s i e t e

7.3K 781 665
                                    

La pregunta de Taeyong le había confundido bastante; el pelinaranja frunció su ceño sin saber que responder simplemente negó.

— ¿Disculpa? Yo... N-No se si soy el indicado para responder eso.— la voz de Jungwoo salió más bajita de lo normal y Taeyong frunció su ceño acomodando su cabello.— Pero por lo que sé... No... No tiene.

— Gracias, disculpa por incomodar con mi pregunta.— el pelirosa le mostró una sonrisa mientras miraba al ajeno con una leve mueca. Cuando las puertas del ascensor se abrieron suspiraron y ambos salieron.— Por cierto... Inventa otra excusa, eso de que te caíste... No es la mejor.

Jungwoo al escuchar el último comentario dicho se quedó estático y sobre todo apenado; bajó su mirada y asintió viendo cómo el menor se retiraba del edificio. ¿Había sido muy mala idea preguntarle sobre eso?

🍒🍒🍒

No podía ser.
¿Qué clase de sueño estaba teniendo ahora?

Era otro día, Tae hizo aquello que Jaehyun le dijo; ir a su oficina tomar las tarjetas de crédito que le dio y ahí estaba Taeyong, frente al cajero automático del banco. Literalmente frente a él, sin hacer nada, sólo miraba la pantalla que decía la cantidad que había en la cuenta.

$25 000. 00

Dólares.
25 000 dólares.
Y era apenas una tarjeta, el mayor la había dado dos. Se sentía que se iba a desmayar, su cabeza daba vueltas preguntándose si había tomado la decisión correcta en seguirle el juego al jefe de su madre.

Sentía que vomitaría el batido de fresa que había tomado hace unos cuantos minutos, miró alrededor y sacó la tarjeta para así ingresar la otra tarjeta esperando para poder introducir la clave y así ver la cantidad de dinero que había en esta; haciendo lo posible para no desmayarse o caerse.

Pero casi se caía al ver la cantidad.

$50 000. 00

JODIDOS DÓLARES.
Gritó internamente no supo si era de felicidad o nervios o de sorpresa. Soltó una risa baja y nerviosa mientras se inclinaba respirando agitado. Jaehyun era jodidamente millonario y apenas era el primer mes que le iba a pagar.

— ¿Tae? — la voz de Jungwoo le hizo girarse y rápidamente retirar la tarjeta guardandolas en su billetera.— ¿Qué estás haciendo? —

— Yo... Revisaba si me habían depositado en mi trabajo.— no era mentira. Tal vez tener sexo con alguien era un trabajo.— Y al parecer sí, y por adelantado.— rió bajito y nervioso.

— Uh... Ya veo.— el contrario asintió con una sonrisa haciendo una seña al pelirrojo por si usaría el cajero a lo que el negó.— Yo sólo venía a confirmar si alguien más usaba la tarjeta.— susurró Jungwoo y tecleó la clave.

Y nuevamente Taeyong abrió sus ojos de golpe, pudo observar de reojo la cantidad del ajeno, no vio con exactitud; pero al ver 5 ceros le fue suficiente para que se girara rápidamente.

— Y como supuse...— el de cabello naranja susurró para el mismo y se giró para ver a Taeyong.— Tae, ¿somos amigos? —

El nombrado frunció su ceño ante aquella pregunta y asintió en forma de respuesta.

— Yo... Siento que Vladimir sólo me esta usando, ¿sabes? O sus papás para agrandar su fortuna.— la voz de Jungwoo salía un poco bajita y hasta apenada.

— ¿Por qué lo dices? —

— Siempre terminamos y volvemos... Esta es la tercera vez que pasa... Pero yo lo quiero demasiado.— su ceño se frunció mientras retiraba su tarjeta guardandola.

baby ; jaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora