c i n c o

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Johnny odiaba ver a Jungwoo así.
Johnny odiaba ver a Jungwoo llorar por alguien que no lo merecía.

Pero definitivamente lo que había hecho que el mayor se molestara de aquella manera fue ver su brazo.

Ver su brazo con una maldita marca de un golpe.

— Johnny, por favor, por favor, te lo suplico, enserio fue un accidente.—la respiración del menor estaba agitada mientras caminaba detrás de él.

— ¡No intentes convencerme!— alzó su voz al momento que salía de la habitación totalmente enojado.

— Te lo suplico, no hagas nada. Cálmate por favor, Johnny... Por favor.—

— ¡Eso no fue un accidente! — Johnny gritó mientras bajaba las escaleras de la gigantesca y lujosa casa del menor.— ¡Ese idiota te golpeó!

— ¡Enserio lo fue! ¡Johnny! — el menor estaba desesperado, intentando tomar la mano del contrario.— ¡Por favor! — Jungwoo sentía su corazón latir a más no poder, sus lágrimas caían rápidamente mientras sus manos se aferraban a intentar tomar las ajenas.

Ambos estaban en la entrada del lugar, el menor había podido tomar la manga del suéter ajeno mientras este sólo forcejeaba.

— Dijo que no lo volverá hacer...— susurró mientras sentía su voz cortarse nuevamente. Sus ojitos los cuales ya estaban bastante rojizos por el llanto, sus y nariz igual. Y a Johnny le destrozó verlo así.— No lo busques... por favor, te lo suplico... Fue mi culpa.—

—Aunque haya sido tu culpa, ese idiota no tiene derecho a golpearte.—el más alto suspiró harto y simplemente abrazó a su pequeño contra su cuerpo; se encargó de repartir varios besitos en su cabeza mientras acariciaba su cabello ahora naranja.— Todo mejorará... Lo prometo. —

Y  lo que más odiaba Johnny era tener sentimientos hacia Jungwoo.
No poder protegerlo.

🍒🍒🍒

Jaehyun miraba el techo de su habitación oscura, que era iluminada muy levemente por aquella vela aromática que tenía prendida. Su mente solo se enfocaba en algo; en alguien.

Aquel niño de ojos bicolores.
¿Por qué no podía sacar a Taeyong de su mente?
¿Por qué sólo pensaba en sus labios? En sus suaves manos, sus enormes ojos que parecían que solamente al verte conocía todo de ti.
¿Qué le pasaba? ¿Por qué le deseaba?

Y mientras tanto, Taeyong recostado en su habitación, le pasaba lo mismo.
Pensaba en lo apuesto que era Jaehyun, la manera de verle. Taeyong no entendía como un hombre como él caía en sus encantos.

Tienes unos labios preciosos, Taeyong.

Tus ojos son únicos, Lee Taeyong.

Eres precioso por completo.

El menor podía sentir la humedad de su lengua recorrer su cuello, sus labios succionando su pálida y tersa piel. Las grandes manos de Jaehyun paseándose por sus muslos. Taeyong quien estaba sobre el escritorio con su cabello totalmente despeinado y sus mejillas sonrojadas.

— Enserio eres precioso...—

Y sus ojos se abrieron.
Era un sueño.
Taeyong se sentó de golpe en su cama, observó alrededor y notó como aún seguía oscuro, suspiró y cerró sus ojos unos segundos pensando instantáneamente en aquel sueño que acababa de tener. Sentía la necesidad de que pasara y odiaba sentir aquello.

🍒🍒🍒

El día era como el anterior; Jaehyun trabajando en su oficina, dando los últimos toques a sus diseños, Taeyong sentado en uno de los sillones observando con atención al mayor; sus manos, la manera en que mordía sus labios en señal de concentración, como su zurda se recargaba en su cabeza despeinado parte de su cabello.

baby ; jaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora