v e i n t e

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Meses antes de conocer a Jaehyun, Tae tenía un trabajo del cual no estaba muy alegre u orgulloso.

No era tampoco de que hiciera lo peor del mundo, pero acompañar a personas a cenar por dinero tal vez no sonaba mal; pues simplemente era una cena.

Lo malo era cuando aquellas personas querían sobrepasarse o cuando querían pagarle de más para que pasara más que una cena al punto de insultarlo y hacerlo sentir de lo peor.

¡Eres una zorra asquerosa, te haces difícil pero de seguro eres tan fácil!

No sirves para nada, Lee Taeyong.

Para lo único que sirves es para estar de noche en noche con cualquier hombre que te ofrezca unos billetes.

No vales nada.

El castaño miraba su reflejo con sus ojos llenos de lágrimas respirando con dificultad por el llanto. Su mejilla ardía y había un moretón en su pómulo, la cita de esa noche no había salido muy bien.

Taeyong despertó de sus recuerdos y como pudo se soltó del agarre de su amigo corriendo a donde estaba Jaehyun donde rápidamente lo abrazó por la espalda en busca de que dejara de pelear escondiendo su asustado rostro en su espalda. El mayor se sobre saltó al sentir el agarre y se giró para encontrarse con su pequeño asustado. Suspiró y se separó de aquel tipo notando como llegaban los guardaespaldas del lugar y rapidamente les hizo una seña para que se llevaran al tipo.

— Bebé... No llores ¿sí? — Jaehyun acariciaba el cabello del más bajito que rápidamente se acurrucó en el pecho sollozando y frunció su ceño asintiendo lento.— Lo siento ¿sí? —

Las manos del más alto se encontraban rojas y con notorios moretones, su cabello algo despeinado y su labio sólo tenía una pequeña marca.

— No te alejes de mi.—

La voz de Tae sonó muy bajita y hasta temerosa provocando que al mayor se le hiciera el corazón chiquito y buscara protegerlo más.

🍒🍒🍒

— ¡Jeno! — la voz de Jaemin sonó y buscó las manos del ajeno.— ¡Vas muy rápido, basta! —

— Claro que no. Sólo eres miedoso.— el pelinegro contestó deteniendo la silla de ruedas de golpe provocando que el menor casi saliera volando al piso.

— El medico dijo que tuvieras mucho cuidado.— el menor mostró un puchero con sus labios y rapidamente fue borrado cuando sintió los labios ajenos chocar con los suyos.

Era un día nuevo y Jaemin había sido dado de alta del hospital, Jeno decidió llevarlo hasta el centro de la ciudad y comprarle cosas, las que el más chico quisiera. Merecía consentirlo.

— ¡Detente! — lloriqueó de golpe al ver un letrero gigante de una tienda y frunció su ceño observando a la persona en él y ladeó su cabeza.— Entremos a esta tienda.—,

—¿Enserio? Creí que te gustaría otro tipo de tienda o nunca pensé de ropa como esta.—

— Conozco a la persona del letrero, me la encontré en el hospital y desde que la vi he sentido una sensación muy extraña.—

— Espero y no sea enamoramiento.—

— No lo es, tranquilo.— bufó y al entrar a la tienda recorriendo los pasillos buscó con la mirada algun encargado o algo por el estilo.

— Buenas tardes, bienvenidos a Jung's Designs, ¿buscabas algo en especial? — la voz de la chica hizo que ambos jóvenes se sobre saltarán y se giraran a verla.

baby ; jaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora