Love Is Heavy.

19. La Persona Frente A Mí.

Disclaimer: Los personajes de Citrus y Yagate Kimi ni Naru no me pertenecen, son propiedad de Nakatani Nio (Yagate Kimi ni Naru) y Saburo Uta (Citrus)

[…]

Love Is Heavy.

Ángela Biachi y Regdar Blackstrand.

[…]

19. La Persona Frente A Mí.

[…]

—Quiero que te alejes de Yuzu.

Deja de mirar los documentos para enfocarse en la chica que yace frente a ella, mirándola con ojos severos y una clara irritación. Actualmente ambas se encuentran solas en el salón del consejo estudiantil, mientras los demás consiguen otros documentos y al mismo tiempo, echan un vistazo a la infraestructura.

Al inicio, no comprendía la razón por la que la presidenta de la Academia Aihara quiso quedarse atrás, ahora comienza a entender. Esto se trata de Yuzu.

—¿Qué? ¿Por qué debería de hacerlo? —responde con otra pregunta, dejando la carpeta con los documentos sobre la mesa, para prestar su total atención a Aihara Mei, quien frunce aún más el ceño.

—Lo oíste fuerte y claro. Tú presencia en la vida de Yuzu no es de ningún beneficio —habla la pelinegra, con ese tono de voz frío y calculador—. Además, se perfectamente bien cuál es tu plan.

Ahora es su turno de hacer una mueca de confusión, sin tener la menor idea de a lo que se refiere la mayor. ¿Su plan? ¿Cuál plan? A menos que Mei pueda leer mentes y piense que planea confesar sus sentimientos a la rubia, no entiende de lo que habla.

—¿De qué está hablando? Yo no tengo ningún plan.

Si las miradas mataran, ella estaría hecha polvo, para su suerte, no es así, por lo que solo puede observar como esos ojos púrpuras se vuelven llenos de ira.

—No quieras hacerte la graciosa conmigo —dice entre dientes, claramente muy molesta—. Sé que estás detrás de Yuzu por los beneficios que trae el apellido Aihara, ya que, a pesar de no ser hija biológica, su futuro es brillante. Conozco a muchas personas que harían cualquier cosa por ser parte de nuestra familia, incluso seducir a un miembro de la misma.

Puede escuchar exactamente como pasan cinco segundos antes de que las palabras de Aihara Mei se registren por completo en su mente. Una vez lo hacen, una inmensa ira se apodera de su cuerpo, haciendo que se levante de forma brusca y golpee sus manos contra la mesa.

Yuu no se considera una persona que pierda los estribos con tanta facilidad, pero la sola idea de que insinúen que ella está detrás de Yuzu por su apellido, la hace sentirse enferma. Hay unas intensas ganas de estampar su puño en la arrogante cara de la presidenta, de borrar esa estúpida sonrisa engreída de su rostro.

Tiene que usar toda su fuerza de voluntad para no hacer o decir algo que la termine perjudicando. Están en la preparatoria, y está segura de que golpear a una futura heredera de una prestigiosa Academia, no le hará ningún bien en su registro estudiantil.

En pocas palabras, no vale la pena manchar su buen récord por una persona como lo es Aihara Mei.

Da unas cuantas respiraciones, su cuerpo aún se mantiene tenso, pero puede dejar de apretar sus puños. Sus ojos marrones miran directamente a los púrpuras de la pelinegra, manteniéndolos fijos.