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La manera en que Jungwoo y Johnny se habían conocido no había sido la mejor para el primer nombrado, hasta la fecha le seguía apenando que la primera que hablaron, Johnny lo haya encontrado llorando.
Johnny siempre se consideró un chico muy maduro y trabajador a su edad, había iniciado a trabajar desde los 15 años, por necesidad y porque quería ayudar. No ha dejado de trabajar desde entonces, para pagar su universidad y pagar su departamento. Actualmente era mesero en una cafetería, disfrutaba trabajar en aquel lugar, hasta había hecho amigos los cuales consideraba muy cercanos. 

Su trabajo "extra" era llevar almuerzos al edificio que había al lado de la cafetería, Jaehyun era su cliente mas recurrente. 
En la noche tenía otro trabajo, ser bartender en un club cerca de su departamento, aunque solo fuera en los fines de semana, igual disfrutaba trabajar ahí.

Su carrera de fotografía era algo que más amaba, junto a su cachorro labrador llamado Eve.
Lo único que odiaba de su trabajo era el comportamiento de algunos clientes, el de uno específicamente.

— Yo quiero un café frío con helado y mucha crema batida, que tenga chispas de chocolate y un muffin.— el pálido chico habló mientras miraba a Johnny tomar aquella orden. Rápidamente una mano hizo que John dejara de escribir.

— No, no... Jungwoo, es mucha azúcar y sobre todo muchas calorías... Trae un pastel de zanahoria y café sin leche, sin azúcar.— un joven con leves rizos en su cabello habló mientras escuchaba al menor negar y repetir su nombre una y otra vez.

— Vlad, Vlad, Vlad, Vlad. Yo no quiero eso, yo quiero lo que pedí. Vlad, Vlad, Vl...—

— Por favor, no tardes.— Vladimir ignoró las peticiones de su novio y miró a Johnny que tomaba la orden. El antes nombrado alzó una ceja y se dirigió de nuevo a la cocina.— Odio que te comportes así.—

— ¡No respetaste lo que yo pedí! — chilló mientras cruzaba sus brazos mirando a otra parte mientras negaba con un puchero notable en sus labios. 

— No te quedará el traje si sigues comiendo así — el mayor respondió mientras miraba su teléfono mirando a su novio jalar su mano. Rodó sus ojos y se giró.— ¿Qué quieres? —

— Un beso.— su voz sonó bajita mientras hacía un pico con sus labios. Vladimir sonrió y se acercó a dejar un casto beso en sus labios.— Y lo que yo pedí.—

— No — Vladimir se separó de golpe y llevó su mirada a su teléfono mientras el menor hacia un puchero. Se recargó en el hombro ajeno intentando ver los mensajes y a la vez que intentaba besar los labios ajenos — Jungwoo, basta.— el mayor se separó un tanto molesto alzando su voz — Ya tienes 18 años, ya eres grande y no hay un porque debes comportarte así. Madura, no seas aniñado.

El menor se sobresaltó mientras miraba al contrario con un notorio puchero en sus labios y sus ojos algo vidriosos, negó un poco y se puso de pie.— Iré al baño.— susurró algo cortado y se alejó de la mesa dirigiéndose al sanitario. El mayor simplemente asintió sin mirarle volviendo a escribir en su teléfono.

Johnny quién había visto la escena desde el aparador no pudo evitar rodar sus ojos bastante molesto mientras acomodaba la bandeja con los alimentos. Se giró con una de las meseras y le sonrió.

— ¿Puedes llevarlo a la mesa 6? — señaló la bandeja y la chica simplemente asintió. Johnny sonrió y tomó una escoba y un pañuelo caminando al baño, fingiendo ir a limpiarlo. 

Ahí estaba Jungwoo, estaba en el baño lavando su cara intentando despistar las lágrimas que caían por sus mejillas. Su nariz rojiza por las veces que la talló intentando calmar su llanto. 

— ¿Ocurre algo? — la voz del más alto llenó el silencio del sanitario haciendo que el más pálido se girara a verle.

— No — negó apretando sus labios mientras recargaba sus delicadas manos en el lavamanos. Johnny alzó una de sus cejas y caminó a tomar una toalla de papel para pasarla con cuidado en las mejillas del más bajo.

baby ; jaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora