v e i n t i s é i s

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La pálida y tersa piel de Woo se encontraba llena de marquitas y mordidas provenientes de la boca de Johnny, que ahora sólo se encargaba de morder y succionar la piel de su cuello.

La diestra del mayor se presiono en su cintura y con cuidado le hizo levantarse para poderlo recostar sobre su cuerpo buscando apegarlo más a él.

— Me encantas mucho, ¿sabes? — el de cabello negro habló mientras acariciaba con cuidado los cabellitos del menor y buscaba dejarle varios besitos en su cuello.

— T-Tu me encantas muchísimo más, Johnny...— balbuceó por el placer que sentía en esos momentos y cerró sus ojitos a la vez que mordía sus labios estirando sus piernas.

— Jung... Déjame hacerlo ¿sí? No te haré daño, sabes que nunca no te haría daño.— susurraba con algo de ¿necesidad? Mientras sus ansiosas manos se pasaban por todo el cuerpo del menor buscando resaltar más las lindas y delicadas curvas que tenía.

Woo era arte para los ojos de Johnny.

Y era por eso, que a pesar de ser algo ansioso con sus caricias, buscaba hacerlo con mucho cuidado para no lastimarlo...Ya que el arte era fácil de dañar y Johnny no quería dañar a su más bonito arte.

Jungwoo asintió ante aquella peticion dejando salir pequeñas risitas con sus mejillas realmente rojitas y dejó cortos besitos en la boca de Johnny.

— Nunca t-te vayas de mi lado, Johnny bonito...—

— Nunca te dejaré, ¿sí? —

Ambos se sonrieron y volvieron a seguir esos besos que eran unos más prolongados y profundos que otros para después bajar a su clavícula.

🍒🍒🍒

Tae seguía en el enorme departamento de Jaehyun mientras miraba una película en el gigante televisor de la sala; podía ser una película torpe pero para Yongie era la mejor película del mundo: La Sirenita.

Los ojitos brillantes del menor estaban fijos sobre la pantalla mientras Jaehyun regresaba de la cocina con unas palomitas acarameladas para el menor y unas saladas para el propio; jugo de manzana para su bebé y una botella de agua para él.

— ¿Agua? Daddy! — hizo un puchero tierno que hizo que el corazón de Jaehyun se detuviera justo con ese apodo que le decía. — ¿Por que no bebes refresco o algun jugo? ¡Necesitas estar gordito y tener cachetes bonitos! —

Jaehyun rió ante aquello que dijo y negó rápidamente mostrando esos lindos hoyuelos de su mejilla que tanto le gustaban al menor.— Cuando era pequeño mis cachetes eran mas grandes, y no... Ya los tuve y me gusta como están actualmente.— Jaehyun frunció su ceño dejando salir una risa baja.

Taeyong sólo hizo un puchero y siguió viendo la película con esa sonrisita de emoción y ladeó su cabeza.— ¡Me encanta esa parte! Es tan romántico cuando le comienza a cantar a Eric.— cerró sus ojitos cuando el personaje comenzaba a cantar y Jaehyun rió.

— Oh vamos, literal es una chica que su "pareja" le lleva como 10 años de diferencia y el tipo la lleva a comer y eso, con tal de que no diga nada.— subió sus hombros mientras se quedaba pensativo y se daba cuenta de lo parecido que era a la realidad.— Oh...— se giró a ver Yongie recordando que su tinte ahora rojo y el del propio era castaño oscuro.— Debe ser una broma...— susurró para si mismo y cubrió su rostro.

No era mucho de ver películas animadas, pues la ultima vez que las vio era cuando estaba con su hermana menor, la cual adoraba a Cenicienta y su lindo vestido. Todo el tema le ponía sensible y más al recordar el posible contacto que pudo tener con lo más cercano a ella actualmente; Jaemin.

baby ; jaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora