podido ser la misma. Ya no puede reír como antes, ni tener esa actitud burbujeante, es como si ya no hubiese algo por lo que estar feliz.

Su gran amiga Harumi sabe que hay algo mal con ella, varias veces ha intentado hacer que hable de ello, pero no ha logrado nada. Honestamente, no encuentra las palabras, ni el valor, para confesar la razón de su estado actual.

Aún así, agradece el hecho de que la chica de ojos avellana se quede a su lado, apoyándola.

Vuelve a suspirar, sus pasos guiándola a cualquier otro lugar que no sea su casa, no quiere regresar aún. Mei no tiene trabajo en el consejo estudiantil, por lo que, seguramente estará en casa.

Dobla una esquina y ve a alguien caminar un par de metros más adelante. Puede reconocer ese inusual color de cabello con solo haberlo visto en dos ocasiones. Apresura sus pasos y se acerca para tocar su hombro derecho, la persona se voltea y Yuzu se alegra no haberse equivocado.

—¡Buenas tardes, Yuu! —saluda Yuzu, su costumbre de llamar a las personas por su nombre, hace acto de presencia.

—Oh, senpai. Buenas tardes —Yuu devuelve el saludo, no importándole el hecho de que la haya llamado por el nombre—. Es un gusto volver a verla.