t r e s

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Desde joven Jaehyun siempre había sido alguien soñador, ambicioso y comprometido. Y siempre lo había demostrado y dicho, algo que su padre nunca estuvo de acuerdo. Además de la sexualidad del joven y la carrera que había decidido estudiar.  

El ardor en su mejilla le hizo caer al piso y rápidamente recargar su mano en su mejilla la cual no tardó en humedecerse por las lágrimas de Yoonoh.— Sígueme golpeando todo lo que quieras, pero no podrás hacerme cambiar.— la voz del menor sonó en un gruñido mientras miraba a su padre fijamente a los ojos como si estuviera retandole. El hombre, molesto alzó una de sus cejas y sonrió negando.

— Yo no quiero maricones en mi familia.— susurró mientras quitaba aquel cinturón de cuero que llevaba puesto. El más joven tragó saliva al ver las acciones de su padre sintiendo su cuerpo temblar.— Si mi hijo es una gay... Ésta muerto para mí.—

Yoonoh alzó una de sus cejas y se recargó en el sofá intentando levantarse, su madre detrás de aquel hombre intentando detenerlo (lo cual no funcionaba) suspiró y se recargó en sus manos para así ponerse de pie.— Tu hijo acaba de morir...— fue lo último que susurró antes de sentir aquel fuerte golpe en su cuerpo con aquel rígido cinturón.

Los ojos de Jaehyun se abrieron de golpe al escuchar el timbre de su oficina, suspiró mientras tallaba su rostro aún soñoliento. Se levantó de su asiento y acomodó algunos bocetos en su escritorio.

— Pasa, por favor — alzó su voz observando con atención los dibujos. Al momento que la puerta se abrió sonrió notando como Johnny era quien entraba; un vaso de café y una dona integral.

— Buenos días, señor Jung.— el joven murmuró señalando la comida con su mirada y caminó hasta al mesa que estaba frente al sofá.

— Ya sabes que prefiero que me digas Jaehyun.— respondió para después llevar su mirada a su celular.— ¿Ahora de que es? — señaló el café mientras se ponía de pie.

El castaño se quedo pensando para después reír al escucharlo.— Oh... Es chocolate suizo.— contestó tomando aquel vaso para entregárselo al mayor. Jaehyun susurró un gracias cuando tomó aquel vaso y dió un pequeño tragó. Johnny sonrió y miró los dibujos sobre el escritorio.— ¿Qué tal vas? ¿Ya tienes a todos tus modelos? ¿Faltan diseños? —

— Oh... Los diseños ya están listos, me faltan dar últimos toques y sobre los modelos...— hizo una mueca dando otro trago a su café.— Aún faltan unos cuantos... Y sigo esperando que te animes, Johnny.—

El más joven rió para después negar acomodando sus lentes mirando al gran ventanal donde entraban los rayos de sol.— No, yo... No, enserio agradezco la oferta, pero tengo mucho trabajo y no tendré tiempo.—

Jaehyun negó con una suave sonrisa llevando su mirada al contrario.— Igual consideralo, por favor. — pidió mientras se recargaba en su escritorio y sacaba dinero para poder pagar su "desayuno" — Quédate con el cambio, por favor.—

Siempre era así, el mayor podía gastar simplemente 10 dólares y decidía pagar con 100 para que Johnny se quedara con el máximo dinero; lo cual el menor siempre intentaba rechazar, pero siempre se quedaba con el porque Jaehyun le pedía eso.
Y como siempre Johnny aceptó el dinero para después retirarse de la oficina.

🍒 🍒 🍒

Taeyong estaba en el edificio desde las 5:30 AM, muriéndose de sueño. Ahora entendía porque su madre no llegaba a casa o simplemente llegaba directo a dormir. Se había quedado dormido en el piso del pequeño cuarto donde la mujer estaba, sus ojos se abrieron y observó el reloj; 9:14 AM.

Suspiró mientras tallaba sus ojos sentándose en el piso y miró a la mujer que escribía, doblaba telas y acomodaba papeles una y otra vez, sin parar.

baby ; jaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora